sábado, 26 de febrero de 2011

La ONU debate qué hacer con Gadafi


Consejo de Seguridad de la ONU

La ONU está considerando un embargo de armas al país árabe.

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas está reunido en Nueva York para considerar qué acciones emprender contra el gobierno de Muamar Gadafi en Libia.

Un borrador de resolución pide un embargo de armas, prohibir viajar al líder libio y congelar activos en respuesta a sus intentos por frenar las protestas en el país.

También hay una propuesta para referir al coronel Gadafi a la Corte Penal Internacional para que enfrente cargos de crímenes contra la humanidad.

Sin embargo, el corresponsal de la BBC ante la ONU informó que esta opción se ve obstaculizada por el hecho de que varios de los miembros del Consejo no han firmado el tratado de Roma, por el que la CPI empezó a funcionar en 2002.

La ONU calcula que más de 1.000 personas han muerto durante los diez días que lleva la revuelta. El borrador cuenta con el respaldo del Reino Unido, Francia, Alemania y Estados Unidos. Este último ya anunció sanciones contra Libia.

El presidente estadounidense, Barack Obama, firmó una orden ejecutiva el viernes con la que congela los activos de Gadafi, miembros de su familia y altos funcionarios. El presidente también anunció que confiscaba las propiedades del gobierno libio en Estados Unidos para evitar su malversación.

"Obama anuncia congelamiento de activos del régimen de Gadafi"

Muchas partes de Libia, especialmente el este, están siendo controladas por fuerzas anti Gadafi, pero el líder libio aún mantiene el control de la mayor parte de Trípoli, en donde residen dos de los seis millones y medio de habitantes del país.

Civiles armados

Este viernes hubo informes de que las tropas del gobierno y los milicianos pro Gadafi abrieron fuego contra manifestantes en varias áreas de la ciudad. Al mismo tiempo la televisión estatal mostró al coronel Gadafi hablando desde las antiguas murallas de la ciudad.

Destruiremos cualquier agresión con voluntad popular", dijo. "Con la gente armada, cuando sea necesario abriremos los depósitos de armas. Así todas las personas de Libia, todas las tribus de Libia podrán estar armadas. Libia se convertirá en una llama roja, un carbón ardiente

Muamar Gadafi, líder de Libia.

"Destruiremos cualquier agresión con voluntad popular", dijo. "Con la gente armada, cuando sea necesario abriremos los depósitos de armas. Así todas las personas de Libia, todas las tribus de Libia podrán estar armadas. Libia se convertirá en una llama roja, un carbón ardiente".

Más tarde su hijo, Saif al-Islam, aseguró que el número de muertes había sido exagerado, aunque confirmó que la fuerza aérea libia había bombardeado cuatro depósitos de municiones. También confirmó las declaraciones de su padre culpando a la red al-Qaeda y a Osama Bin Laden por los levantamientos.

La agencia de noticias AP informó que recibió información de que el gobierno de Gadafi está armando a simpatizantes civiles para que establezcan puestos de control en Trípoli y acallen a los disidentes. Algunos residentes le dijeron a AP que las calles estaban siendo patrulladas por civiles pro Gadafi en camionetas.

Miles de extranjeros provenientes de Estados Unidos, Europa y Asia han huido de la violencia.

Sin embargo, cientos de trabajadores extranjeros aún permanecen en áreas remotas y posiblemente vulnerables sin posibilidad de llegar a aeropuertos o costas.

Jim Muir de la BBC aseguró que miles de trabajadores egipcios están varados en la frontera con Túnez sin medios para llegar a casa.

El ejército de Túnez y organizaciones de voluntarios están tratando de ayudar, pero la mayoría de los viajeros están pasando la noche al aire libre tapándose con las mantas que llevan, pero sin tener acceso a instalaciones sanitarias.

La ONU acelera sus gestiones para aislar a Gadafi El Consejo de Seguridad de la ONU está reunido estudiando un paquete de medidas de castigo al régime

Movidas por un nuevo sentido de urgencia, las principales potencias aceleran sus gestiones para conseguir la aprobación inmediata en el Consejo de Seguridad de la ONU de un paquete de medidas de castigo que pongan en evidencia el aislamiento de Muamar Gadafi y su riesgo de enfrentarse en un futuro a la justicia internacional. Esta iniciativa, aún siendo muy valiosa en el plano moral, poco puede hacer para detener instantáneamente la brutal represión desatada contra la población que se ha levantado contra el régimen.

Por ahora la votación se ha pospuesto varias horas, hasta las dos de la madrugada (hora española), pues la delegación de China, uno de los miembros permanentes y con derecho de veto, aguarda instrucciones sobre el voto de su capital, según han informado fuentes diplomáticas.

Después de diez días de discusiones improductivas desde que empezara esa represión, los líderes internacionales habían sido acusados de cierta indiferencia hacia los sucesos en Libia. El presidente Barack Obama ha sido criticado aquí por su pasividad ante una crisis a la que se ha referido en público solo en una ocasión. Un editorial de The Washington Post advierte de que "aunque la Casa Blanca parece haber decidido que Francia y otros lleven la iniciativa, lo cierto es que mientras el presidente de Estados Unidos se mantenga pasivo la ayuda que los libios están reclamando no llegará".

Bajo esa presión, la Casa Blanca anunció el viernes algunas sanciones unilaterales contra el entorno de Gadafi y prometió incrementar sus esfuerzos para aprobar una resolución en la ONU. Horas mas tarde, Obama firmó una orden presidencial que prohíbe la retirada o transferencia desde bancos norteamericanos de dinero perteneciente a Gadafi, su familia o miembros de su Gobierno.

En el texto que acompaña a esa orden, Obama acusa a Gadafi de estar utilizando "medidas extremas contra el pueblo de Libia, incluido armas de guerra, mercenarios y violencia indiscriminada contra civiles desarmados". "El Gobierno de Gadafi tiene que responder por esos actos", añadía el comunicado.

Casi simultáneamente a la publicación de esa orden, Francia y el Reino Unido introducían en el Consejo de Seguridad una propuesta de resolución que definía la represión ejercida por Gadafi como "crímenes contra la humanidad" que "merecen ser juzgados por el Tribunal Internacional de La Haya". El borrador incluye también sanciones, como la prohibición de viajes a los colaboradores del dictador libio, el bloqueo de sus cuentas en el extranjero y un embargo de armas.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se dirigió personalmente el viernes por la noche a los miembros del Consejo para describirles la tragedia que se vive en Trípoli y pedirles que aceleraran sus gestiones. Los 15 integrantes del máximo órgano ejecutivo decidieron reanudar sus sesiones a puerta cerrada hoy y tenían previsto celebrar una sesión formal con votación en algún momento del día.

El borrador a discusión, que ha sido pactado entre Francia, el Reino Unido y Estados Unidos en conversaciones telefónicas entre sus máximos gobernantes, parece abrirse paso entre algunas dificultades. Los otros dos miembros con derecho de veto, China y Rusia, siempre tan reacios cuando se trata de aprobar la implicación internacional en los asuntos internos de un país, parecían empezar a ceder en sus objeciones. Líbano y Turquía, que también plantearon dudas sobre la forma de actuar en Libia, podrían aceptar finalmente respaldar la resolución. Estos dos países no tienen capacidad de impedir su aprobación, pero sería una serio inconveniente sacarla adelante con la oposición del único país árabe y los dos musulmanes representados en el Consejo.

Una resolución significaría un fuerte respaldo moral para las miles de personas que se juegan la vida en estos momentos en las calles de Libia pero poco puede servir para protegerles eficazmente. Libia ha sido ya varias veces objeto de sanciones económicas de parte de Estados Unidos y de otros países occidentales sin que el régimen de Gadafi se debilitara lo más mínimo.

En esta ocasión, además, la aprobación de sanciones representa para Gadafi la prueba de que está solo y de que su destino es el de una prisión en La Haya, lo que podría empujarlo hacia una posición aún más extrema y combatir hasta la muerte.

Con todas sus limitaciones, esta resolución es todo lo que la comunidad internacional pude hacer en estos momentos. Los siguientes pasos exigirían acciones militares, algo a lo que no parecen dispuestos los miembros de la OTAN ni están reclamando los insurgentes libios por el temor a deslegitimar su movimiento, hasta ahora cívico y nacional.

jueves, 24 de febrero de 2011

Dünya'nın merkezi neresi?


Elbette Türkiye. İnanmayanlar Nasreddin Hoca'nın söylediği gibi alıp arşınlasınlar. Bölgesel üstünlük bir vizyon ve iddia işi.

Dünya'nın merkezi Batı'dan Doğu'ya doğru kayıyor. Çevremizde süren devrim dalgaları, dünyanın merkezinin yerinden oynamasının ve bizim bulunduğumuz coğrafyaya doğru hareketinin öncü sarsıntıları.

Birkaç yıl öncesine kadar dış politika meraklıların veya uzmanların işiydi. Veya, içerideki iktidar mücadelesine cephane taşımak kastıyla birilerinin müracaat ettiği komplolar bataklığından ibaretti. Bugün Beyrut caddeleri, Kahire meydanları, Bingazi sokakları bizim şehirlerimizden bir parça gibi görünüyor. Öyleyse eski basmakalıp düşünceleri, önyargıları bir kenara bırakmalı ve daha akıllı ve bilgili olmalıyız. Tarih ve sosyoloji seferberliğine ihtiyacımız var.

Arapları küçük görenler tarih bilmiyor. Selçuklu ve Osmanlı devletlerinin gerisinde Arapların inşa ettiği İslâm medeniyeti duruyordu. Avrupa, Karanlık Çağ adı verilen Orta Çağ'ı yaşarken İslâm toplumları göz kamaştırıcı bir medeniyet inşa etmişti. Osmanlı İmparatorluğu biraz Roma, ama daha çok Abbasi emperyal geleneğini devralmıştır. Medeniyetler tarihinin zaman aralığı olarak yarıdan fazlası tek başına hâlâ Mısır'a aittir. Antik Yunan'ın, Roma'nın, bütünüyle Hıristiyan düşüncesinin kaynağı Nil vadisidir. Hıristiyan gnostisizmi, olduğu gibi Mısır'dan alınmadır.

Bugün sürmekte olan Batı üstünlüğünün başlangıcı 16. yüzyıla dayanır. Ve artık bu üstünlük sona eriyor. Dünya'nın merkezi Batı'dan eski yurdu olan Doğu'ya doğru taşınıyor. Wallerstein'in 'Dünya sistemi teorisi' bu dönüşümü açıklayacak bir anlam çerçevesi sunuyor. Bu teoriye göre, kompleks bir ağ ile birbirine bağlı tek bir dünya mevcuttur. Dünya sistemi, uluslararası alanda eşitsiz bir iş bölümüne dayanır. Batı Avrupa'da ve daha sonra Amerika'da ortaya çıkan sermaye birikiminin tetiklemesi ile yeryüzünün her köşesi kapitalist dünya ekonomisine entegre oldu. (Dünya sistemi teorisini 5 bin yıllık tarihe teşmil eden teorisyenler de var.) Dünya'nın bir merkezi ve onun dışında kalan kısımların oluşturduğu bir çevresi var. Bunların arasında konumunu ilişkide bulunduğu yere göre kazanan yarı çevre bulunur. Merkez yüksek düzeyde teknolojik ilerlemeye sahiptir ve buna uygun ürünler üretirken; çevrenin görevi merkeze ham madde, tarımsal ürün ve ucuz işgücü sağlamaktır. Merkez ürünlerini pahalı, çevre ise ucuza satmaktadır. Bugün globalleşme adı verilen durum, her şeyin dünya pazarında metalaştığı ve mübadele konusu yapıldığı tek piyasa etrafında dönen dünya sistemini ifade etmektedir. Bugün Arap coğrafyasında demokrasi talebi ile başlayan ayaklanmaları, Wallerstein'in resmettiği şu dört asırdır süren dünya sisteminin artık sona erişinin işareti olarak görmek, pek yabana atılacak bir tez değil.

ABD'nin 1945'ten sonra öne geçtiği, 1989'dan sonra tek hegemon güç haline geldiği dünya sistemi artık sürdürülemez hale geldi. Yaşlı kıta Avrupa, gerçekten yaşlanıyor. Medenî üstünlük iddiasında bulunan toplumların nesilleri yok olmak üzere. Bundan bir asır sonra Batı Avrupa'da Müslüman nüfusun, yerli Hıristiyan nüfusu geçecek olması geleceğin dünyası hakkında sağlam bir fikir veriyor.

Arap coğrafyasındaki ayaklanmaları ABD menşeli bir komplo olarak görmenin açıklayıcı hiçbir tarafı yok. Komplolara dayalı hegemonya diktatörlerle yürür; halklarla değil. Arap toplumları bu başlangıcı yaptıktan sonra taşlar eninde sonunda yerli yerine oturacak ve bu ülkeler sağlam ortak akıllarla yönetilecek. Tıpkı Türkiye gibi, bu akılla doğru istikameti bulacaklar.

ABD, İngiltere'nin II. Dünya Savaşı'ndan sonra yaptığı gibi kontrollü bir 'hegemonya tasfiye süreci' içinde. Ağırlık Asya kıtasına doğru kayıyor. Uzun vadede Dünya sistemi küçülen ABD hegemonyası ile yükselen Asya arasında bir dengeye dayanacak. Koca dünyanın denge noktası ise Türkiye olacak. Türkiye, bu büyük terazinin tam merkezinde duruyor. Bunu fark etmek için Nasreddin Hoca gibi ölçmeye gerek yok; haritaya bakmak yeterli.

Gadafi advierte con el cierre del grifo del petróleo libio


El dictador vuelve a dirigirse a los libios a través de una llamada telefónica emitida por la televisión Libia.- Gadafi asegura que es Al Qaeda quien está detrás de las revueltas

Muamar el Gadafi ha vuelto a dirigirse al pueblo libio, esta vez a través de una llamada telefónica que ha transmitido la televisión libia. Sin el tono excesivamente amenazante del discurso anterior , el dictador libio ha seguido señalando a Al Qaeda como responsable de los disturbios y ha advertido de que si siguen las revueltas el suministro de petróleo está en riesgo .

"La gente no tiene razón para quejarse más", ha dicho el líder libio, que mantiene que los "niños", armados por las calles del país, están bajo el efecto de las "drogas" y la influencia de Al Qaeda. "Bin Laden, este es el enemigo que está manipulando a la gente", ha insistido el dictador." Tenéis que tener cuidado con vuestros hijos, controlarles", ha pedido Gadafi dirigiéndose a los padres libios. "Tenéis que quitarles las armas", les ha ordenado, "la constitución es muy clara: quitadles las armas". Muamar Gadafi ha transmitido sus condelencias a las familias de los que han muertos estos días, pero para añadir: "Me pregunto si Bin Laden va a pagar las compensaciones a las víctimas",

Gadafi también ha usado la amenaza del corte de suministro de petróleo si no paran las protestas. "Si los ciudadanos no van a trabajar se cortará el suministro de petróleo", ha asegurado el dictador libio, a sabiendas de que el barril de crudo escala hasta superar los 120 dólares.

Como hiciera el pasado martes, Muamar Gadafi ha vuelto a llamar los miembros de los comités populares "a salir a pelear" contra "aquellos que responden a las órdenes de Bin Laden". Con el mismo tono megalómano que el pasado lunes, Gadafi ha asegurado que el no ostenta ningún cargo. "En las monarquías el Rey es simbólico, no interviene. Aquí hay comités populares, vosotros tenéis el poder" ha dicho Gadafi en la conversación telefónica y tras recordar que la reina Isabel II de Inglaterrra lleva más de 50 años en el poder sin que nadie lo cuestionase.

"Libia puede seguir el mismo camino que Irak", ha amenazado, en un discurso aparentemente improvisado y muy repetitivo. "A ellos no les importas tú o nuestra agricultura o nuestra industria" ha insistido en relación a Al Qaeda. "Solo quieren matar a tus hijos" ha proseguido. "Si queréis que Al Qaeda tome el país ya veréis como Estados Unidos lo bombardea como Afganistán o Irak (...) A Sadam Husein también le ligaron con Al Qaeda", ha insistido en el discurso del miedo.

Mientras, Libia sigue dividida en dos bandos . Las fuerzas leales a Muamar el Gadafi mantienen un férreo control sobre Trípoli, y los rebeldes parecen haber extendido la revuelta al oeste del país, donde se libran enfrentamientos por el control de las ciudades de Zauiya y Sabratha, a menos de 50 kilómetros de la capital.Gadafi también ha tenido palabras para desmentirlo: "Lo que está sucediendo en Zauiya es una farsa...los hombres sanos no entran en la farsa".

Las palabras de Muamar Gadafi llegan horas después de que su hijo Saif El Islam asegurara que "la vida transcurre con normalidad en Libia". Desafiante, Saif El Islam ha instado a todos los periodista a entrar en Libia. "Desafío a todo el mundo a que me enseñen dónde están todos los muertos que dicen. Mañana todos los periodistas del mundo podrán ver la realidad, viajar a dónde quieran, en avión, por carretera y que juzguen con sus ojos", ha dicho en tono más que desafiante.

El ministro de Justicia, Mustafá Abul Jalil, que se unió al levantamiento popular contra Gadafi el pasado lunes , ha negado la existencia de cualquier nexo con el grupo terrorista que lidera Bin Laden. "Los libios se encuentran en estado de unidad nacional", ha asegurado en una entrevista."No existe ni Al Qaeda ni ningún grupo terrorista en Libia"

Devrim fırtınası


Ortadoğu, siyasi zemin üzerindeki geleneksel bütün yapıları yerle bir eden şiddetli bir deprem geçiriyor. Elbette duruma vaziyet etmeye çalışıyorlar, ama ABD ve Avrupa "Bu nasıl bir deprem?" diye sorup şaşkınlıklarını da dile getiriyorlar.


Patlamaları tetikleyen, Tunus'ta Zeynel Abidin bin Ali'nin ülkeyi terk etmesiyle bir anda kitlelerin korku duvarını aşması oldu, bu Mısır'da Mübarek'in de devrilmesiyle diğer ülkeleri bir ateş denizi gibi sardı. Şimdi devrim fırtınası yaşanıyor.

Sivil-medeni veya kanlı, eninde sonunda Batı'nın malzemesiyle çürük zemin üzerinde inşa edilmiş bulunan siyasî yapılar (askerî diktatörlükler, otokrat rejimler, monarşiler) yıkılıp gidecek. Şimdilik fıkıh usulünün temel bir kuralı hükmünü icra ediyor: "Def'i mazarrat celb-i menafiden evladır/ Zararın defedilmesi, faydanın celbinden önceliklidir". Önce çürükler temizlenecek. Çürük yapıları enkaza dönüştüren yerin altından gelen derin sarsıntı, fay hattının kırılmasıdır. Deprem gibi, sosyal ayaklanmalar, patlamalar ve sarsıntılar İlahi sünnete (tabii ve sosyal yasalara) bağlı olarak cereyan ederler.

Tunus'ta olayların başladığı aralık ayından beri kendi ülkelerindeki sorunlara, bölgeye ve dünyaya Batılıların perspektifinden bakanlar büyük bir kaygıya düştüler: "Sakın Arap âlemi İran türü bir İslam devrimine sahne olmasın, sakın Müslüman Kardeşler, İslamcılar inisiyatif kazanmasın!" Kaygıları yatıştırmak üzere üç argümana başvuruldu:

1) Meydanlara dökülenleri yönlendiren İslamcılar değil. İslamcıların etkisi sınırlı. Her gruptan insan var. Kitlelerin talepleri modern-demokratik nitelikte;

2) Oliver Roy, bir kere daha sahneye çıktı ve "Merak etmeyin bu siyasal İslam işi değildir." dedi. "Siyasal İslam'ın İflası"nı yazdığı günden bu yana Roy'un hiçbir görüşü doğrulanmamış olsa bile, İslamofobi'nin derin etkisindekileri rahatlatma gibi fonksiyonel bir değeri var. Herkes istediği gibi kendini avutma özgürlüğüne sahiptir elbette.

3) Bir başka argüman milyonların internet üzerinden devrim yaptıkları. Buna "sosyal medya devrimi" diyenler de oldu. Eğer devrimciler internet nesli ise, "Bizim çocuklar başarıyor" demektir, korkmaya gerek yok. Libya'da 42 yıllık dikta rejimini devirmek üzere ayağa kalkan Libyalılarda internet kullanma oranı binde 35. Kral Abdullah ve kraliçenin harcamalarından çılgına dönen kabilelerin haymeleri sosyal paylaşım sitelerinin çok uzağındalar. 1979 İran İslam devriminde teyp kasetleri rol oynamıştı. Bugün de Ortadoğu devriminde internetin oynadığı rol, İslam devriminde teyp kasetlerinin oynadığı rolden fazla değil.

Gerçek olan, Ortadoğu'nun derin bir sosyal deprem yaşıyor olması. Bu depremi tetikleyen üç ana faktör var ki, bunlar da tamamen siyasi istibdada isyan, ekonomik sorunlar (yoksulluk, gelir bölüşümündeki adaletsizlik, kamu bütçesinin yağması, azgın azınlığın karunvari hayat tarzı); İslam dünyasının Batı ve İsrail karşısında incinen gururu. Libya'daki bir pankartta şunlar yazılı: "La zille ve la ar, ha ya ahfad el Muhtar: Ömer Muhtar'ın torunları. Ne zillet ne utanç!"

Gözden kaçırılmaması gereken bir başka nokta var: Bu deprem bütün Ortadoğu'yu, belki yakın gelecekte İslam dünyasının diğer bölgelerini ve bir ihtimal diğer beşeri havzaları da içine alacaktır. Şimdilik Arapların yanında Siyahi Afrika'dan Irak Kürdistan Bölgesel Yönetimi'ne kadar benzer ayaklanmalar baş göstermiş bulunuyor. Talabani'nin bölgesi Süleymaniye, Barzani'nin bölgesi Erbil ve diğer Kürt kentlerinde gösterilerin ardı arkası kesilmiyor. Bağdat'ta meydana dökülenler Amerika'nın öldürdüğü yüz binlerce erkeğin geride bıraktığı dul kadınlar ve yetimler.

Eğer bu devrim fırtınasından sonra, eski rejimlerin yerini Batı'nın ambalajladığı paketin alacağı düşünülüyorsa, bu büyük bir yanılgıdır. İsyan küresel kapitalizme, farklı grupları bir arada yaşatamayan ulus devlet modeline ve özellikle Müslüman dünyanın sistemin dışına itilip ötekileştirilmesine, aşağılanıp gururun incinmesine karşıdır.

Los rebeldes ganan apoyo en el oeste mientras Gadafi concentra fuerzas en Trípoli


Los rebeldes ganan apoyo en el oeste mientras Gadafi concentra fuerzas en Trípoli

Las fuerzas leales al dictador se resisten a perder el control del oeste.-El régimen moviliza a mercenarios para defender la capital del acoso rebelde

Sigue al minuto la ola de cambio en el mundo islámico en Eskup

Libia es un país repartido en dos bandos. Mientras las fuerzas leales a Muamar el Gadafi mantienen un férreo control sobre Trípoli, los rebeldes parecen haber extendido la revuelta al oeste del país, donde se libran enfrentamientos por el control de las ciudades de Zauiya y Sabratha, a menos de 80 kilómetros de la capital. En todo caso, la situación sobre el terreno es muy confusa, ya que la carretera que conecta estas ciudades y las une con Trípoli está jalonada por retenes de soldados todavía fieles a Gadafi que han obligado a los rebeldes a replegarse a la zona que discurre entre la carretera y las montañas.

El acoso al régimen también proviene del este. Musratha, la tercera ciudad del país, a 200 kilómetros de Trípoli, ha caído en manos de los rebeldes, uniéndose así a Tobruk y Bangasi, donde los opositores controlan desde el martes la situación.

Los testimonios de personas que huyen de los choques y se refugian en Túnez confirman que los opositores van sumando apoyos en el oeste. Zuara, la ciudad más próxima a la frontera, ha sido liberada tras ser abandonada por el Ejército. Los opositores luchan ahora por conquistar otras dos grandes poblaciones en la ruta hacia Trípoli: Zauiya y Sabratha.

Trabajadores egipcios que han escapado de Zuara aseguran que los manifestantes antigubernamentales han tomado el control del enclave y, al igual que sus compatriotas del este, han constituido "comités populares" para reestablecer el orden. "Las comisarias han sido quemadas y no queda rastro de policías ni soldados", han explicado en declaraciones a Reuters. . Eso no quiere decir que no pueda haber ataques de Gadafi en las próximas horas.

La situación en la vecina Zauiya, donde la población habían proclamado la victoria, no es tan clara. La mezquita usada como refugio por los opositores ha sido atacada por fuerzas leales a Gadafi esta mañana, causando numerosos muertos y heridos, según un testigo contactado por teléfono por Associated Press. Otros testigos citados por Reuters informan de la presencia del Ejército, que ha establecido controles. La cadena Al Arabiya habla de más de cien muertos y centenares de heridos. Y en la cercana Sabratha, a 80 kilómetros de Trípoli, las tropas han irrumpido en la ciudad mientras se han escuchado disparos. Helicópteros enviados por fuerzas leales a Gadafi sobrevuelan ambas ciudades y efectúan disparos.

Está previsto que Gadafi se dirija "en breve" a la población de Zauiya, en lo que será su tercer discurso desde que estalló la revuelta. Mientras, Seif el Islam, su hijo designado como sucesor, ha comparecido en la televisión estatal para rechazar que haya habido bombardeos contra los manifestantes y asesinatos de "centenares o miles de personas". Además, ha invitado a los periodistas que esperan en la frontera de Túnez a entrar en Libia. "Adelante, que entren, que crucen y pasen", ha dicho, desafiante.

Trípoli, ciudad fantasma

La autoridad de Gadafi parece haber quedado reducida al bastión de Trípoli, donde se ha atrincherado junto a las milicias de mercenarios africanos que siembran el pánico entre la población. Los relatos de testigos hablan de que los guerrilleros leales al dictador patrullan las calles fuertemente armados, con el respaldo de tanques y vehículos blindados, para frenar cualquier conato de revuelta. A diferencia de muchos militares que han desertado y se han unido a la rebelión, ellos ejecutan sin contemplaciones la orden de disparar y matar a cualquiera que se interponga en su camino. Su despliegue han convertido Trípoli es una ciudad fantasma. El clima de terror no ha impedido que los opositores que aun permanecen en la ciudad hayan convocado para este viernes una gran marcha inspirada en las que forzaron la caída de Hosni Mubarak en Egipto.

Consciente de que se avecina la batalla final, el dictador ha realizado hoy un llamamiento a la desesperada para que los miles de mercenarios disgregados por el país se unan a la defensa de la capital. Además de contener el avance rebelde, el régimen de Gadafi tiene que hacer frente a la pérdida creciente de apoyos. A las dimisiones de los ministros de Justicia y Emigración, se sumó ayer , la del ministro del Interior y antiguo compañero de armas de Gadafi, el general Abdulá Yunis. No obstante, el régimen de Gadafi intenta mantener a flote la moral de los suyos y ha lanzado un nuevo mensaje a través de la televisión estatal en el que exige a los rebeldes que entreguen las armas y ofrece dinero a aquellos que aporten datos que conduzcan a la captura de los lídereres de la revuelta.

La situación de los partidarios de Gadafi es tan desesperada que 17 pilotos de la Fuerza Aérea de Libia han sido ejecutados en Trípoli tras negarse a bombardear barrios en poder de los rebeldes de la ciudad de Zauia, a 44 kilómetros de la capital, según fuentes libias relacionadas con el Ejército, informa Ignacio Cembrero. El diario Quryna -perteneciente a un grupo mediático propiedad de un hijo de Gadafi- informa de que un avión militar se ha estrellado a las afueras de la ciudad, sin causar víctimas. El motivo: el piloto y el copiloto del aparato, un Sukoi 22, han saltado en paracaídas para evitar cumplir la orden de bombardear la ciudad.

Mercenarios encarcelados en Bengasi

En Bengasi, la segunda ciudad del país y epicentro de la protesta, los manifestantes ya han tomado por completo el poder, según han podido comprobar reporteros de Reuters. Miles de personas ocupan las calles de esta localidad, situada 1.200 kilómetros al este de la capital, Trípoli, y festejan el fin del poder de Gadafi. Alrededor de una docena de "mercenarios" han sido encarcelados este jueves después de ser sometidos a juicio. "Han sido interrogados y ahora están en un lugar seguro y bien alimentados", ha explicado Imam Bugaighis, un profesor libio de 50 años que colabora en la organización de los comités para gestionar la ciudad.

Testigos y periodistas que han logrado entrar en el país por Egipto confirman que la ciudad fronteriza de Musaid está también en manos de los manifestantes. Lo mismo pasa, avanzando 150 kilómetros hacia el oeste, en Tobruk, un puerto estratégico en el distrito más próximo a Egipto. Los militares decidieron apoyar allí las protestas y este miércoles, por primera vez, se han podido ver imágenes en directo de una manifestación anti-Gadafi porque han entrado televisiones internacionales.

"Gadafi morirá en Trípoli"

El número de muertos sigue siendo todavía una incógnita y oscila entre los 300 declarados por el régimen, los 1.000 considerados verosímiles por el ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, y los 10.000 que señala un miembro libio de la Corte Penal Internacional (CPI), Sayed al Shanuka, en la cadena Al Arabiya.

"Perderá y tendrá que irse o morirá en Trípoli, pero nada podrá evitar que el pueblo acabe con él", dice en el puesto fronterizo de Ras el Adjir un libio que se envuelve con la antigua bandera tricolor del reino de Libia (1951-1969) en lugar de la actual, de color verde, adoptada en 1977. Esa bandera todavía se divisa desde Túnez al final de la frontera, en la parte libia y todavía inaccesible. El puesto fronterizo es el punto de encuentro de periodistas, ONG y ciudadanos tunecinos que se acercan a ver la llegada de los refugiados, unos 10.000 en los dos últimos días, la mayoría tunecinos o de otras nacionalidades que trabajaban en Libia. A medida que iban pasando, cargados de maletas y bolsas de plástico, los tunecinos les recibían con algunos gritos utilizados en las protestas que acabaron hace más de un mes con la huida del dictador de Túnez, Ben Ali. "Dégage, dégage... [lárgate]. Lo gritamos entonces contra él y lo dijeron también los egipcios con Mubarak. Es el momento de los libios", comenta un habitante de la ciudad tunecina de Ben Gardan, a 35 kilómetros de la frontera, que se había desplazado hasta la aduana para dar la bienvenida a los refugiados.

Algunos de ellos mostraban pruebas de las medidas que el régimen está aplicando a los extranjeros. Un joven se quitó la camiseta delante de los periodistas y enseñó la espalda llena de marcas de haber recibido palos hasta la extenuación. "Soy tunecino y la policía de allí nos odia porque conseguimos lo que queríamos en Túnez, echar al dictador. Eso nos convierte en objetivo", explicaba.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Diktatörler


Trablus'ta, Muammer Kaddafi'nin evinin önünde tek kişilik bir tiyatro seyrediyoruz.

Oyuncu kendisi. Diktatörlerin dünyasını kavramak için öfke nöbetine tutulmuş şekilde söylediği şu sözleri diğerlerinden ayırmamız lâzım: "Muammer Kaddafi, devrimin lideridir. İstifa edecek devlet başkanı değilim ben... Burası benim ülkem. Muammer görevini terk edecek başkan değil. Muammer sonuna kadar devrimin lideri."

Arap dünyasında olanlar, tarihin bir daha geri döndürülemez biçimde bambaşka bir mecraya döküldüğünü gösteriyor. 20. yüzyılın büyük bölümüne Sovyet devrimi damgasını vurmuştu. 21. yüzyıl, öyle anlaşılıyor ki yanı başımızda peş peşe patlayan bu ayaklanmaların belirleyeceği bir istikamete doğru ilerleyecek. Türkiye, bu kaynayan, ayaklanan ve geleceğini arayan ülkelerin fiilen tam merkezinde bir güven adası oluşturuyor. Türkiye'den yayılan pozitif enerji bu halkların kabaran öfkesini teskin edecek. Onlar Türkiye'ye yönlerini dönerek durulacak ve istikrara kavuşacak. Detayların, komplo teorilerinin arasında kaybolup anlamakta ve yorumlamakta zorlandığımız bu zorlu dönüşüme tam içinden, kitlelerin silip süpürdüğü statükonun tam merkezinden bakmak olan biteni anlamayı kolaylaştıracak. Bu statüko, aslında diktatörlerin kısır ve gerçek dışı dünyası kadar basit bir temele dayanıyor. Tanrılık iddiasında bulunan zavallı ölümlülerin içi boş kibrinin ve bu kibrin çoğalttığı zulmün ve acımasızlığın dünyası bu. Kaddafi'nin yukarıdaki sözleri, bu içi kof kibrin dışavurumu olarak okununca, zavallı Müslüman halkların yıllardır neler çektikleri ve bugün hangi cenderenin içinden çıkmaya çalıştıkları daha iyi anlaşılıyor.

'Burası benim ülkem' sözü, 'bu ülke bana ait, benim malım' anlamına geliyor. Sadece dağları, denizleri, çölleri ile değil, bu ülkede yaşayan 7 milyon insanla birlikte. Her şeyin maliki, mutlak bilgi ve hüküm sahibi ve can alan, can veren biri duruyor karşımızda. Bugünlerde Bingazi'de, Trablus'ta oluk oluk akan kanın gösterdiği gibi. Kendini tanrı mertebesine yükselten bu diktatörün öz benliği üzerinde dikkat çekici bir vurgusu var. Adam kendinden bahsediyor. Kendi adını söylüyor. Üstelik tekrarlıyor. Adeta bizimle değil, kendisiyle konuşuyor. Kendi içindeki yüceliğe, üstünlüğe hitap ediyor. Diktatörlerin hastalıklı dünyasını tanımak için bu sese kulak vermemiz lâzım.

1969 yılında 27 yaşında genç bir yüzbaşı iken ele geçirdiği iktidarı, rakipsiz, denetimsiz ve kontrolsüz bir şekilde tam 42 yıl sürdürdü. Kimse onu eleştiremedi. Kimse ona itirazda bulunamadı. 42 yıl, mutlak bir iktidara sahip olmak, bir insanın hatasız, eksiksiz ve mükemmel olduğuna iman etmesi için gereğinden fazla uzun değil mi? Bu kadar mükemmel olmak, tek adam olmayı, tek adam olmak da yalnızlaşmayı getirir. Konuşan, deli gömleği giydirilip bir tımarhaneye tıkılması gereken biri. Mutlak iktidarın insanlıktan çıkartıp hasta ettiği bir diktatör: Bu mutlak iktidar sahibi yalnız adamın içindeki pespaye, sıradan katil, yine o yüceler yücesi adama sesleniyor. Onu övüyor ve yüceltiyor. Halkını ise böcek gibi görüyor.

Kuzey Afrika'dan Ortadoğu'ya Müslüman halkları ayaklandıran özgürlük arayışı ülkeden ülkeye farklılıklar gösteriyor. Ama bir ortak payda var: Bütün ülkenin ve halkın sırf kendi üstün varlığına değer ve anlam kazandırmak için halk edildiğine inanan diktatörlerin, o dar, boğucu ve insan onurunu çürüten cenderesinden kurtulmak.

'Bu isyan dalgası Türkiye'ye sıçrar mı?' sorusunu ciddi ciddi soranları rahatlatmamız lâzım. Kaddafi, ayaklananları 'ülkeyi İslâm devletine dönüştürmek isteyen çete üyeleri, sıçanlar ve paralı askerler' olarak niteliyor. Soralım: Bu sözün benzerini Türkiye'de kimler ediyordu? Ve bu lafın benzerini edenler şimdi neredeler? Ya bu sözün muhatapları? Kaddafi'yi biraz konuştursak, ayaklananların 'sivil dikta' peşinde olduğunu bile söyleyebilir. Akıl ve izan, göstericilere su sıkanlarla, kurşun ve bomba yağdıranların demokrasi ile diktatörlük kadar birbirine uzak olduğunu anlatmıyor mu?

İnsanın eşref-i mahlûkat olarak izzetinin, daha ötesi canının, malının, namusunun teminatını sadece demokrasiler veriyor.

Dış politikada çıkarlar ve değerler dengesi

Dış politikada çıkarlar ve değerler dengesi

Uluslararası ilişkilerin oyuncuları olan devletler ile toplumsal ilişkilerin oyuncuları olan bireylerin davranışlarının birbirinden çok farklı olmadığı söylenebilir.

Bireylerin hem bağlı oldukları değerler ve ilkeler, hem de çıkarları vardır ve normal olarak (yani genellikle) başka bireylerle kurdukları ilişkilerde bu ikisini dengelemeye çalışırlar. Devletler de normal olarak (yani genellikle) sadece rejimleri kendilerine benzeyen ülkelerle değil, siyasi, ekonomik ve güvenlikle ilgili çıkarları gereği, kendilerine hiç benzemeyen, üstelik siyasi değer ve rejimlerini tasvip etmedikleri devletlerle de ilişki kurar ve geliştirirler. Hatta bazen kurdukları ilişkiler sonucunda, ilişki kurulan ülkenin bundan etkilenerek, kendileriyle daha uyumlu hale gelmesi beklentisi içinde de olabilirler.

Türkiye de, elbette ki kurulduğundan bu yana, diğer bütün devletler gibi çıkarları nedeniyle siyasi değerleri ve rejimleri benzemeyen ülkelerle ilişki kuruyor. Adalet ve Kalkınma Partisi hükümeti döneminde, izlenen çok yönlü dış politika nedeniyle, gerek devletler gerekse toplumlar arası boyutlarıyla Türkiye'nin uluslararası ilişkilerinin her yönde yayılmakta olduğu bir gerçek. Ankara bir yandan ekonomik çıkarlarını ilerletmek, bölgesinde barış ve istikrara katkıda bulunmak için çaba harcıyor; öte yandan, özellikle son birkaç yıldır, her zaman mazlumların yanında yer alacağını söylüyor. Bütün bu amaçlara hizmet eden bir dış politika izlemek, değerlerle çıkarları dengelemek kolay bir iş değil, birçok güçlükle karşılaşıldığı, karşılaşılacağı muhakkak.

Bu bağlamda, farklı nedenlerle sorun yaşanan başlıca dört ülkeden söz edebiliriz. Sudan, İran, İsrail ve şimdi gündemde olan, 42 yıllık Kaddafi diktasına karşı patlak veren halk ayaklanması dolayısıyla (şimdiye kadar çatışmalarda binden fazla insanın öldürüldüğü bildirilen) Libya. Türkiye, petrol zengini Libya ile esas olarak ekonomik bakımdan ilgileniyor. Türkiye'nin Libya'ya ihracatı artarak geçen yıl 2 milyar dolara ulaştı. Türk firmaları, müteahhitlik ve müşavirlik hizmeti olarak Libya'da 192 iş üstlendi. Bu işlerin toplam değeri 12,5 milyar dolar. Libya'da çalışan Türklerin sayıları da 25 bin olarak hesaplanıyor. Başta İtalya olmak üzere birçok Batı demokrasisi de ekonomik ve güvenlikle ilgili nedenlerle Libya ile ilişkilerini geliştirdi. Britanya bile 1988'deki Lockerbie faciasındaki sorumluluğuna rağmen Libya ile ilişkilerini düzeltti.

Başbakan Erdoğan, kendisine bir itibar kazandırmadığı muhakkak olan Kaddafi'nin insan hakları ödülünü reddedebilir miydi? (Bence münasip bir şekilde geri çevirmesi doğru olurdu.) Şimdi 25 bin yurttaşın kurtarılması çabasının gündemde olduğu ortamda bu yapılabilir miydi? Erdoğan'ın, bu çabaların devam ettiği salı günü Kaddafi'ye "halkını düşman gören ayakta kalamaz " diye seslenmesi yeterli miydi? Geç mi kaldı, yoksa erken mi davrandı? Bunlar da hep tartışılabilecek sorular. Libya olayında dikkat çekici olan, 21 farklı ülkenin, yurttaşlarının kurtarılması için Türkiye'den yardım talep etmeleri. Bu, Ankara'nın bölgesinde barış ve istikrar için herkesle diyalog politikasının lafta değilse pratikte takdir edildiğinin bir göstergesi değil mi?

Değerler-çıkarlar dengesi bağlamında: Sudan'daki, kendi halkına zulmeden otoriter rejimin lideri Ömer el Beşir, Türkiye'ye davet edilmeseydi muhakkak daha iyi olurdu. Başbakan Erdoğan, İran'daki mollaların vesayeti altındaki otoriter rejimin lideri Mahmud Ahmedinecad'ı "dost" olarak ilan etmese, hileli bir seçim sonrasında ilk tebrik eden olmasa, muhakkak daha doğru olurdu. Ama Filistinlileri işgal ve boyunduruk altında tutan, Gazze'de yüzlerce insanı katlettikten sonra, uluslararası sularda seyreden Mavi Marmara gemisinde Türk yurttaşlarını öldürmekte de bir sakınca görmeyen, ilişkileri tamir çabalarının sürekli kundaklandığı İsrail ile çıkar-değer dengesini sürdürmenin mümkün olmadığı görülmedi mi?

Los refugiados que huyen de Libia a Túnez piden ayuda internacional


La ONU estima en unas 5.000 las personas que han cruzado la frontera libio-tunecina.- Hablan de enfrentamientos en el oeste del país y algunos muestran marcas de tortura

La feroz represión con que el dictador libio Muamar el Gadafi intenta aplastar la revuelta popular contra su régimen -bombardeando a los manifestantes con helicópteros y aviones y recurriendo a mercenarios africanos que patrullan las calles- está originando un flujo de refugiados hacia el exterior de Libia, sobre todo hacia los países limítrofes, Túnez por el oeste y Egipto por el este. Son miles los que han salido hacia Túnez -entre 4.000 y 5.000, según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados. En Ras Jdir, en la frontera entre Túnez y Libia, los libios salen con cuentagotas entre trabajadores tunecinos que regresan a casa. Algunos de ellos han llegado con señales de haber sido víctimas de violencia o torturas y cuentan que hay enfrentamientos entre las fuerzas de Gadafi y los opositores en las localidades que jalonan la carretera que une la frontera con la ciudad de Trípoli. Algunas de esas poblaciones, cuentan, han caído en manos de los rebeldes.

Los que llegan a la frontera, siempre abierta, son recibidos al alimón por varias decenas de periodistas y otros tantos ciudadanos tunecinos que actúan a modo de comité de bienvenida y celebran la lucha de sus "hermanos" contra el tirano. Ayer, los tunecinos recibían con los brazos abiertos a los refugiados, mientras que en el lado egipcio, beduinos organizaban caravanas para ayudar a los "hermanos" libios. Sus testimonios al salir de Libia son escalofriantes: unos cuentan que los soldados libios van casa por casa sacando gente para torturarla. De hecho, uno de los libios que ha conseguido atravesar el paso de Ras Jdir mostraba la espalda llena de marcas de porrazos. Entre el caos de tunecinos y periodistas, los recién llegados, libios o de otras nacionalidades, reclaman ayuda internacional, sobre todo para que se facilite el envío de alimentos. "Es una matanza. Tienen que ayudarles", pide un tunecino al cruzar el paso.

Cuentan los que han recorrido la carretera costera que une Trípoli con Ras Jdir -unos 175 kilómetros- que hay enfrentamientos, sobre todo los ha habido durante la noche, en algunas de las poblaciones que cruza la vía. Son tres: Zwara, Sabratah, Zawiya. Algunos sostienen que las fuerzas leales a Gadafi han perdido el control de Zwara y Zawiya. No hay otra forma de llegar al paso que no sea la carretera, salvo adentrarse en el desierto, lo cual no es muy aconsejable, por lo que muchos han sido víctimas de los controles de las fuerzas del régimen, que les arrebatan cámaras, móviles, tarjetas de memoria y todo lo que pueda contener cualquier tipo de imagen de lo que está pasando en el interior del país. Tampoco es posible por el momento para los periodistas hacer el camino inverso, debido a los checkpoints de Gadafi.

Al llegar a territorio tunecino, los refugiados son atendidos por la Cruz Roja, que ha instalado una especie de hospital de campaña junto al paso. Después, autobuses regulares -operados por no se sabe quién- los trasladan al interior, por ejemplo a la localidad de Ben Gardan. Según ACNUR, son entre 4.000 y 5.000 personas las que han atravesado el paso de Ras Jdir desde ayer, informa Europa Press. No está clara la nacionalidad de los que cruzan, aunque parece ser que la inmensa mayoría son tunecinos que trabajan en Libia y que huyen de la violencia. El Alto Comisionado ha desplegado un equipo en la frontera entre Libia y Túnez en el que se registra, entrevista y documenta a estas personas para distinguir a quienes son emigrantes económicos de quienes necesitan protección internacional porque están perseguidos por el régimen deb Gadafi. Se prepara el organismo para un "éxodo significativo", que el ministro italiano de Exteriores, Franco Frattini, convierte en "bíblico" si la revuelta consigue su objetivo de tumbar el régimen de Gadafi.

En el este, en el paso fronterizo de Salum, miles de empleados egipcios que trabajan en Libia están haciendo el camino de regreso a casa en un caos indescriptible, informa la agencia France Presse. Cargando con sus pertenencias, relatan las escenas de violencia de las que han sido testigos, así como la protección que les han brindado los rebeldes que luchan contra el régimen de Gadafi. "Había muchos tiros, querían cazarnos", ha explicado Amr, que jura que no volverá a Libia. Mohamed, que trabaja en Tobruck, cuenta que los contrarios a Gadafi, que han logrado el control de la ciudad, han hecho todo lo posible por ayudar a los egipcios. "Antes, los libios nos querían explotar. Ahora, nos quieren ayudar", dice. Alrededor de 1,5 millones de egipcios viven y trabajan en el país vecino, sobre todo en su rica industria petrolera.

Ayer, los testimonios recogidos en las fronteras con Túnez y Egipto hablaban de granadas, mercenarios, disparos indiscriminados contra la población civil por parte de los brazos armados del régimen de Gadafi.

Éxodo bíblico

La posible salida masiva de libios, no sólo hacia los países vecinos, sino hacia Europa, constituye otra preocupación. El ministro de Exteriores de Italia, Franco Frattini, teme un "éxodo bíblico" de libios hasta 300.000, estima, si cae el Gobierno de Gadafi, una posibilidad que abriría un futuro "imposible de imaginar". En una entrevista con Il Corriere Della Sera, , dice que Italia no puede subestimar esa posibilidad, que no sólo afectaría a Italia, dado que la región libia de la Cirenaica está más cerca de Grecia. Cree que hay unos 2,5 millones de africanos subsaharianos en Libia que huirían en caso de colapso del régimen, tanto a los países limítrofes como a Italia o Grecia. En cuanto a una eventual caída de Gadafi, cree que "es imposible imaginar qué podría pasar en Libia". "No conocemos a ningún político o partido en Libia aparte de Gadafi", dice.

Para afrontar todos estos desafíos, los ministros de Exteriores de los países europeos mediterráneos se reúnen esta tarde en Roma. Los jefes de la diplomacia de Italia, España, Francia, Grecia, Malta y Chipre abordarán "la inestabilidad" en el país y sus consecuencias sobre la inmigración. La idea es "afirmar una línea común" en vísperas de la reunión de ministros de Interior -responsables de la inmigración- mañana en Bruselas.



Cuentan los que han recorrido la carretera costera que une Trípoli con Ras Jdir -unos 175 kilómetros- que hay enfrentamientos, sobre todo los ha habido durante la noche, en algunas de las poblaciones que cruza la vía. Son tres: Zwara, Sabratah, Zawiya. Algunos sostienen que las fuerzas leales a Gadafi han perdido el control de Zwara y Zawiya. No hay otra forma de llegar al paso que no sea la carretera, salvo adentrarse en el desierto, lo cual no es muy aconsejable, por lo que muchos han sido víctimas de los controles de las fuerzas del régimen, que les arrebatan cámaras, móviles, tarjetas de memoria y todo lo que pueda contener cualquier tipo de imagen de lo que está pasando en el interior del país. Tampoco es posible por el momento para los periodistas hacer el camino inverso, debido a los checkpoints de Gadafi.

Al llegar a territorio tunecino, los refugiados son atendidos por la Cruz Roja, que ha instalado una especie de hospital de campaña junto al paso. Después, autobuses regulares -operados por no se sabe quién- los trasladan al interior, por ejemplo a la localidad de Ben Gardan. Según ACNUR, son entre 4.000 y 5.000 personas las que han atravesado el paso de Ras Jdir desde ayer, informa Europa Press. No está clara la nacionalidad de los que cruzan, aunque parece ser que la inmensa mayoría son tunecinos que trabajan en Libia y que huyen de la violencia. El Alto Comisionado ha desplegado un equipo en la frontera entre Libia y Túnez en el que se registra, entrevista y documenta a estas personas para distinguir a quienes son emigrantes económicos de quienes necesitan protección internacional porque están perseguidos por el régimen deb Gadafi. Se prepara el organismo para un "éxodo significativo", que el ministro italiano de Exteriores, Franco Frattini, convierte en "bíblico" si la revuelta consigue su objetivo de tumbar el régimen de Gadafi.

En el este, en el paso fronterizo de Salum, miles de empleados egipcios que trabajan en Libia están haciendo el camino de regreso a casa en un caos indescriptible, informa la agencia France Presse. Cargando con sus pertenencias, relatan las escenas de violencia de las que han sido testigos, así como la protección que les han brindado los rebeldes que luchan contra el régimen de Gadafi. "Había muchos tiros, querían cazarnos", ha explicado Amr, que jura que no volverá a Libia. Mohamed, que trabaja en Tobruck, cuenta que los contrarios a Gadafi, que han logrado el control de la ciudad, han hecho todo lo posible por ayudar a los egipcios. "Antes, los libios nos querían explotar. Ahora, nos quieren ayudar", dice. Alrededor de 1,5 millones de egipcios viven y trabajan en el país vecino, sobre todo en su rica industria petrolera.

Ayer, los testimonios recogidos en las fronteras con Túnez y Egipto hablaban de granadas, mercenarios, disparos indiscriminados contra la población civil por parte de los brazos armados del régimen de Gadafi.

Éxodo bíblico

La posible salida masiva de libios, no sólo hacia los países vecinos, sino hacia Europa, constituye otra preocupación. El ministro de Exteriores de Italia, Franco Frattini, teme un "éxodo bíblico" de libios hasta 300.000, estima, si cae el Gobierno de Gadafi, una posibilidad que abriría un futuro "imposible de imaginar". En una entrevista con Il Corriere Della Sera, , dice que Italia no puede subestimar esa posibilidad, que no sólo afectaría a Italia, dado que la región libia de la Cirenaica está más cerca de Grecia. Cree que hay unos 2,5 millones de africanos subsaharianos en Libia que huirían en caso de colapso del régimen, tanto a los países limítrofes como a Italia o Grecia. En cuanto a una eventual caída de Gadafi, cree que "es imposible imaginar qué podría pasar en Libia". "No conocemos a ningún político o partido en Libia aparte de Gadafi", dice.

Para afrontar todos estos desafíos, los ministros de Exteriores de los países europeos mediterráneos se reúnen esta tarde en Roma. Los jefes de la diplomacia de Italia, España, Francia, Grecia, Malta y Chipre abordarán "la inestabilidad" en el país y sus consecuencias sobre la inmigración. La idea es "afirmar una línea común" en vísperas de la reunión de ministros de Interior -responsables de la inmigración- mañana en Bruselas.

martes, 22 de febrero de 2011

¡Despiértate Norte América!


Por: Hasan Turk


Profesor


Relaciones Internacionales


Universidades de Antioquia y Medellín


hasturco@gmail.com

https://hsnturco.blogspot.com


Casi todos los países del mundo se dieron cuenta que ya se acabó la Guerra Fría, menos uno, que es Estados Unidos. En realidad yo consideraba que los habitantes de la Casa Blanca, Pentágono y sus asesores eran más inteligentes y que podrían entender el mundo mejor.



No hay que ser injusto, durante décadas lo hicieron muy bien en la Guerra Fría mostraron una habilidad excelente, pero se quedaron dormidos y no se pudieron despertar de ese sueño, o tal vez no quieren despertarse. Bueno, nadie despertaría de ese sueño.

Para muchos analistas e historiadores los años entre 1900-1945 fue una competencia dura, las potencias europeas luchaban para mantenerse en el poder y en otro lado las nuevas potencias como Estados Unidos y Rusia lucharon para consolidar su poder. Ahora, no estamos en la época de la Primera Guerra Mundial ni en la Guerra Fría.



Si miramos los acontecimientos mundiales de los últimos 15/20 años, vamos a ver que el mundo ya no es el mismo. En el ámbito político y económico están surgiendo potencias como Brasil, Rusia, India y China (BRIC) que en general quieren modificar a la ONU y al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y están desafiando los intereses económicos de Estados Unidos en diferentes continentes.

Las economías emergentes gritan a la potencia hegemónica diciendo que nosotros también estamos aquí, quieren ser actores importantes y decisivos en el sistema internacional y están diseñando sus propias políticas internas y externas según sus intereses. También, estamos viendo un cambio político, económico y social en América Latina. Durante la Guerra Fría era difícil ver a un Chávez que podía desafiar sus políticas en su patio trasero, en otro lado, Brasil está jugando por lo grande.

Estamos viendo unos hechos históricos y sin precedentes en Oriente Medio. Esta región fue el último en despertarse de la Guerra Fría, fue el último, porque estaban gobernados por los dictadores que habían llegado al poder durante la Guerra Fría.

Los asesores y políticos de la Casa Blanca pensaron que el pueblo de Oriente Medio se va a quedar en ese sueño eternamente, pero se equivocaron y los árabes sorprendieron al mundo. En Oriente Medio se inició un movimiento que va a ir hasta al final, porque la derrota de los dictadores está animando a los jóvenes y a la población en general y estamos viendo que lo que se inició en Túnez, causó un efecto dominó en la región.

Estados Unidos tiene muchos amigos que lo están avergonzando como Mubarak, Ben Ali, Rey Abdala II y Rey Abdala de Arabia Saudí entre otros y también Estados Unidos con sus aliados autócratas en la región están avergonzando a sus ciudadanos y en general al mundo entero. Obviamente en ésto, los ciudadanos norteamericanos no tienen la culpa, pero sí tienen responsabilidad a la hora de elegir a sus dirigentes.



Los ciudadanos de Estados Unidos hace unas décadas andaban en Oriente Medio, en América Latina y en el resto del mundo con sus cabezas en alto, pero ahora no se qué van a hacer. Hablaban de su país con orgullo, como el sueño americano, el país de las libertades, siempre está al lado de los justos, como el faro de la humanidad, que está en el mundo para guiar a la humanidad, acabar con el oscurantismo y que son los portadores de la democracia.

Pero los mismos ciudadanos norteamericanos y los ciudadanos del mundo se están dando cuenta que las cosas no son así, muchos lo sabían, pero ahora los hechos una vez más lo están confirmando. Qué ironía, ¿cómo va a ser posible que el portador de la democracia sea el mismo obstaculizador de la democracia en muchas regiones del mundo?



El autor del libro: “Los Próximos Cien Años” George Friedman, claramente lo confiesa en su obra diciendo: “Estados Unidos no necesita ganar guerras, le basta con trastocar y enemistar entre sí a sus enemigos y competencias, para que no puedan emerger como potencias”.



Hemos visto claramente ésto durante décadas, a veces enemistando los vecinos entre sí y a veces enemistando a los líderes de un país con sus propios ciudadanos, como está ocurriendo en Oriente Medio y como ocurrió durante décadas en América Latina.

¡Despiértate Norte América!, porque antes las palabras de los líderes norteamericanos hacían eco positivo en el mundo, ahora también, pero esta vez está haciendo un eco negativo. Porque muchas personas en el mundo no confían en las políticas de Estados Unidos, si los políticos de Estados Unidos dicen blanco, el mundo dice negro, todo lo que dicen funciona contra ellos. Por eso; ahora los políticos norteamericanos deberían despertarse de ese sueño.

Obviamente, el despertar va a ser doloroso, aceptar la realidad es duro, pero no son únicos, simplemente miren la historia, hay muchos cementerios de imperios en el mundo.

Señores políticos de todo el mundo, ya llegó la hora de despertarse, el mundo ya no es el mismo de hace unas décadas, ojalá que sí se puedan adaptar al nuevo despertar.

AROMAS DE JAZMÍN Y LIBERTAD EN EL MAGREB




Los ecos templados de la revolución democrática en la región.

MARTIN BUREAU/AFP/Gettyimages

G. Seguir, de cincuenta y cuatro años, invidente y minusválido, llega acompañado de sus hijos, a una de las dependencias del Ayuntamiento de M’sila, en pleno Atlas argelino. Se ha envuelto en la bandera nacional. El señor se queja amargamente de que, a pesar de haber saldado sus deudas con Sonelgaz, la sociedad nacional dedicada al suministro de agua y electricidad, ha pasado una jornada más de lo previsto sin estas dos necesidades básicas por culpa de la lentitud administrativa. En plena protesta pública, G. Seguir se rocía gasolina y amenaza con quemarse a lo bonzo junto a sus dos hijos: una niña de 8 años y un chico de 11. Gracias a la intervención de varias personas, los niños, víctimas de un ataque de nervios, son retirados de la escena, aunque no logran evitar que G. Seguir se prenda fuego. Hoy este padre de familia argelino permanece en estado crítico en un hospital.


Como G. Seguir, en Argelia ocho personas han intentado, en algo más de una semana, quitarse la vida en actos semejantes de desesperación. Todos ellos, como el caso de una cincuentenaria que se quemó en la Asamblea local de una ciudad del oeste argelino, o el intento de suicidio colectivo de una veintena de personas que viajaban en una patera rumbo a las costas españolas, que era interceptada por los guardacostas de la ciudad de Annaba (Argelia). Desde que el 17 de diciembre, el ahora célebre y mártir vendedor de verduras e informático en paro Mohamed Bouazizi, encendiera con su inmolación en la ciudad tunecina de Sidi Bouzid la mecha de la revolución social que acabó con 23 años de régimen autoritario en el país, la trágica moda se extiende por varios países de la región. Marruecos, Argelia, Mauritania y Egipto. Algo ha cambiado después de la exitosa revolución popular que ha abierto el camino a la democracia en Túnez.


Todos son conscientes: militares, periodistas, profesores, políticos y, sobre todo, los ciudadanos para los que Internet sigue siendo algo procedente de otra galaxia. Una viñeta del diario argelino El Watan, abanderado de la libertad de prensa en el país, mostraba la sombra de una estatua del depuesto Zine el Abidine Ben Alí a punto de caer hacia poniente y proyectándose sobre Argelia y Marruecos. La pregunta que desde hace días está en boca de todos es la misma: ¿el escenario tunecino es equivalente al del resto de países del Magreb? ¿Puede la carestía de los productos de primera necesidad y el deterioro de las condiciones de vida de la población provocar una ola de revoluciones democráticas, laicas y populares?


Argelia comenzó a golpear pronto, con la misma contundencia que su vecino. El brote de protestas por la inflación y la pérdida de poder adquisitivo de un pueblo extraordinariamente joven -más del 70%, según el Fondo Monetario Internacional, tiene menos de 30 años- recorría Argel, pero también la contestataria región de la Cabilia y Tizi Uzu, además de Orán o Béjaia. Por el momento, la contundencia de las fuerzas del orden dirigidas por el general Buteflika ha logrado, por el momento, una tensa calma en el gigante magrebí. Además, la ventaja de tener unas finanzas públicas boyantes -gracias a los ingresos procedentes de las exportaciones de gas y petróleo- permitió al Gobierno aprobar un paquete de medidas económicas destinadas a aliviar la situación de los maltrechos bolsillos de los argelinos. Entre ellas la supresión de los aranceles y el IVA hasta el próximo mes de junio del azúcar no refinado y los aceites alimentarios con vistas a abaratar los precios. El resultado casi inmediato fue el cese de los disturbios, que dejaron atrás tres muertos, más de 800 heridos y centenares de detenidos. La última demostración de fuerza del régimen se produjo el pasado fin de semana cuando una manifestación contra la dictadura convocada por el partido la Reunión por la Cultura y la Democracia (RCD) fue disuelta violentamente.


Si la calle es duramente reprimida, la libertad se cuela por las rendijas de la activa prensa argelina, que se atreve a hablar estos días de estado de sitio nacional y de la necesidad de un cambio democrático. La poca oposición política real se afana por hacerse un hueco entre las protestas populares. El Watan capitanea la publicación de cables de Wikileaks críticos con el régimen militar del Frente de Liberación Nacional (FLN), como el que habla del fraude electoral de Buteflika en 2009. Un hecho que en el vecino marroquí la retirada de ejemplares de periódicos como El País, Le Monde o Al Quds Al Arabi, publicaciones que osaron llevar a sus páginas filtraciones del célebre portal relativas al poder autocrático de Mohamed VI.


El antecedente saharaui: Aunque con el telón de fondo del conflicto del estatus político del Sáhara Occidental, lo cierto es que las protestas por las penosas condiciones de vida que sufre la población saharaui que tuvieron lugar en el campamento de Gdeim Izyk el pasado octubre, pueden considerarse el precedente de esta ola de revueltas que recorre el Magreb. La presencia del evanescente Frente Polisario y los variopintos colectivos internacionales de apoyo al pueblo saharaui tornaron pronto el objeto de la protesta en una reivindicación soberanista que sus organizadores siempre desmintieron. Luego llegó la intervención del Ejército marroquí y el control absoluto de la ciudad El Aaiún, epicentro de las revueltas posteriores. Argelia y la prensa española se convirtieron en el enemigo de Marruecos, que acabó controlando la situación. La pasada semana, en Smara, no lejos de El Aaiún, un hombre se unió a la ola regional de intentos de suicidio intentándose inmolar a las puertas de la prefectura de la ciudad.


Marruecos, la autoridad del monarca: Son las tres de la tarde. Un grupo de unos doscientos jóvenes veinteañeros, portando pancartas y vistiendo unos llamativos petos color butano, protesta a las puertas del Parlamento de Rabat. La escena se produjo la pasada semana, pero es una fotografía fija en los últimos años. Se quejan de la falta de oportunidades laborales del mercado marroquí para ellos, licenciados universitarios. Aspiran a los insuficientes salarios de la administración pública, si tienen la suerte de acceder a ella, que rondarían aproximadamente los 250 euros mensuales. Blanden retratos del Rey y banderas nacionales. Quieren dejar claro que su protesta no va dirigida contra la figura del jefe del Estado y emir de los creyentes. La crítica tiene como blanco la desacreditada clase política, la corrupción de los dirigentes, un etéreo estado general de las cosas que se afanan por desvincularse de las responsabilidades y las buenas intenciones del monarca alauí.


En ello estriba precisamente una de las diferencias que hacen el caso marroquí distinto del argelino, tunecino, libio o egipcio. En los demás vecinos norteafricanos la figura del mandatario no está investida de un carácter religioso y divino como en el caso de Marruecos y el pueblo es consciente del origen civil de la autoridad del general Buteflika, del coronel Gadafi o del octogenario presidente egipcio Hosni Mubarak.


No obstante, hasta el poniente de Marruecos se han dejado sentir aires del vendaval de Túnez. Aunque silenciados por la censura oficial –el retroceso en la libertad de prensa en los últimos meses en el país es evidente: el cierre del semanario Nichane, la delegación de Al Jazeera y los problemas sufridos por la prensa española lo atestiguan–, varias localidades marroquíes han registrado en los últimos días pequeñas concentraciones de protestas por la carestía de precios. La elevada tasa de analfabetismo –según ciertas fuentes superior al 50% de la población– explica, en suma, la debilidad y la falta de organización de la protesta, en una diferencia fundamental respecto a los vecinos tunecino, sobre todo, y argelino en menor medida.

¿El escenario tunecino es equivalente al del resto de países del Magreb?


¿Qué país tiene más posibilidades de repetir una revolución como la vivida en Túnez? No pocos analistas señalan que la situación social en Egipto reproduce muchos de los síntomas propicios para una revuelta general. Una presión demográfica dramática –más de 80 millones de personas–, previsiones de inflación galopante, las heridas de la comunidad copta aún supurando y un régimen asfixiante, que trata de sobrevivir al ocaso del dictador permitiendo un aumento gradual de las libertades, empujan a la población egipcia a la movilización. Para marcar el carácter simbólico del preludio, el pasado 18 de enero un hombre se quemaba a lo bonzo a las puertas de la Asamblea Nacional en El Cairo. No ha sido el único caso en Egipto.


¿Miedo al ascenso de los islamistas?: Mohamed VI es consciente de que una de las pocas amenazas a la estabilidad del régimen –hoy muy debilitada— la constituye el islamismo político. Para combatir al partido que hoy agrupa a esta tendencia, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), formación de implantación urbana y segunda en las elecciones generales de 2007, el monarca ha favorecido el ascenso de un amigo personal, Fouad Ali el Himma, antiguo segundo de a bordo en el Ministerio del Interior, a través del liderazgo del nuevo Partido de la Autenticidad y Modernidad (PAM). Pocos conocen la ideología de la formación que, en tan solo un año de vida, ya logró imponerse en los comicios locales de 2009. El grupo se apresuraba estos días a manifestar su solidaridad con el pueblo tunecino y a celebrar “su compromiso con la democracia, el Estado de derecho y la modernidad”. Al mismo tiempo, el Gobierno marroquí prohibía cualquier tipo de manifestación de apoyo a Túnez. Lo cierto es que en este país la revolución ha tenido un carácter netamente laico y el islamismo político no juega aún un papel relevante en el camino hacia la democracia. En Argel el Frente de Fuerzas Socialistas (FFS) y, sobre todo, el RCD, dos fuerzas fundamentalmente laicas que hablan del fin de un régimen corrupto, tratan de liderar el malestar general y traducirlo en apoyos políticos.


La revolución a través de Internet: Sin las redes sociales y la blogosfera la revolución tunecina no habría tenido lugar. Resta por saber si será igual de determinante en las próximas revueltas que previsiblemente tendrán lugar por la región. La alta penetración de Internet en Túnez es correlativa a los notables registros educativos del país, que contrastan con los de sus vecinos marroquíes, argelinos o egipcios. En Facebook la juventud contestataria encontró el instrumento organizativo idóneo para zafarse del férreo control gubernamental, obviando las fuerzas políticas tradicionales de la oposición, que hoy pelean por atraerse al votante ante las próximas elecciones generales. Ante la fragilidad del panorama político tradicional, los medios sociales y, por extensión, la globalización de las comunicaciones constituyen las grandes esperanzas para la población de los países del Magreb. La libertad se cuela por los teléfonos móviles y los portátiles de los egipcios y los libios, de los jóvenes de Casablanca a Argel pasando por Nouakchott. Sin embargo, esta tierra norteafricana es ancha, áspera y remota y serán necesarios fuertes vendavales de cambio para lograr el fin progresivo de la tiranía, el abandono y la pobreza en que está sumido.

EL DECLIVE DE ESTADOS UNIDOS




Esta vez va en serio.


“Ya hemos oído hablar otras veces del declive americano”

Ahora es diferente. Es verdad que EE UU ha vivido ciclos de pesimismo en otras épocas. Durante la campaña para la presidencia en 1960, John F. Kennedy se quejaba de que “la fuerza de Estados Unidos en comparación con la de la Unión Soviética ha disminuido, y el comunismo ha avanzado sin cesar en todas las áreas del mundo”. El libro de Ezra Vogel Japan as Number One se publicó en 1979 y fue el preludio de una década de paranoia creciente sobre las técnicas industriales y las políticas comerciales niponas.

Al final, por supuesto, las amenazas soviética y japonesa a la supremacía estadounidense resultaron ser quimeras. De modo que es perdonable que se considere el anuncio de la nueva amenaza que representa China como un caso más de Pedro gritando que viene el lobo. Pero suele olvidarse que, en esa fábula, Pedro acaba teniendo razón. El lobo acaba por llegar; y China es el lobo.

El desafío del gigante asiático a Estados Unidos es más grave por razones tanto económicas como demográficas. La URSS se hundió porque su sistema económico era muy ineficaz, un fallo fundamental que se disimuló durante mucho tiempo porque la Unión Soviética nunca intentó competir en los mercados mundiales. China, por el contrario, ha demostrado su fortaleza económica en el escenario global. Su economía crece a un ritmo del 9 o 10% anual, como media, desde hace 30 años. Es ya el principal exportador y el mayor fabricante del planeta, y posee reservas extranjeras por valor de más de 2,5 billones de dólares. Los bienes chinos compiten en todo el planeta. No tiene nada que ver con el caso perdido que era la economía soviética.

Japón, desde luego, experimentó también muchos años de rápido crecimiento económico y sigue siendo un motor de exportaciones. Pero nunca fue un verdadero candidato a ocupar el primer puesto. La población nipona es menos de la mitad de la de Estados Unidos, lo que significa que el japonés medio tendría que ser más del doble de rico que el estadounidense medio para que la economía de este país asiático pudiera sobrepasar a la de EE UU. Eso es imposible. En cambio, la población china es más del cuádruple de la estadounidense. La famosa proyección de Goldman Sachs de que la economía del Imperio del Centro superará a la de la actual superpotencia para 2027 se hizo antes de la crisis económica de 2008. Al ritmo actual, China podría ocupar el primer puesto mucho antes.

El poderío económico del gigante asiático está permitiendo ya a Pekín desafiar la influencia de Washington en todo el mundo. Los chinos son los socios preferentes de muchos gobiernos africanos y los mayores socios comerciales de otras potencias emergentes como Brasil y Suráfrica. Además, China ha comprado bonos de los miembros de la eurozona en dificultades financieras, como Grecia y Portugal.

Y China no es más que el elemento más llamativo del ascenso de nuevos actores económicos y políticos en general. Los aliados tradicionales de Estados Unidos en Europa -Gran Bretaña, Francia, Italia e incluso Alemania- están perdiendo puestos en la clasificación económica global. Es la hora del ascenso de nuevas potencias: India, Brasil, Turquía. Cada uno de esos países tiene sus propias preferencias en política exterior, que, unidas, limitan la capacidad de Washington de influir. No hay más que ver cómo Nueva Delhi y Brasilia se alinearon con Pekín en las negociaciones sobre el cambio climático. O los votos de Turquía y Brasil en Naciones Unidas al hablar de las sanciones contra Irán. Y esto no es más que el principio.

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“China hará implosión tarde o temprano”

No estén tan seguros. Es indudable que, cuando los estadounidenses se preocupan por el declive de su país, suelen olvidarse de los puntos débiles que tiene el más temible de sus rivales. Los fallos de los sistemas soviético y japonés sólo son obvios a posteriori. Quienes confían en que la hegemonía de EE UU se prolongue en el futuro alegan los posibles lastres del sistema chino. En una entrevista reciente con The Times de Londres, el ex presidente estadounidense George W. Bush sugería que los problemas internos del Imperio del Centro hacen que su economía tenga pocas probabilidades de rivalizar con la de su país en un futuro previsible. “¿Creo todavía que EE UU va a seguir siendo la única superpotencia?”, preguntaba. “Sí”.

Pero las predicciones del inminente desmoronamiento del milagro chino son habituales en los análisis occidentales desde que empezaron a hacerse a finales de los 70. En 1989, el Partido Comunista (PCCh) pareció tambalearse tras la matanza de la plaza de Tiananmen. En los 90, los observadores señalaban el lamentable estado de los bancos y las empresas estatales chinas. Sin embargo, su economía ha seguido creciendo y se ha duplicado aproximadamente cada siete años.

Por supuesto, sería absurdo fingir que el gigante asiático no se enfrenta a grandes obstáculos. A corto plazo, existen muchas pruebas de que está formándose una burbuja inmobiliaria en grandes ciudades como Shanghái, y la inflación está aumentando. A largo plazo, China tiene que administrar una transición política y económica muy preocupante. El PCCh no podrá conservar su monopolio del poder eternamente. Y la dependencia tradicional de las exportaciones y una divisa infravalorada recibe cada vez más críticas de Estados Unidos y otros actores internacionales que exigen un “reequilibrio” de la economía china. Además, el país tiene grandes retos demográficos y ambientales: la población está envejeciendo muy deprisa como consecuencia de la política del hijo único, y está amenazado por la escasez de agua y la contaminación.

No obstante, aun previendo unas turbulencias económicas y políticas considerables, sería un gran error suponer que el desafío chino al poder estadounidense va a desaparecer por las buenas. Cuando los países cogen el tranquillo del crecimiento económico, es muy difícil que pierdan el rumbo. La analogía con el ascenso de Alemania a partir de mediados del XIX es instructiva. El país europeo sufrió dos derrotas militares catastróficas, hiperinflación, la Gran Depresión, el fracaso de la democracia y la destrucción de sus principales ciudades e infraestructuras por las bombas de los aliados. Pese a ello, a finales de los 50, Alemania occidental volvía a ser una de las primeas economías del planeta, aunque despojada de sus ambiciones imperiales.

En una era nuclear, no es probable que China se vea arrastrada a una guerra mundial, así que no sufrirá turbulencias y desórdenes ni remotamente parecidos a los que vivió Alemania en el siglo XX. Y las dificultades económicas y políticas que atraviese, por grandes que sean, no serán suficientes para detener el ascenso del país a la categoría de gran potencia. El volumen y el empuje de su economía harán que el gigante chino siga avanzando por muchos obstáculos que encuentre en su camino.

“EE UU sigue dominando en todos los sectores”

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Por ahora. En la situación actual, Estados Unidos posee la mayor economía del planeta, las primeras universidades y muchas de las principales empresas. El Ejército estadounidense también es incomparablemente más poderoso que cualquiera de sus rivales. La superpotencia tiene casi tanto gasto militar como el resto del mundo junto. Y no hay que olvidar sus activos intangibles. La combinación de olfato empresarial y poderío tecnológico le ha permitido encabezar la revolución tecnológica. A EE UU siguen llegando inmigrantes llenos de talento. Y con Barack Obama en la Casa Blanca, el poder blando del país se ha visto muy reforzado. A pesar de sus problemas, las encuestas muestran que Obama sigue siendo el líder más carismático del mundo; El presidente chino, Hu Jintao, queda muy por detrás. Estados Unidos cuenta asimismo con el atractivo global de sus industrias creativas (Hollywood y otras cosas de ese tipo), sus valores, la universalidad cada vez mayor de la lengua inglesa y el gancho del Sueño Americano.

Todo eso es verdad, pero hay más vulnerabilidad de la que parece. Las universidades estadounidenses siguen siendo un bien muy preciado. Pero, si la economía del país no genera empleo, los brillantes alumnos asiáticos de postgrado que llenan los departamentos de ingeniería e informática en Stanford y el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) empezarán a regresar en masa a sus países. La última clasificación de las mayores empresas del mundo elaborada por la revista Fortune no incluye más que dos compañías estadounidenses entre las 10 primeras: Walmart, en el número 1, y ExxonMobil, en el 3. Entre esas 10 figuran ya tres chinas: Sinopec, Red Eléctrica Estatal y Petróleos Nacionales de China. El poder de atracción de EE UU puede disminuir si el país deja de tener una imagen estrechamente asociada a las oportunidades, la prosperidad y el éxito. Y, aunque el Sueño Americano atrae a muchos extranjeros, existe también una profunda reserva de sentimiento antiamericano en el mundo que Al Qaeda y otros han sabido explotar muy bien, con o sin Obama.

En cuanto al Ejército, la lección de las guerras de Irak y Afganistán es que el poder militar estadounidense es menos útil de lo que pensaban el ex secretario de Defensa Donald Rumsfeld y otros. Las tropas, los aviones y los misiles pueden hacer que caiga un gobierno en el otro extremo del mundo en cuestión de semanas, pero pacificar y estabilizar un Estado conquistado es otra cosa muy distinta. Años después de la supuesta victoria en Afganistán, EE UU sigue empantanada por culpa de una insurgencia aparentemente infinita.

No sólo los estadounidenses están perdiendo el gusto por las aventuras en el extranjero, sino que el presupuesto militar va a estar sometido a presiones en esta nueva época de austeridad. La parálisis actual en Washington ofrece pocas esperanzas de que el país vaya a saber abordar sus problemas presupuestarios con rapidez y eficacia. El hecho de que el Gobierno siga dependiendo de los préstamos extranjeros vuelve vulnerable a la superpotencia, como dejó al descubierto en 2009 la humillante petición de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, a los chinos de que no dejaran de comprar bonos del Tesoro estadounidense. Washington está financiando su supremacía militar mediante un gasto deficitario, lo cual quiere decir que la guerra de Afganistán la está pagando, en la práctica, con una tarjeta de crédito china. No es extraño que el almirante Mike Mullen, presidente de la Junta de jefes de Estado Mayor, haya dicho que la deuda es la mayor amenaza contra la seguridad nacional de EE UU.

Mientras tanto, el gasto militar del gigante asiático sigue aumentando sin cesar. El país anunciará pronto la construcción de su primer portaaviones y tiene intención de construir cinco o seis en total. Lo más serio, no obstante, es el desarrollo de una nueva tecnología de misiles y antisatélites que amenaza el dominio de los mares y los cielos en el que EE UU basa su hegemonía en el Pacífico. En una era nuclear, no parece probable que vaya a haber un enfrentamiento entre los Ejércitos de ambos países. En China existe la opinión extendida de que Estados Unidos acabará por comprender que no puede seguir manteniendo su posición en el Pacífico. Sus aliados en la región -Japón, Corea del Sur y, cada vez más, India- tal vez estrechen sus relaciones con Washington para contrarrestar el aumento de poder chino. Pero, si EE UU tiene que reducir su presencia en la zona por razones presupuestarias, sus aliados empezarán a adaptarse a ese Imperio del Centro más poderoso. La influencia de Pekín se extenderá y la región de Asia y el Pacífico -el nuevo centro de la economía global- pasará a ser el patio trasero de los chinos.

“La globalización hace que el mundo se incline hacia Occidente”

En realidad no. Una de las razones por las que Estados Unidos no se preocupó por el ascenso de China en los años posteriores al final de la guerra fría era la convicción arraigada de que la globalización estaba extendiendo los valores occidentales. Algunos incluso pensaban que globalización y americanización eran prácticamente sinónimos.

El experto Fareed Zakaria fue profético cuando escribió que “el ascenso del resto” (es decir, las potencias no americanas) sería una de las principales características del “mundo postamericano”. Pero incluso Zakaria afirmaba que esta tendencia era esencialmente beneficiosa para EE UU: “El traspaso de poder... es bueno para América, si se aborda como es debido. El mundo va en la dirección de Estados Unidos. Los países son cada vez más abiertos, orientados hacia el mercado y democráticos”.

Tanto George W. Bush como Bill Clinton adoptaron una visión similar de que la globalización y el libre comercio iban a servir de vehículos para la exportación de los valores estadounidenses. En 1999, dos años antes de la incorporación de China a la Organización Mundial de Comercio, Bush declaró: “La libertad económica crea hábitos de libertad. Y los hábitos de libertad crean expectativas de democracia... Si comerciamos libremente con China, el tiempo actuará a nuestro favor”.

Había dos errores importantes en esta teoría. La primera era que el crecimiento económico llevaría inevitablemente -y con bastante rapidez- a la democratización. La segunda, que las nuevas democracias serían forzosamente más amigas y estarían más dispuestas a ayudar a Estados Unidos. Ninguna de las dos hipótesis está cumpliéndose.

En 1989, tras la matanza de la plaza de Tiananmen, pocos analistas occidentales habrían creído que 20 años después China iba a seguir siendo un Estado con un partido único y que su economía iba a crecer a un ritmo espectacular. La hipótesis más corriente (y reconfortante) en Occidente era que este país tendría que escoger entre la liberalización política y el fracaso económico. Al fin y al cabo, era evidente que un Estado monopartidista y sometido a un control estricto no podría triunfar en la era de los teléfonos móviles e Internet, ¿verdad? Como dijo Clinton durante una visita al país asiático en 1998, “en esta era de la información globalizada, en la que el éxito económico se construye sobre las ideas, la libertad personal es... fundamental para la grandeza de cualquier nación moderna”.

A la hora de la verdad, el gigante asiático consiguió combinar la censura y el gobierno del partido único con el éxito económico continuado durante los 10 años siguientes. El enfrentamiento entre el Ejecutivo chino y Google en 2010 fue significativo. El icono de la era digital amenazó con retirarse del país en protesta por la censura, pero acabó por retractarse a cambio de unas concesiones simbólicas. Hoy es perfectamente lógico pensar que, cuando China se convierta en la mayor economía global -por ejemplo, en 2027-, seguirá siendo un Estado monopartidista, gobernado por el PCCh.

Y, aun en el caso de que el país se democratice, no existe ninguna garantía de que eso vaya a beneficiar a EE UU, ni mucho menos prolongar su hegemonía mundial. La idea de que las democracias deben estar de acuerdo en los grandes temas globales se ve hoy refutada a diario. India no coincide con Washington respecto al cambio climático ni la ronda comercial de Doha. Brasil no está de acuerdo con EE UU en cómo abordar las relaciones con Caracas y Teherán. La Turquía actual, más democrática, es también más islamista, y se niega a apoyar a la superpotencia en los casos de Israel e Irán. En esta vena, una China más democrática podría ser también más quisquillosa, si nos guiamos por la popularidad de los libros nacionalistas y las páginas de Internet como El Reino de El Centro.

“La globalización no es un juego de suma cero”

No está tan claro. Sucesivos presidentes de EE UU, desde el primer Bush hasta Obama, se han felicitado explícitamente por el ascenso de China. Justo antes de su primera visita al país, Obama resumió el punto de vista tradicional cuando dijo que “el poder no tiene por qué ser un juego de suma cero, y los países no tienen por qué temer el ascenso de otros... Damos la bienvenida a los esfuerzos de China para desempeñar un papel más destacado en el escenario mundial”.

Pero está claro que, digan lo que digan en sus discursos, los líderes estadounidenses están empezando a tener sus dudas, y con razón. Es un principio fundamental de la economía moderna que el comercio beneficia a los dos socios, que es una situación en la que todos ganan, y no en la que, para que una parte gane, la otra tiene que perder. Pero eso es así siempre que no se manipulen las reglas del juego. En su discurso ante el Foro Económico Mundial en 2010, Larry Summers, entonces principal asesor económico de Obama, subrayó que las normas habituales sobre los beneficios mutuos del comercio pueden no servir cuando la otra parte practica políticas mercantilistas o proteccionistas. El Gobierno estadounidense piensa que la infravaloración de la moneda china es una forma de proteccionismo que ha provocado desequilibrios económicos globales y pérdidas de empleo en Estados Unidos. Destacados economistas, como el columnista de The New York Times Paul Krugman y Fred Bergsten del Peterson Institute, han expresado una opinión similar, y afirman que sería legítimo responder con aranceles u otras medidas de represalia. Ése es el mundo en el que todos debían salir ganando.

Y en cuanto al panorama geopolítico general, da la impresión de que el futuro consistirá aún más en un juego de suma cero, a pesar de la fina retórica de la globalización que tanto confortaba a la última generación de políticos estadounidenses. Porque EE UU ha actuado como si los intereses mutuos creados por la globalización hubieran refutado una de las leyes más antiguas de la política internacional: la idea de que los nuevos actores acaban chocando con las potencias establecidas.

La verdad es que la rivalidad entre una China en ascenso y un Estados Unidos debilitado es muy visible en todo tipo de asuntos, desde las disputas territoriales en Asia hasta los derechos humanos. Por suerte, es poco probable que Washington y Pekín se declaren guerra abierta, pero eso es porque los dos poseen armas atómicas, no porque la globalización haya disuelto por arte de magia sus diferencias.

En la cumbre del G-20 en noviembre, el intento de EE UU de abordar los “desequilibrios económicos mundiales” fracasó por la obstinada negativa de China a cambiar su política monetaria. Las negociaciones de 2009 sobre el cambio climático en Copenhague acabaron en desastre después de otro pulso entre ambos. El incremento de la influencia económica y militar china es una clara amenaza contra la hegemonía de Estados Unidos en el Pacífico. Los chinos aceptaron a regañadientes un nuevo paquete de sanciones de Naciones Unidas contra Irán, pero el precio de obtener el voto chino fue un acuerdo endeble que no servirá para poner fin al programa nuclear de Teherán. Los dos países han participado en las negociaciones con Corea del Norte, pero su rivalidad, apenas disimulada, impide que haya una auténtica cooperación. A China no le gusta el régimen de Kim Jong Il, pero tampoco confía en una Corea reunificada como vecina, sobre todo si ésta siguiera acogiendo tropas estadounidenses. Además, el gigante asiático participa en la feroz competencia por el acceso a los recursos, en especial el petróleo, lo cual está encareciendo los precios mundiales.

Los dirigentes estadounidenses hacen bien en rechazar la lógica de la suma cero en público. Lo contrario sólo serviría para enemistarse innecesariamente con los chinos. Pero eso no debe ocultar esta realidad ineludible: a medida que el poder económico y político se traslada de Occidente a Oriente, es inevitable que surjan nuevas rivalidades internacionales.

Estados Unidos sigue teniendo activos formidables. Su economía acabará recuperándose. Su Ejército tiene una presencia en el mundo y una ventaja tecnológica que ningún otro país puede igualar todavía. Pero no volverá a experimentar jamás la hegemonía global que tuvo en los 17 años entre la caída de la URSS en 1991 y la crisis financiera de 2008. Esos tiempos han quedado atrás.