Generalmente los órganos de Naciones Unidas se reunen y emiten declaraciones o resoluciones exigiendo respuetas o condenando las acciones de estados miembros, pero este viernes la ONU produjo una insual condena a sí misma.
En medio del descalabro diplomático y la profundización del sangriento conflicto político que se vive en Siria, la Asamblea General de la ONU emitió una resolución criticando la falta de capacidad de su órgano ejecutivo, el Consejo de Seguridad, para detener la violencia en ese país del Medio Oriente.
Pero lo más es que deploró "el fracaso del Consejo de Seguridad para acordar medidas que aseguren el cumplimiento de las autoridades sirias con sus decisiones".La Asamblea condenó al gobierno de Bashar al Asad por considerarlo como "primer responsable" a la hora de acabar con la espiral de violencia desatada entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes sirios.
En círculos diplomáticos se reconoce que la decisión -adoptada por 131 votos a favor, 12 en contra y 31 abstenciones- no servirá para destrabar el debate sobre la crisis siria y que por el contrario podría profundizar las divisiones y complicar la comunicación.
Destinatario: Rusia y China
Aunque la iniciativa fue presentada por la delegación de Arabia Saudita, varios países occidentales, con EE.UU. a la cabeza, ofrecieron su apoyo.
Pero considerando que este tipo de decisiones no tienen carácter vinculante y no pueden forzar al Consejo de Seguridad a adoptar medidas, muchos analistas aseguran que solo se buscaba dejar en evidencia el bloqueo que padece la ONU y sobre todo poner la responsabilidad en los hombros de China y Rusia.
De hecho, el texto aprobado en el pleno contiene muchos de los elementos que habían sido planteados en la última resolución del Consejo de Seguridad sobre Siria que fue vetada por Moscú y Pekín por segunda ocasión desde que empezó a debatirse la crisis siria en el organismo.
"Los promotores árabes y occidentales de la resolución ven en este abrumador apoyo una prueba de que cuentan con la opinión pública mundial, pese al estancamiento en el Consejo de Seguridad", explica la corresponsal de la BBC en la ONU, Bárbara Plett.
"Sin embargo, esa gran mayoría se logró pagando un precio: el texto tuvo que ser suavizado en un intento por ganar apoyos de muchos estados, sacando los llamados explícitos a la renuncia de Bashar al Asad o que se apoyen las sanciones impuestas por la Liga Árabe".
Intercambio de acusaciones
Aunque no sea fuerza vinculante, el "regaño" de la Asamblea al Consejo generó roces entre los países miembros.
El embajador de Rusia ante la ONU, Vitaly Churkin, condenó la decisión y la calificó de "dañina", al considerarla equivalente a apoyar a los rebeldes que combaten para sacar a Al Asad del poder.
Rusia, que culpa a Occidente por el estancamiento en el Consejo de Seguridad, votó en contra del texto junto a China, Irán, Corea del Norte, Bielorrusia, Cuba y otras naciones que usualmente critican a Occidente.
En cambio, el presidente del Consejo, el embajador francés Gerard Araud aplaudió la adopción aunque reconoció que "el Consejo de Seguridad está bloqueado (...) No veo cómo podemos avanzar en este tema".
Para la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, la decisión tiene utilidad.
"Pese a la continua oposición de una minoría cada vez más aislada, la abrumadora mayoría de miembros de la ONU claramente permanece decididamente al lado del pueblo sirio mientras busca alcanzar sus legítimas aspiraciones", dijo Rice.
Teatro político
En cuanto al gobierno de Damasco, que también fue condenado por la Asamblea, el embajador sirio Bashar Ja'afari afirmó que la reunión era "otra pieza de teatro" organizada por el presidente qatarí de la Asamblea General para impulsar la agenda de su país.
Además el diplomático sirio aseguró que en materia de derechos humanos, los sauditas, que también fueron promotores de la iniciativa, "no son un ejemplo".
En medio del intercambio de señalamientos desatado en la sede de la ONU luego de la sesión de este viernes, el gobierno de Irán, otro de los respaldos con los que cuenta Siria,
aseguró que se intenta cortar las posibilidades de éxito de cualquier negociación que busque poner fin a la violencia que padece ese país.
En cuanto al fracaso de la gestión del exsecretario general de la ONU, Koffi Anan, quien este jueves anuncio su renuncia a la misión que le había encargado la organización y la Liga Arabe, Irán colocó toda la responsabilidad en lo que definió como "algunos países Intervencionistas", en referencia a EEUU y sus aliados.
En una nota de la agencia oficial de noticias iraní, Irna, el portavoz del ministerio de Exteriores, Ramón que "los esfuerzos de Annan para cesar el envío de armas a Siria y acabar con los atentados terroristas no satisfacían a los países intervencionistas".
Annan dimitió tras llegar a la conclusión de que en las circunstancias actuales de incremento de la violencia y la división de la comunidad internacional frente al conflicto de Siria hacen imposible una salida política.
Al final, como explica Plett, "la intervención de la Asamblea General no hará nada para acortar las divisiones fundamentales en el Consejo de Seguridad y bien puede haberlas ampliado".
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