jueves, 1 de septiembre de 2011

El primer fin de Ramadán en libertad


Miles de tripolitanos se reúnen en la plaza de los Mártires, símbolo de la revuelta, para rezar y celebrar el fin de los 42 años de dictadura de Gadafi


Estaba previsto reemplazar los carteles verdes con el número 41. Instalada debía estar ya sobre cuatro enormes estructuras metálicas, en la tripolitana plaza de los Mártires (antes plaza Verde), la inmensa fotografía o pintura de Muamar el Gadafi. Pero el 42 no se verá en las calles y avenidas de la capital libia, ni su efigie en el entramado del que ahora cuelgan las banderas tricolores (roja, verde y negra) de los rebeldes. Hoy se cumplen ese número de años del golpe de Estado contra el rey Idris que elevó al poder al coronel.


Entonces, el céntrico y amplio espacio se abarrotó de personas que aclamaban al joven -27 años- militar. Esta vez, y no es habitual, acertaron los rebeldes con los plazos y la celebración fue ayer muy diferente. No fue el aniversario de laentronización de Gadafi. Ya lo vaticinaban hace un mes los sublevados. Prometían que tomarían Trípoli antes de terminar el Ramadán, cuando aún se hallaban a más de 100 kilómetros de la ciudad. Y cumplieron.

"Tenemos que empezar de cero", afirma un cirujano de la capital

Poco después del amanecer, la explanada comenzaba a llenarse a los pies del Castillo Rojo, alzado por los Caballeros de San Juan en el siglo XVI, y donde Gadafi apareció en los primeros días de la revuelta para arengar a sus partidarios. Miles de hombres, mujeres y niños se acercaban a celebrar la primera jornada del Eid el Fitr, la fiesta de tres días que pone colofón al mes sagrado musulmán. Pero no fue solo una celebración religiosa. Fue el día de la victoria. "Es el mejor día de mi vida", aseguraba emocionado Nabil Ageli, cirujano de 50 años.

Muchas personas se abrazaban y despejaban la duda de si seguían vivas, algunos lloraban, la gran mayoría saltaba alborozada y todos rezaron. "¿Qué edad tiene usted?", se le pregunta al cirujano Ageli. "Tengo solo siete días. Esto es vivir", decía.

La revolución contra el déspota, ahora irreversible, por mucho que queden peligrosos rescoldos de su régimen, ha vencido. Y, tras un mes de ayuno, calor abrasador, jornadas sin agua, bombardeos y francotiradores, los vecinos de esta urbe de dos millones de habitantes lucieron sus mejores galas, como es tradición, para el primer rezo del Eid el Fitr sobre las enormes alfombras que cubrían gran parte del recinto. La primera vez en décadas que pudieron orar en esta plaza. Porque Gadafi, cerebro de la Jamahiriya, el Estado de las masas, no permitía aglomeración alguna que no fuera para darse un baño de multitudes.

El médico se reía contando chistes -"cuando los inspectores extranjeros vinieron hace años a buscar armas de destrucción masiva no las encontraron; la destrucción masiva ya estaba aquí"- manifiestamente mejorables. Pero de esa desolación que describía escapó Ageli hace más de dos décadas. Se instaló en Reino Unido y en 2008 decidió vender vivienda y coche, y regresó a su país con esposa e hijos. "Creí en las promesas de apertura de Saif el Islam, el hijo de Gadafi. Me engañaron a mí y a muchos médicos que volvimos a Libia".

No era el día para abordar los gravísimos problemas que encara el país magrebí. "Tenemos que empezar de cero, pero los daños no son muy grandes, porque aquí no había nada", agrega el doctor. En la plaza, fusil en mano, el extranjero se topa con Abdul Alshnag, un veinteañero con el que ya se encontró en Bengasi en abril. Trabaja en el puerto de Valencia y relataba, emocionado, su largo viaje para alcanzar Trípoli, su ciudad.

"Dios es grande", tronó la multitud continuamente, mezclando la alabanza con el permanente recuerdo a los "mártires" que han rebautizado esta plaza de Trípoli, vigilada desde las azoteas porque el temor a lo que pueda urdir Gadafi sigue vivo y coleando. "Ha dicho que se reserva una sorpresa para el 1 de septiembre", comentaba Abdul Alshnag.

Terminó la oración dirigida por un imán que enervó a la masa. Los gritos de "shafshufa" -"pelo revuelto", como lo llevan bastantes hombres de la tribu de Gadafi- arreciaron. Pero la palabra que se escuchaba en boca de todos era "libertad".

Si se cumple lo que cantaba la muchedumbre, en otro exceso de confianza, al tirano forajido, hoy habrá otra fiesta: "Adiós, adiós. El 1 de septiembre estarás en la cárcel".

La batalla de los contratos en Libia


Refinería libia

Varios países han mostrado interés en volver a invertir en Libia.

La batalla de las balas y las bombas parece estar acercándose a su desenlace en Libia. Lo que se viene ahora es otra guerra: la de los contratos, la pelea por ver quién se posiciona mejor en la nueva Libia.

El más prominente de los hijos de Muamar Gadafi, Saif al Islam, niega que ese momento haya llegado e insiste en que desde su bastión de Sirte los partidarios de su padre reconquistarán Libia.

Y si bien es cierto que la guerra no ha terminado, no parece que las palabras de Al Islam inquieten en la comunidad internacional, reunida en la conferencia de "Amigos de Libia" en París.

El encuentro sirve para expresar apoyo al Consejo Nacional de Transición (CNT) y, al tiempo, "meter un cambio de marcha", como lo describe el corresponsal para Asuntos Diplomáticos de la BBC, Jonathan Marcus.

La reunión de París cambiará el foco de la agenda "de la guerra a la reconstrucción", como señala Marcus.

Es probable que la decisión de Naciones Unidas de autorizar la liberación de los fondos que habían sido congelados a Gadafi, también le imprima al encuentro un interés comercial.

Los países que propiciaron la intervención de la OTAN, como Francia y Reino Unido, ya están tomando posiciones.

Los italianos, tradicionales socios comerciales de Libia en Europa (y antigua potencia colonial) también tratan de no perder terreno, y ya preparan una misión de empresarios a Bengasi.

Pero tampoco se quedan atrás otros como Rusia o China, que opuestos a la intervención de la alianza atlántica, no dejaron de enviar sus representantes a París.

"No necesitamos donantes"

Transporte del dinero a Libia

El dinero literalmente vuela a Libia. Los británicos llevaron por avión los fondos descongelados.

De lo que nadie duda es de que Libia va a necesitar contratar empresas extranjeras para la reconstrucción. Además, sus enormes reservas internacionales y su abundante petróleo, hacen que la cuestión sea potencialmente muy lucrativa.

"No necesitamos donantes. Libia es un país rico. Los activos estatales de la Autoridad de Inversiones Libia, el Banco Central y las reservas en oro equivalen a US$168.000 millones", declaró el ex director del Banco Central libio, Farhat Bengdara.

Conscientes de ello, recientemente, el presidente del CNT, Mustafa Abdel Jalil, prometió favorecer a los países que ayudaron en la rebelión. "Lo gestionaremos de acuerdo con el apoyo que nos han brindado", dijo.

Rusia presente

No hace mucho tiempo, el primer ministro ruso, Vladimir Putin, se preguntaba quién había autorizado a la OTAN a buscar la salida del poder de Gadafi. Este jueves, no obstante, Moscú anunció que reconoce al Consejo Nacional de Transición como la legítima autoridad.

"No creo que el nuevo gobierno de Libia empiece revisando los contratos con Rusia por cuestiones políticas más que criterios técnicos o económicos"

Mikhail Margelov, enviado ruso a París

No eran pocos los que daban por hecho que las nuevas autoridades libias pasarían factura a países como China y Rusia por su falta de apoyo a la intervención de la OTAN.

De hecho, entre los propios rusos algunos temían ser grandes perjudicados del cambio de régimen.

Empresas como Gazprom o Tatneft han invertido cientos de millones en el sector del gas y el petróleo libio. Y la estatal ferroviaria rusa estaba construyendo una línea de tren de alta velocidad entre Sirte y Bengasi gracias a un contrato de US$3.000 millones ganado durante el gobierno de Gadafi.

"No creo que el nuevo gobierno de Libia empiece revisando los contratos con Rusia por cuestiones políticas más que criterios técnicos o económicos", dijo Mikhail Margelov, enviado ruso a la conferencia de París.

China también quiere estar ahí

Las empresas chinas también tenían una fuerte presencia en Libia antes de que estallara la rebelión. Al menos 26 compañías hacían negocios por unos US$20.000 millones.

El gobierno chino en todo momento se mostró reticente a la acción impulsada por Francia y Reino Unido.

Pero Pekín se ha hecho presente en la reunión.

"China desea sumarse a la comunidad internacional y jugar un rol activo en la reconstrucción de Libia", declaró el portavoz de la cancillería china, Ma Zhaoxu.

Pekín envió a un viceministro a la conferencia de París con la intención de "apoyar a las partes en sus esfuerzos para restaurar la estabilidad y promover una transición tranquila".

Italia firma acuerdo

Italia podría tener razones para estar preocupada por sus intereses económicos en Libia.

Las aparentes buenas relaciones entre el primer ministro Silvio Berlusconi y el coronel Gadafi podrían causar dificultades a la antigua potencia colonial frente a las nuevas autoridades libias.

La petrolera italiana Eni, que está presente en Libia desde 1959 (diez años antes de la llegada de Gadafi al poder), se considera a sí misma la primera compañía internacional en términos de producción de hidrocarburos del país.

Cameron y Sarkozy

Cameron y Sarkozy presiden la conferencia de Amigos de Libia.

Eni firmó un memorándum de entendimiento con el CNT, donde ambas partes se comprometieron a "recrear las condiciones para una rápida y completa reanudación de las actividades de la compañía petrolera en Libia y a trabajar para la reactivación del gasoducto GreenStream", que proveía 8.000 millones de metros cúbicos de gas natural al año.

Los italianos se comprometen inicialmente a proveer hidrocarburos para satisfacer las necesidades inmediatas de la población. Igualmente ofrecerán asistencia técnica para ayudar a restaurar el funcionamiento de las instalaciones.

Eni también ofreció ayuda humanitaria y material médico.

No sólo petróleo

Pero los acuerdos no se limitan al crudo. Así fue que el CNT firmó dos contratos con productores franceses para comprarles 60.000 toneladas de trigo a cada uno.

Según un alto funcionario francés, los contratos ascendieron a US$22 millones.

De hecho, Libia planea importar medio millón de toneladas de trigo.

La cámara de comercio italiana anunció para el 20 de septiembre un viaje con empresarios a Bengasi, donde su presidente expresó su intención de abrir una oficina.

"Primero, porque es el área industrial que va a necesitar mayor intervención y desarrollo; y segundo por que es más estable y segura", declaró el presidente de los empresarios italianos, Antonio de Cappoa al diario Libero.

martes, 30 de agosto de 2011

Las cinco lecciones de Afganistán e Irak para Libia


rebelde libio

La nueva institucionalidad libia tiene un largo camino que recorrer.

Con los tiempos de clicMuamar Gadafi en el filo de ser ya historia, la cuestión a la que se enfrentan los libios es si el nuevo régimen surgido de la clicrebelión les llevará a tener una vida mejor y, sobre todo, cuándo.

Para responder, antes deberán asegurarse de no repetir los errores de clicAfganistán e clicIrak, que tras las caídas del Talibán (2001) y Sadam Hussein (2003) no entraron precisamente en una acelerada senda de democratización.

Ambos son en la actualidad dos de los países más violentos y menos habitables del mundo, donde el horror es casi cotidiano: día sí, día también, las noticias son atentados bomba que dejan decenas de muertos.

Salvando las distancias, que son muchas, al nuevo gobierno libio, que todo apunta a que recaerá en el clicConsejo Nacional de Transición, no le vendrá mal tener presente los grandes patinazos de los casos afgano e iraquí.

Eso no garantizará el éxito en la nueva Libia, pero algo ayudará.

BBC Mundo examina cuáles son las cinco lecciones que dejan Afganistán e Irak a los libios.

1.- Soldados en el terreno

El mayor error en el que coinciden los expertos consultados por BBC Mundo sería que de la seguridad de Libia se terminara encargando un contingente de tropas extranjeras ignorantes del idioma y costumbres locales.

Soldado estadounidense en Irak.

La presencia de fuerzas extranjeras alimenta una reacción ultranacionalista.

El experto en resolución de conflictos Mariano Aguirre, director del Centro Noruego de Recursos para la Construcción de la Paz (Noref), considera que la presencia de militares extranjeros contribuiría a exacerbar un sentimiento ultranacionalista y de anticolonialismo.

"Los soldados entrando en las casas, invadiendo la intimidad, las mujeres siendo cacheadas, las torturas en Abu Ghraib o Guantánamo... Todo eso sólo alimenta la reacción popular", le dijo a BBC Mundo.

Así, recuerda Aguirre, pasó en Afganistán y en Irak, donde "líderes locales aprovecharon la presencia extranjera para fomentar la agitación y ganar crédito".

O, en los términos que lo puso el propio exsecretario de Defensa Robert Gates: "Cualquier secretario de Defensa que recomiende al presidente volver a enviar un gran contingente a Asia, Medio Oriente o África, debería 'hacerse examinar la cabeza' como tan delicadamente lo dijo el general MacArthur".

2.- Desmontar las fuerzas de seguridad

"La desarticulación de las fuerzas de seguridad en Irak fue un error muy fuerte que trajo dos problemas: los solados invasores se tuvieron que hacer cargo de la seguridad y los despedidos se unieron a la insurgencia"

Mariano Aguirre (Noref)

"La desarticulación de las fuerzas de seguridad en Irak fue un error muy fuerte que trajo dos problemas: los soldados invasores se tuvieron que hacer cargo de la seguridad y los despedidos se unieron a la insurgencia", señala Aguirre.

Como apunta el experto, el grueso de las tropas de la coalición, fundamentalmente estadounidenses y británicas, no hablaban el idioma ni conocían la idiosincracia, con lo que "discernir aliados de enemigos se volvió tarea imposible".

Pero también, "los privados de empleo, bien por frustración, por venganza o por convicción política, se sumaron a la insurgencia".

"Éste es el gran desafío libio, ver cómo se mezclarán los antiguos policías de Gadafi con los insurgentes", considera Aguirre.

3.- Desarticular las instituciones

Los nuevos encargados de gobernar libia se encuentran en la encrucijada de qué hacer con el aparato institucional de Gadafi, por más tenue que fuera.

El experto internacionalista George Joffe, de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), lo describe en los siguientes términos: "Si te deshaces de todo el sistema, como en Irak, creas caos. Si no lo haces, te ves ante una potencial nueva dictadura", le dijo a BBC Mundo.

"Una equivocación muy grande en Irak fue echar a todos los funcionarios públicos que tenían algo que ver con el partido Batah"

Richard Young (Fride)

Como apuntó el politólogo y experto en Relaciones Internacionales Richard Young, director del FRIDE, "una equivocación muy grande en Irak fue echar a todos los funcionarios públicos que tenían algo que ver con el partido Batah".

"Si la comunidad internacional quiere ayudar, debe trabajar cooperando con las instituciones existentes, con los grupos más tradicionales que retienen alguna forma de credibilidad", le dijo Young a BBC Mundo.

Para Young, es necesario "un pacto político inclusivo". "Habrá quien no acepte las nuevas reglas del juego, con esos es imposible trabajar, pero hay que dar el primer paso de ofrecer la incorporación a la nueva institucionalidad y eso no se hizo en los cambios de régimen anteriores".

4.- Imponer modelo liberal-occidental

Young recuerda que, allá donde no existe tradición en ese sentido, "imponer un modelo de democracia liberal es muy complicado y además puede ser muy contraproducente". Y ésa es una de las lecciones tanto de Afganistán como de Irak.

Libia

Los expertos coinciden en que tampoco se puede imponer el modelo liberal.

"Lo más complicado es reconocer en el nuevo modelo el lugar de las tribus, tan relevantes en el modelo social libio. Si les das demasiados privilegios, hay riesgo de que el sistema político se convierta en un mercadeo, como pasó en Afganistán".

El profesor Joffe considera además que el modelo liberal occidental se trata de una fórmula que "no es necesariamente universal".

"Los valores subyacentes que crean situaciones de justicia social y participación política existen en otras culturas y civilizaciones y se manifiestan de forma diferente", explicó Joffe.

"Debemos aprender con humildad a aceptar que estos países tienen sus propios mecanismos para lograr sus objetivos y que lo que hay que hacer es apoyarlos, no imponerles nuestra visión de cómo ellos deberían ser".

5.- Fomentar la corrupción

Según Aguirre, "otro error de EE.UU. fue canalizar gran cantidad de clicfondos, sin rendición de cuentas, que potenciaron la corrupción internacional y local, tanto en Afganistán como en Irak".

Con la experiencia de la transición desde el régimen de Suharto en Indonesia, la directora gerente del Banco Mundial, Sri Mulyani Indrawati, escribió sobre Libia un artículo titulado "Ganando la transición" en el que insta al nuevo gobierno a acelerar la creación de un tejido institucional para evitar la corrupción.

"Transparencia y rendición de cuentas son ideas poderosas con apoyo casi universal, lo que implica que los nuevos líderes no deben abandonarlas cuando la pelea se ponga difícil", escribió la exministra de Finanzas indonesia.

"La sociedad civil, las comunidades locales, los representantes de los pobres y la mujer juega un rol vital a este respecto y deberían ser incluidas en todos los niveles de toma de decisiones".

'Dolor y rabia' en Guatemala por los experimentos ilegales de EEUU que dejaron 83 muertos


El nuevo embajador de EEUU en Guatemala, Arnold Chacón (i), y el presidente Álvaro Colom. | Efe

El nuevo embajador de EEUU en Guatemala, Arnold Chacón (i), y el presidente Álvaro Colom. | Efe

  • Cinco supervivientes de los experimentos serán sometidos a análisis médicos para determinar los daños que sufrieron
  • 'Todo ciudadano estadounidense consciente sentirá vergüenza por lo sucedido'
  • Los experimentos financiados por EEUU se practicaron entre 1946 y 1948
  • 5.500 personas fueron inoculadas de sífilis y gonorrea y 1.300 se infectaron

Guatemala reaccionó este martes con indignación al informe presentado el lunes en Estados Unidos que documenta experimentos practicados en los años 40 a 1.300 guatemaltecos, 83 de los cuales murierontras ser contagiados intencionalmente con enfermedades venéreas.

Los diarios guatemaltecos destacaron la información en titulares de portada y el matutino 'Prensa Libre', el más importante del país, consideró esos experimentos en guatemaltecos "una monstruosidad", señaló en su editorial.

"Todo ciudadano estadounidense consciente sentirá vergüenza por lo sucedido. Todo ciudadano guatemalteco sentirá dolor y rabia", dijo el rotativo.

En Guatemala, el vicepresidente Rafael Espada informó de que en octubre una comisión presidencial nombrada por el presidente guatemalteco Álvaro Colom dará a conocer su informe final.

Espada informó también de que se localizó a cinco supuestos contagiados en los experimentos que serán sometidos a análisis clínicos. Los resultados serán dados a conocer en octubre, junto al informe final que emitirá la comisión. Espada no detalló si los cinco hombres y sus familias podrían ser indemnizados.

Mientras, Amy Gutmann, nombrada por el presidente Barack Obama presidenta de Comisión Presidencial para el Estudio de Temas Bioéticos, dijo en Washington que los experimentos citados representan un "capítulo oscuro" de la historia de Estados Unidos.

Según el informe dado a conocer el lunes en Washington, 83 guatemaltecos murieron tras ser sometidos a experimentos médicos financiados por Estados Unidos a través del Instituto Nacional de Salud, ahora clausurado.

Estos experimentos se practicaron entre 1946 y 1948 a 1.300 guatemaltecos a quienes médicos estadounidenses encabezados por John Cutler inocularon sífilis y gonorrea.

Según el informe, dado a conocer durante una presentación en Washington y transmitida por Internet, en total 5.500 personas fueron obligadas a participar en los experimentos, de los cuales 1.300 resultaron infectadas.

"Una conducta inhumana y cruel tuvo lugar en Guatemala: les abrieron heridas, se les infectó con bacterias, meningitis y neurosifilis, entre otras enfermedades y éstas son graves violaciones a los derechos humanos", dijo Anita Allen, integrante de la Comisión.

Las víctimas fueron niños huérfanos, pacientes con problemas mentales, indígenas, soldados de la Guardia de Honor, así como prostitutas, escolares y enfermos, precisó el estudio.

HUNGRÍA: UN NEOFASCISMO TOLERADO EN EUROPA




Acoso a la prensa, desprecio a Europa... La peligrosa deriva del gobierno conservador de Viktor Orban.


AFP/Getty Images

Con una mayoría de dos tercios en el Parlamento de Budapest se puede hacer casi todo: poner en marcha una llamada “revolución conservadora”, diseñar un nuevo país a medida ignorando cualquier crítica del exterior, elaborar una nueva Constitución sin tener en cuenta a los desunidos y deprimidos partidos de la oposición y que sólo podrá ser cambiada por un partido con mayoría de dos tercios en el Parlamento, acogotar a los medios de comunicación, procesar a ex primeros ministros, apropiarse de los fondos de pensiones privados para sanear las finanzas públicas, crear campamentos de trabajo forzoso para parados, desmantelar todas las instituciones del país colocando al frente sólo y exclusivamente a personas del propio partido que cumplen diligentemente las órdenes de la Central...

Todo esto está ocurriendo en Hungría desde que en abril de 2010 Viktor Orban, líder de partido conservador Fidesz (Unión de los Jóvenes Demócratas), ganó las elecciones generales .Y lo hizo de manera contundente: los ciudadanos estaban cansados de ocho años de gobiernos socialistas en los que no faltaron los escándalos de corrupción y durante los cuales el país estuvo incluso al borde de la bancarrota. Con un respaldo popular del 53% Orban, 47 años de edad, un ex liberal convertido en nacional-conservador, se puso a cambiar al país de arriba abajo, empezando por una nueva Constitución. Hablaba de crear un “Nuevo Orden”, enmarcado por los principios de raza, credo nacional, cristianismo y rechazo no sólo del comunismo, sino de la generación de políticos húngaros, con Gyula Horn a la cabeza, quienes en 1989 propiciaron la apertura de las fronteras con Austria, la posterior desaparición del Telón de Acero y la democratización del país.

Con esta nueva Constitución Viktor Orban se ha permitido todo: el Presidente es designado por él, los miembros del Tribunal Constitucional, del Tribunal de Cuentas, las Fiscalías del Estado, el Banco Central, también. Además, al Tribunal Constitucional y al Consejo Presupuestario del Parlamento Nacional se les niega cualquier competencia en materia de control presupuestario o financiero, con lo que el Ejecutivo puede hacer lo que se le antoje. Por ejemplo, manipular las leyes de manera que se pueda juzgar con efectos retroactivos a los últimos tres primeros ministros socialdemócratas: Peter Medgyessy (2002-2004), Ferenc Gyurcsany (2004-2009) y Gordon Bajnai (2009-2010). ¿Sus pecados? Se definen como “crímenes políticos”: haber aumentado el endeudamiento público de un 53 a un 82%, no haber reformado las prestaciones sociales y no haber desmantelado suficientemente la Administración y el aparato estatal, cosas que tampoco hizo el propio Orban cuando presidió el gobierno entre 1998 y 2002. Entonces se le llegó a definir como “el Aznar español”. Las malas lenguas sugieren que el actual primer ministro nunca consiguió superar el hecho de haber sido derrotado dos veces en las urnas por el carismático Gyurcsany. Ahora habría llegado la hora de la venganza en forma de tribunales a la manera estaliniana en los que el procesado está condenado ya desde el primer minuto.

Viktor Orban se ha demostrado incluso como un abierto euroescéptico, permitiéndose decir que “el proyecto democrático occidental está acabado

En su cruzada particular para salvar a Hungría, el primer ministro Orban ha enfocado a la prensa independiente como uno de los principales bastiones a eliminar. Su nueva Ley de Prensa, congelada durante la primavera por las tibias críticas de Bruselas, ha entrado en vigor el 1 de julio, es decir, el día después de que Hungría abandonara la presidencia rotatoria de la UE. Primera consecuencia: 550 periodistas de la radio y televisión públicas han sido ya despedidos, otros 400 más perderán su trabajo en el otoño. Muchos de ellos son, por supuesto, demasiado críticos o no han querido aceptar que todas las noticias de su empresa y de la agencia estatal de noticias sean centralizadas desde un organismo del Gobierno, donde hay sólo personas de Fidesz, quienes velan para que esas informaciones no se salgan del guión oficial. El redactor jefe de esta redacción centralizada es Daniel Papp, un hombre que fue portavoz del partido ultradical, xenófobo y antisemita Jobbik y que se permitió, como redactor de una televisión afín, manipular una entrevista con el eurodiputado Daniel Cohn-Bendit.

Esos redactores despedidos no tienen derecho ni a quejarse ni a acudir a los tribunales de trabajo. Si lo hacen, ya han sido advertidos, perderán su pensión o la indemnización que les corresponda. A los pocos medios independientes que quedan también se les estrangula al máximo: vía recorte de publicidad estatal o de organismos que colaboran con el Gobierno, vía nuevos repartos de frecuencias, a un precio muy superior y difícil de pagar. Por si esto fuera poco, se les recomienda realizar un “trabajo periodístico equilibrado” que no vulnere el honor del país. En caso contrario, se amenaza con procesamientos y multas económicas.

Ciertamente la UE y sus instituciones no atraviesan sus mejores momentos. Pero el Gobierno húngaro no oculta en absoluto su desprecio hacia todos ellos y hacia la idea misma de Europa. Viktor Orban y su partido, Fidesz, se sienten llamados a salvar a Hungría y a defenderla contra cualquier crítica. “Nadie está autorizado a meterse con nosotros, contra un gobierno que ha recibido de sus electores el mandato de reconstruir el país”. Son las palabras de Péter Szijjártó, portavoz del Primer Ministro.

En algunas de sus últimas intervenciones Viktor Orban se ha demostrado incluso como un abierto euroescéptico, permitiéndose decir que “el proyecto democrático occidental está acabado”. No contento con esto, ha llegado a equiparar a Bruselas con la opresión comunista. Sólo el primer ministro húgaro parece saber cómo salir de la actual crisis, aplicando algunas de las medidas del ideario neoliberal: reducción del subsidio de paro a sólo tres meses; descenso dramático en la financiación de los hospitales públicos, donde sólo se llevan a cabo las operaciones más urgentes; sólo habrá enseñanza pública obligatoria hasta los quince años; se aplicará también un impuesto del 16% para las personas que cobran el salario mínimo...

La nueva Nación Húngara, que sigue considerando el Tratado de Trianon de 1920 como una gran injusticia llevada a cabo por ese Occidente decadente y que le arrebató dos tercios de su antiguo territorio, se presenta a sí misma como una potencia renacida en la Mitteleuropa, la Europa Central que recuerda mucho al fascismo del periodo entreguerras. En la UE a nadie parece quitarle el sueño esta anomalía democrática. Tal vez tiene razón Orban al menospreciar a sus vecinos... el futuro, ha dicho últimamente, está en el modelo chino.

EL MUNDO ESTARÁ MÁS SUPERPOBLADO.... DE ANCIANOS


En realidad los niños no son nuestro futuro




AFP/Getty Images
Informe especial de FP: EL FUTURO ESTÁ AQUÍ

La demografía no es el destino, como algunos sostienen a veces. El ser humano podría desaparecer a causa de una plaga o un asteroide o sufrir una transformación producida una nueva tecnología. Pero pase lo que pase, los patrones actuales de fertilidad, migraciones y mortalidad determinan de un modo esencial hasta qué punto cambiará la sociedad, o cuánto puede cambiar, durante muchas generaciones.

Lo que nos dice la demografía es esto: la población humana seguirá creciendo, aunque de forma muy diferente al pasado. La previsión media más reciente de la ONU prevé que aumentará hasta 8.000 millones de personas en 2025, y 10.100 millones a finales de siglo.

Hasta hace poco, ese crecimiento demográfico se explicaba sobre todo por un aumento del número de jóvenes. Entre 1950 y 1990, por ejemplo, el aumento de la población menor de 30 años representó mucho más de la mitad del crecimiento demográfico mundial, mientras que sólo el 12% se debía a incrementos en las franjas de edad mayores de 60.

Pero en el futuro va a ser exactamente al contrario. Naciones Unidas prevé que durante los próximos 40 años más de la mitad (58%) del crecimiento demográfico procederá de aumentos de la población mayor de 60 años, mientras sólo un 6% provendrá de incrementos por debajo de 30 años. La ONU prevé que en 2025, el número de niños menores de 5 años, ya en declive en los países más desarrollados, irá en retroceso de forma global, incluso contando con que se produzca un repunte sustancial de las tasas de natalidad en el mundo en desarrollo. Un tsunami gris barrerá el planeta.

¿Qué países envejecerán con más rapidez en 2025? No serán los de Europa, donde las tasas de natalidad cayeron relativamente despacio y ahora muestran algunos signos de recuperación. Serán lugares como Irán y México, que sufrieron un boom en el número de jóvenes que fue seguido rápidamente por una caída de las tasas de natalidad. En sólo 35 años, Irán y México tendrán un porcentaje de población mayor de 60 años que el actual de Francia. Otros lugares con índices de natalidad por debajo de tasa de sustitución son, además de la Vieja Europa, países en desarrollo como Brasil, Chile, China, Líbano, Túnez, Corea del Sur y Vietnam.

Naciones Unidas prevé que durante los próximos 40 años más de la mitad (58%) del crecimiento demográfico procederá de aumentos de la población mayor de 60 años.

Debido al fenómeno de hiperenvejecimiento en el mundo en desarrollo, otra gran variable también está cambiando ya: la emigración. Por ejemplo, en 2001 en México, había 434.000 niños de 4 años menos que en 1996. ¿El resultado? El impulso demográfico que alimentó enormes flujos de migración mexicana a Estados Unidos ha decaído y decaerá mucho más en el futuro. El flujo neto de inmigración ilegal de mexicanos a EE UU se ha reducido a un goteo. Con menos niños que mantener y todavía sin la carga de una enorme oleada de ancianos, la economía mexicana está funcionando mucho mejor que en el pasado, dando a las personas menos motivos para marcharse. En el año 2025, a los jóvenes de ambos lados de la frontera les costará comprender por qué la generación de sus padres construyó ese enorme muro.

A pesar de estas tendencias, la conclusión que la mayoría de la gente saca a partir de su vida diaria es que la superpoblación es un problema grave; Una razón es que más de la mitad de la población mundial está concentrada en zonas urbanas. El alto coste de criar hijos en las megaciudades es uno de los principales motivos por los que las tasas de natalidad mundiales siguen disminuyendo, y sin embargo, la urbanización hace más difícil que la mayoría comprenda la tendencia hacia la despoblación. Si la tendencia a la baja en las tasas de natalidad no se modera y se estabiliza del modo que predice la ONU, el mundo entero podría estar perdiendo población a mitad de este siglo. Y sin embargo, pocas personas verán venir ese punto de inflexión, mientras los seres humanos sigan amontonándose en zonas urbanas y aumentando su consumo de casi todo.

Otra megatendencia relacionada con esta es el rápido cambio de tamaño, estructura y naturaleza de la familia. En muchos países, como Alemania, Japón, Rusia y Corea del Sur, las familias con un solo hijo se han convertido en la norma. Esta tendencia crea una sociedad en la que no sólo la mayoría de la gente no tiene hermanos, sino tampoco tías, tíos, primos, sobrinas o sobrinos. Muchos carecen de hijos también. Hoy en día, una de cada cinco personas de los países occidentales avanzados, incluido Estados Unidos, no tiene hijos. Así, gran parte de la población mundial no tendrá más parientes biológicos que sus padres.

Incluso allí donde siguen naciendo niños, se están criando en condiciones totalmente diferentes debido a que todos los países, uno tras otro, han sufrido un aumento de las cifras de divorcio y de nacimientos fuera de matrimonio y a que el porcentaje de niños que viven con el matrimonio formado por sus dos progenitores ha caído bruscamente. Por ello no sólo se va a reducir la cantidad de niños del planeta, sino que con las tendencias actuales, casi la mayoría de ellos se criarán de maneras que hoy todavía se asocian con consecuencias vitales negativas.

¿Hay signos de que alguna de estas tendencias vaya a invertirse antes de 2025? Sólo unos pocos. Se prevé que el porcentaje de población mundial criada en hogares religiosos va a aumentar, aunque sólo porque los militantes fundamentalistas, tanto cristianos como judíos o musulmanes, tienden a tener bastantes más hijos que los no religiosos. Además hay muchas vías -desde una mayor automatización al retraso de la jubilación, pasando por la reforma sanitaria o la concesión de ‘bonos bebé’- para lograr que las sociedades se adapten, al menos de forma parcial, a este cambio de la marea en la demografía mundial.

Pero no cuente con ello. Para hacer tal cantidad de cambios habría que lograr que la gente en general comprendiera la gran paradoja del siglo: el planeta puede estar saturándose, pero la mayor parte de esta nueva población está formado por personas que ya han nacido. Así que prepárese para un planeta que estará mucho más abarrotado…de ancianos.