Omran Mohamed Omran, disidente libio de la coalición que lidera las revueltas, asegura que el dictador apenas tiene apoyos en el Ejército y se resiste a caer con una lucha mercenaria
"El régimen de Gadafi está utilizando mercenarios contra su pueblo. No es una guerra civil. Es la masacre de un hombre que está solo y tiene una premisa en la cabeza: yo he hecho este país y yo lo quemo". Expatriado desde hace 21 años, Omran Mohamed Omran, un periodista libio de 56 años que vive en Málaga, es representante en España de la Coalición del 17 de febrero, el movimiento popular que lideró el levantamiento contra el régimen de Gadafi.
"Los mercenarios son africanos, ni siquiera hablan árabe, patrullan las calles ametrallando cualquier aglomeración de gente, atacando hospitales y saqueando los lugares públicos para desestabilizar y crear confusión", explica Omran, que asegura que los ciudadanos libios han decidido crear grupos de guardia para proteger calles e instituciones del asalto mercenario. "Es horrible. Gadafi ha utilizado aviones contra la gente. Me cuentan que los cadáveres son muchos más de las cifras que se conocen y no se pueden recoger de las calles porque hay informadores y aparecen los mercenarios".
Omran, que trabaja para distintos periódicos árabes, se comunica diariamente por un teléfono vía satélite que supera los problemas de comunicación con su país. Habla en varias ocasiones al día con sus compatriotas, que están protagonizando estos días unas revueltas históricas contra un dictador que lleva 42 años en el poder. "Estamos luchando por un Estado laico. El hijo de Gadafi, Saif el Islam, dijo el otro día que somos islamistas para asustar a Occidente pero no es verdad". Omran asegura que los manifestantes "en ningún caso" tienen como objetivo a los extranjeros y pide a los españoles y demás extranjeros que se refugien "en hoteles porque no serán nunca atacados" por la gente de la calle. "No queremos manchar de sangre nuestro levantamiento, como le gustaría a Gadafi", sentencia.
La Coalición del 17 de febrero toma su nombre de la jornada de levantamiento popular en Libia , cuando se llevó a cabo el Día de la Ira en el país norteafricano, a semejanza de sus vecinos de Túnez y Egipto. "Lo que queremos es fundar un Estado con democracia, derechos civiles, libertad de expresión, de asociación, de prensa.... Queremos un Estado moderno no un Estado que vive en la edad media. Queremos vivir en el siglo XXI y no en el siglo X.", cuenta el disidente libio.
Divisiones en el Ejército
Según sus informaciones, la división en el Ejército es un hecho y varios militares se han unido a la protesta. No es el caso del jefe del Estado Mayor del Ejército libio, Abubaker Yunas, quien participó en el golpe de Estado de 1969 que llevó a Gadafi al poder, que está en arresto domiciliario porque se enfrentó al líder libio. Según Omran, en una reunión previa al discurso del hijo del dictador el pasado domingo, Yunas le pidió a Gadafi que se apartara del poder para cumplir con las demandas del pueblo, pero Gadafi respondió que antes quemaría la tierra que él mismo había hecho florecer. Poco después, Saif el Islam, sucesor de Gadafi, aseguró en un mensaje televisado que su familia lucharía "hasta que caiga el último hombre".
Omran informa que el general de los paracaidistas, Abdul Aftah Yunes, próximo a Gadafi, ha sido arrestado por los revolucionarios y fue entregado a los jueces, que se han convertido en símbolo de las protestas ante el caduco régimen del general libio. "En vez de los alcaldes de Gadafi, son los jueces los que dirigen y administran los pueblos de los revolucionarios porque gozan del respeto del pueblo", afirma Omran. "Gadafi dijo al pueblo: o nosotros o la muerte. Y hemos elegido la muerte antes que a Gadafi porque queremos vivir en el siglo XXI y no en el siglo X".
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