sábado, 19 de febrero de 2011

http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/02/110218_graficos_paises_medio_oriente_magreb.shtml

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Bahréin: manifestantes retoman la plaza Perla


Manifestantes retoman la plaza perla en Manama

Los manifestantes tomaron la plaza luego que la policía disparó balas de escopeta y lanzó gas lacrimógeno.

Los manifestantes antigubernamentales en Bahréin retomaron la céntrica y simbólica plaza Perla de la capital, Manama, luego que la policía antimotines se retirara del lugar no sin antes disparar balas de escopeta y lanzar gas lacrimógeno contra quienes demostraban su descontento.

Se desconoce con exactitud cuántas personas resultaron heridas en el incidente.

Por orden del príncipe heredero de Bahréin, Salman bin Hamad al Khalifa, el Ejército -que había estado custodiando la plaza desde que el jueves desalojó a los manifestantes- se retiró del lugar.

La BBC conoció que el príncipe heredero se ha estado reuniendo con diferentes partidos políticos.

El corresponsal de la BBC en Manama, Kevin Connolly, dijo que la policía antimotines lanzó varias veces botes de gas lacrimógeno y disparó balas de escopeta mientras los manifestantes llegaban a la plaza provenientes de todas las direcciones.

Luego la policía se retiró, dejando la plaza a la multitud jubilosa.

Las protestas en Bahréin se producen en un momento en el que también se registran protestas en otros países en el mundo árabe como Libia y Argelia, entre otros.

Disturbios

Los manifestantes que han hecho de la plaza Perla, ubicada en una redoma, el centro de las manifestaciones, están cada vez más enojados con la violenta represión de sus protestas por parte de las fuerzas de seguridad.

Muamar Gadafi

En Libia, Muamar Gadafi ha estado en el poder desde 1969.

Al menos 50 personas resultaron heridas el viernes cuando el Ejército disparó contra los manifestantes después de los funerales de cuatro personas que murieron el jueves en la madrugada, cuando las tropas irrumpieron y desalojaron la plaza Perla.

Además, a principios de la semana otras dos personas murieron.

Bahréin es uno de varios países árabes en donde se han registrado manifestaciones a favor de la democracia desde el derrocamiento del presidente tunecino, Zine al-Abidine Ben Ali, en enero.

clic Lea también: Por qué importa Bahréin

El 11 de febrero en Egipto, Hosni Mubarak fue expulsado del poder.

Desde hace mucho tiempo, la población mayoritariamente chiita de Bahréin se ha quejado de que es discriminada cuando trata de conseguir puestos de trabajo en el sector público o cuando busca vivienda.

También piden más derechos políticos en un país gobernado por una familia real sunita.

Más temprano, el principal bloque chiita de la oposición, Wefaq, rechazó una oferta del rey, Hamad bin Isa al Khalifa, para sostener conversaciones destinadas a poner fin a los disturbios.

Los corresponsales señalaron que dejar la plaza a los manifestantes puede ser una respuesta al llamado del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a la moderación.

Libia

Entre tanto, en Libia se intensificaron este sábado las protestas de quienes piden la salida del gobernante, Muamar Gadafi, quien ha estado en el poder desde 1969.

Pese al estricto control del gobierno sobre la información que sale del país, la organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW) denunció que al menos 84 personas han muerto durante las recientes protestas.

La ciudad de Bengasi, la segunda en tamaño del país, se ha convertido en el foco de las protestas.

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En un hospital de esa ciudad se confirmó la muerte de al menos 35 manifestantes.

Así mismo, corresponsales informaron que el gobierno bloqueó algunos sitios de internet y cortó la electricidad en varias zonas de esa nación del norte de África.

En la ciudad de Al Bayda, una estatua del "libro verde" que contiene los principios ideológicos de Gadafi fue destruida.

Los medios extranjeros no han podido corroborar buena parte de la información que surge por las restricciones impuestas por el ejecutivo, pero corresponsales de la BBC pudieron comprobar que fueron bloqueadas muchas páginas en internet, entre ellas Facebook y Al Jazeera en árabe.

Los medios estatales advirtieron que se tomarán represalias contra quienes critiquen al gobernante de facto Muamar Gadafi.

El viernes, el aeropuerto de Bengasi cerró después de que un grupo de manifestantes entró en las instalaciones.

selam



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Hasan Türk
Profesor Relaciones Internacionales
y Estudios Orientales
Universidad de Antioquia
Universidad de Medellín
http://hsnturco.blogspot.com/
Tel (0057) 311 2649002
Medellín / Colombia



Ola de cambio en el mundo árabe El Ejército se retira y los manifestantes vuelven a la plaza de la Perla de Manama

Ola de cambio en el mundo árabe

El Ejército se retira y los manifestantes vuelven a la plaza de la Perla de Manama

El Gobierno de Bahréin accedió esta mañana a que los militares abandonaran este punto emblemático de las protestas para facilitar el comienzo de las negociaciones con la oposición

La plaza de la Perla de Manama, la capital de Bahréin, ha vuelto a llenarse de manifestantes tras la retirada del Ejército y la Policía, por orden del régimen. Más de 4.000 manifestantes, que ven este retorno como un triunfo sobre el Gobierno, ocupan de nuevo este lugar emblemático de las protestas al grito de "el pueblo quiere la caída del Régimen" y "ni suníes ni chiíes, somos bahreiníes". Muchos de ellos se han trasladado desde el parking de urgencias del hospital de Salmaniyah, bautizado ya como "la plaza de la Liberación" de Manama, y han sacrificado un cordero en medio de la plaza como símbolo de alegría. La vuelta se celebra entre vítores, banderas de Bahréin y gran organización entre los manifestantes, que han llevado a la plaza comida. La alambradas que rodeaban el enclave han sido retiradas y solo algunas ambulancias custodian el lugar

La oposición puso ayer dos condiciones para aceptar la oferta de diálogo lanzada por el rey, Hamad bin Isa al Jalifa: la dimisión de todo el Gobierno y la retirada del Ejército de la plaza de la Perla de Manama. El Gobierno accedió esta mañana a la primera, como gesto para que se puedan entablar las primeras conversaciones que busquen una solución a las protestas y la posterior represión militar que han dejado varios muertos y decenas de heridos.

Ayer por la tarde, el monarca había encargado al príncipe heredero, Salman Bin Hamad al Jalifa, que iniciara un diálogo político "con todas las partes". A tal fin le habría transferido "todos los poderes para satisfacer las esperanzas y aspiraciones" de los ciudadanos "de todos los sectores" y resolver así la actual crisis. Poco después, el principal bloque de la oposición chií de Bahréin rechazó la propuesta condicionado el diálogo a que las autoridades aceptaran "el concepto de monarquía constitucional" y sacaran a las tropas de las calles. "Entonces podremos llegar a un Gobierno provisional con nuevas figuras que podría no integrar a los actuales ministros de Interior o Defensa", precisó.

Los esfuerzos para contener la violencia en Bahréin se han intesificado en las últimas horas. Esta madrugada, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama , ha hablado por teléfono con el rey de Bahréin quien le ha trasladado la necesidad de frenar la violencia empleada por las fuerzas del orden contra las manifesaciones opositoras. Durante la conversación, Obama condenó la violencia y señaló que la estabilidad de Bahréin depende del respeto que se demuestre por los derechos de la población. Estados Unidos viene expresando en los últimos días su preocupación por los acontecimientos en el emirato, que acoge una importante base militar norteamericana y es fronterizo con Arabia Saudí, principal exportador de petróleo del mundo.

Dura represión

Bahréin empleó ayer a los militares para intentar ahogar en sangre las manifestaciones a favor de las reformas democráticas. El Ejército abrió fuego contra la multitud cuando volvía de celebrar el funeral por las víctimas en la jornada de protesta de la víspera y trataba de ocupar la plaza de la Perla, en el centro de Manama. Al menos una persona murió y más de un centenar resultaron heridas, desbordando la capacidad del hospital Salmaniyah de la capital.

La dura respuesta del régimen está transformando a los reformistas en revolucionarios . Durante el funeral de tres de los muertos el día anterior, volvieron a oírse los gritos de "muerte a los Al Jalifa", en referencia a la familia real. Cuando algunos de los participantes quisieron dirigirse a la plaza de la Perla, de donde fueron desalojados a sangre y fuego el día anterior, las fuerzas de seguridad (en concreto el Ejército, según la mayoría de las fuentes) abrieron fuego para impedírselo. El príncipe heredero, Salman bin Hamad al Jalifa, pidió a los ciudadanos que vuelvan a sus casas y prometió dialogar con la oposición una vez que se restablezca la calma. El rey le concedió ayer plenos poderes para llegar a un acuerdo.

"Muerte a Al Jalifa. Abajo el Gobierno", repetía la multitud que volvió a congregarse anoche en el hospital Salmaniyah, a donde trasladaban a los heridos en el choque con las fuerzas de seguridad. Fuentes hospitalarias dijeron que estaban desbordados, aunque resultaba difícil obtener una cifra de víctimas. Según un responsable médico citado por Reuters, 66 personas habían sido hospitalizadas y cuatro se encontraban en estado crítico. Ayer se registró al menos un muerto, que se suma a los siete identificados desde que comenzó la revuelta. Los heridos superan los 100.

Por la mañana, decenas de miles de personas acudieron a la isla de Sitra, una de las 30 que forman este pequeño archipiélago, de donde eran originarios los tres fallecidos. Los asistentes agitaban banderas negras y rojas, símbolo del martirio, y repetían los eslóganes antigubernamentales. La policía se mantuvo alejada. Casi a la misma hora, miles de partidarios del Gobierno se congregaron en la avenida costera para expresar su apoyo al rey. A última hora de la tarde, muchos de ellos todavía recorrían las calles de Manama y de la vecina isla de Muharraq agitando banderas de Bahréin. Los sucesos de los últimos días han abierto una peligrosa brecha entre la población de este pequeño pero estratégico país.

"Bahréin atraviesa hoy un estado de división que es inaceptable", declaró el príncipe Salman durante una entrevista en la televisión estatal. "No hago ninguna diferencia entre un bahreiní y otro; todos son nuestros hijos", aseguró el heredero, que insistió en que "Bahréin nunca ha sido un Estado policial", pidió una y otra vez que vuelva la calma y ofreció diálogo con la oposición "desde esta misma noche si es posible".

Tanto la mayoría chií como la oposición liberal suní llevan tiempo quejándose de que bajo la pátina de democracia que dan las elecciones, el rey Hamad sigue gobernando como un monarca absoluto. De hecho, la familia real copa todos los puestos de decisión, entre ellos 11 de las 23 carteras ministeriales, y designa a los miembros de la Cámara Alta, que actúa de freno del Parlamento electo.

De hecho, muchos de los asistentes al sermón del viernes del jeque Isa Qasem se mostraron decepcionados al ver que no hacía un llamamiento expreso a que continúen las manifestaciones. Qasem, el más respetado clérigo chií de Bahréin, calificó de "matanza" la actuación policial del jueves en la plaza de la Perla y dijo que las autoridades habían cerrado la puerta al diálogo.

"La matanza tenía como objetivo matar y herir, no dispersar una manifestación", declaró el religioso, que sigue la línea quietista del chiísmo. Pero la denuncia se quedó corta para los miles de fieles que habían acudido a escucharle esperando que condonara un reforzamiento de las protestas. "El pueblo quiere la caída del régimen", le interrumpieron repitiendo el eslogan acuñado durante las revueltas populares de Túnez y Egipto .

El Gobierno de Barhéin retira el Ejército de la plaza de la Perla para facilitar el diálogo con la oposición


La retirada de los militares era una de las condiciones puestas por los opositores para iniciar las conversaciones, así como la dimisión del Gobierno. Obama habla por teléfono con el Rey y le pide "contención"

La oposición de Bahréin puso ayer dos condiciones para aceptar la oferta de diálogo lanzada por el rey, Hamad bin Isa al Jalifa: la dimisión de todo el Gobierno y la retirada del Ejército de la plaza de la Perla de Manama, la capital del país. El Gobierno ha accedido esta mañana a la primera, como gesto para que se pueden entablar las primeras conversaciones que busquen una solución a las protestas y la posterior represión militar que han dejado varios muertos y decenas de heridos.

Ayer por la tarde, el monarca había encargado al príncipe heredero, Salman Bin Hamad al Jalifa, que iniciara un diálogo político "con todas las partes". A tal fin le habría transferido "todos los poderes para satisfacer las esperanzas y aspiraciones" de los ciudadanos "de todos los sectores" y resolver así la actual crisis. Poco después, el principal bloque de la oposición chií de Bahréin rechazó la propuesta condicionado el diálogo a que las autoridades aceptaran "el concepto de monarquía constitucional" y sacaran a las tropas de las calles. "Entonces podremos llegar a un Gobierno provisional con nuevas figuras que podría no integrar a los actuales ministros de Interior o Defensa", precisó.

Los esfuerzos para contener la violencia en Bahréin se han intesificado en las últimas horas. Esta madrugada, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha hablado por teléfono con el rey de Bahréina quien le ha trasladado la necesidad de frenar la violencia empleada por las fuerzas del orden contra las manifesaciones opositoras. Durante la conversación, Obama ha condenado la violencia y ha señalado que la estabilidad de Bahréin depende del respeto que se demuestre por los derechos de la población. Estados Unidos viene expresando en los últimos días su preocupación por los acontecimientos en el emirato, que acoge una importante base militar norteamericana y es fronterizo con Arabia Saudí, principal exportador de petróleo del mundo.

Dura represión

Bahréin empleó ayer a los militares para intentar ahogar en sangre las manifestaciones a favor de las reformas democráticas. El Ejército abrió fuego contra la multitud cuando volvía de celebrar el funeral por las víctimas en la jornada de protesta de la víspera y trataba de ocupar la plaza de la Perla, en el centro de Manama. Al menos una persona murió y más de un centenar resultaron heridas, desbordando la capacidad del hospital Salmaniyah de la capital.

La dura respuesta del régimen está transformando a los reformistas en revolucionarios . Durante el funeral de tres de los muertos el día anterior, volvieron a oírse los gritos de "muerte a los Al Jalifa", en referencia a la familia real. Cuando algunos de los participantes quisieron dirigirse a la plaza de la Perla, de donde fueron desalojados a sangre y fuego el día anterior, las fuerzas de seguridad (en concreto el Ejército, según la mayoría de las fuentes) abrieron fuego para impedírselo. El príncipe heredero, Salman bin Hamad al Jalifa, pidió a los ciudadanos que vuelvan a sus casas y prometió dialogar con la oposición una vez que se restablezca la calma. El rey le concedió ayer plenos poderes para llegar a un acuerdo.

"Muerte a Al Jalifa. Abajo el Gobierno", repetía la multitud que volvió a congregarse anoche en el hospital Salmaniyah, a donde trasladaban a los heridos en el choque con las fuerzas de seguridad. Fuentes hospitalarias dijeron que estaban desbordados, aunque resultaba difícil obtener una cifra de víctimas. Según un responsable médico citado por Reuters, 66 personas habían sido hospitalizadas y cuatro se encontraban en estado crítico. Ayer se registró al menos un muerto, que se suma a los siete identificados desde que comenzó la revuelta. Los heridos superan los 100.

"El Ejército ha disparado con munición real contra más de 1.000 personas que querían llegar a la plaza de la Perla", denunciaron varios diputados de la oposición chií. También algunos testigos citados por las agencias de noticias atribuían los disparos a miembros de las Fuerzas de Defensa. La manifestación, la primera desde que la policía desmantelara la acampada que pedía reformas políticas y los militares tomaran el lugar , se organizó al concluir los funerales por tres de los muertos en ese asalto.

"No han podido llegar a la plaza porque los antidisturbios han establecido tres anillos de seguridad", explicó a este diario un residente en la zona, que para llegar a su casa tuvo que demostrar que vivía allí. A última hora de anoche, medio centenar de coches de policía permanecían en la plaza, junto a los carros de combate y los blindados, según podía ver desde la ventana de su casa.

Por la mañana, decenas de miles de personas acudieron a la isla de Sitra, una de las 30 que forman este pequeño archipiélago, de donde eran originarios los tres fallecidos. Los asistentes agitaban banderas negras y rojas, símbolo del martirio, y repetían los eslóganes antigubernamentales. La policía se mantuvo alejada. Casi a la misma hora, miles de partidarios del Gobierno se congregaron en la avenida costera para expresar su apoyo al rey. A última hora de la tarde, muchos de ellos todavía recorrían las calles de Manama y de la vecina isla de Muharraq agitando banderas de Bahréin. Los sucesos de los últimos días han abierto una peligrosa brecha entre la población de este pequeño pero estratégico país.

"Bahréin atraviesa hoy un estado de división que es inaceptable", declaró el príncipe Salman durante una entrevista en la televisión estatal. "No hago ninguna diferencia entre un bahreiní y otro; todos son nuestros hijos", aseguró el heredero, que insistió en que "Bahréin nunca ha sido un Estado policial", pidió una y otra vez que vuelva la calma y ofreció diálogo con la oposición "desde esta misma noche si es posible".

Pero tal vez sea demasiado tarde. Si el lunes, cuando se convocó la primera protesta, los manifestantes reclamaban una monarquía constitucional, la indignación por los muertos y la represión les ha radicalizado y ahora piden que se cambie por completo el sistema. Tanto la mayoría chií como la oposición liberal suní llevan tiempo quejándose de que bajo la pátina de democracia que dan las elecciones, el rey Hamad sigue gobernando como un monarca absoluto. De hecho, la familia real copa todos los puestos de decisión, entre ellos 11 de las 23 carteras ministeriales, y designa a los miembros de la Cámara Alta, que actúa de freno del Parlamento electo.

De hecho, muchos de los asistentes al sermón del viernes del jeque Isa Qasem se mostraron decepcionados al ver que no hacía un llamamiento expreso a que continúen las manifestaciones. Qasem, el más respetado clérigo chií de Bahréin, calificó de "matanza" la actuación policial del jueves en la plaza de la Perla y dijo que las autoridades habían cerrado la puerta al diálogo.

"La matanza tenía como objetivo matar y herir, no dispersar una manifestación", declaró el religioso, que sigue la línea quietista del chiísmo. Pero la denuncia se quedó corta para los miles de fieles que habían acudido a escucharle esperando que condonara un reforzamiento de las protestas. "El pueblo quiere la caída del régimen", le interrumpieron repitiendo el eslogan acuñado durante las revueltas populares de Túnez y Egipto .

viernes, 18 de febrero de 2011

EE UU veta por primera vez la condena a Israel por la construcción de asentamientos

El veto de Estados Unidos, el primero durante el mandato de Barack Obama, fue imprescindible para derrotar una resolución que califica de "ilegal" la política de asentamientos y que obtuvo el respaldo de los otros 14 miembros del Consejo de Seguridad. El texto rechazado exigía también a Israel el cese inmediato de esas construcciones.

La Administración norteamericana se opone también oficialmente a los asentamientos pero ha considerado, según declaró ayer su embajadora en la ONU, Susan Rice, que la aprobación de una resolución de esta naturaleza hubiera sido contraproducente para el proceso de paz palestino-israelí, actualmente bloqueado.

Esta votación llega en un momento de gran agitación e incertidumbre en el mundo árabe y podría tener consecuencias políticas mucho más allá de la formalidad de su tramitación en el Consejo de Seguridad. La diplomacia norteamericana, consciente de su trascendencia, había intentado durante días y hasta el último momento convencer a los palestinos de que renunciaran a la presentación de este texto. Incluso había ofrecido la semana pasada un documento alternativo en el que, con un lenguaje más moderado, se criticaban los asentamientos. Pero todos esos esfuerzos han resultado inútiles, y Estados Unidos ha tenido que dar un nuevo paso que lo aleja de la voluntad de los árabes.

Llegado el momento de la hora de la verdad, situado entre la espada y la pared, puesto a levantar su mano a favor de Israel o de los árabes, Estados Unidos, una vez más, se ha colocado del lado de Israel, su eterno, incondicional e insustituible aliado. Washington no quería llegar a este punto, se resistía a quedar en evidencia en un momento histórico en el que trata de corregir décadas de desencuentro con el pueblo árabe. Pero cuando el implacable reloj de la política ha marcado la hora, se ha pronunciado a favor de Israel, contradiciendo incluso las tesis que el propio Obama ha sostenido públicamente desde el comienzo de su mandato.

Obama ha defendido siempre la congelación de los asentamientos. Lo ha hecho hasta el punto de ganarse la antipatía del Gobierno de Benjamin Netanyahu, que no cree en la amistad del presidente norteamericano. Pero de eso a respaldar la afrenta pública que supone una condena en el Consejo de Seguridad media un trecho que ni Obama ni ningún presidente norteamericano está todavía en condiciones de recorrer.

Este veto puede resucitar el antiamericanismo entre la población árabe, envenenar las relaciones entre Obama y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, y recortar más aún el margen de actuación de Estados Unidos en las negociaciones de paz. Constituye, desde cualquier lado que se mire, un verdadero desastre diplomático.

"Los norteamericanos han demostrado claramente a los palestinos, a la opinión pública árabe y a la opinión pública del mundo entero que están con Israel hasta el punto de la destrucción", declaró a la cadena CNN la veterana negociadora y parlamentaria palestina Hanan Ashrawi.

EE UU veta por primera vez la condena a Israel por la construcción de asentamientos

Obama arriesga su prestigio en el mundo árabe en un momento de gran convulsió

En un momento extraordinariamente delicado en Oriente Próximo, Estados Unidos tuvo que poner ayer en juego su prestigio en el mundo árabe para proteger a Israel y vetar en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas una resolución de condena al gobierno israelí por la construcción de asentamientos judíos en territorio palestino.

En esta oportunidad, el respaldo a Israel resulta particularmente importante debido al nuevo equilibrio que se vislumbra en Oriente Próximo. En unos meses más, por ejemplo, Estados Unidos e Israel van a tener que tratar con un nuevo Gobierno en Egipto que probablemente actuará en función, no de los intereses personales de un gobernante, sino del estado de ánimo de sus ciudadanos. En esas circunstancias, si el apoyo norteamericano a Israel era hasta hoy rutinario, a partir de ahora será muy costoso.

No va a ser fácil para Obama modificar esa política, entre otras razones porque nadie lo pone fácil. No lo pone fácil Netanyahu, con su radicalismo. No lo pone fácil Abbas, más preocupado por sostenerse él en el poder. Y no lo pone fácil la opinión pública norteamericana. La semana pasada, en cuento se supo que la Administración estaba negociando en la ONU un texto alternativo de crítica a Israel, varios columnistas y medios de comunicación se precipitaron a denunciar la debilidad de la política de la Casa Blanca.

¡Despiértate Norte América!

¡Despiértate Norte América!

Casi todos los países del mundo se dieron cuenta que ya se acabo la Guerra Fría, menos uno, que es Estados Unidos. En realidad yo consideraba que los habitantes de la Casa Blanca, Pentágono y sus asesores son más inteligentes y pueden entender el mundo mejor. No hay que ser injusto, durante décadas lo hicieron muy bien, en la Guerra Fría mostraron una habilidad excelente, pero se quedaron dormidos y no se pudieron despertar de ese sueño, o tal vez no quieren despertarse. Bueno, nadie despertaría de ese sueño.

Para muchos analistas e historiadores los años entre 1900-1945 fue una competencia dura, las potencias europeas luchaban para mantenerse en el poder y en otro lado las nuevas potencias como Estados Unidos y Rusia lucharon para consolidar su poder. Ahora, no estamos en la época de la Primera Guerra Mundial ni en la Guerra Fría. Si miramos los acontecimientos mundiales de los últimos 15/20 años, vamos a ver que el mundo ya no es el mismo. En el ámbito político y económico está surgiendo potencias como BRIC. India y China quieren modificar en general la ONU y el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y están desafiando los intereses económicos de Estados Unidos en diferentes continentes. Las economías emergentes gritan a la potencia hegemónica diciendo que nosotros también estamos aquí, quieren ser actores importantes y decisivos en el sistema internacional y están diseñando sus propias políticas internas y externas según sus intereses. También, estamos viendo un cambio político, económico y social en América Latina. Durante la Guerra Fría era difícil ver a un Chávez que podía desafiar sus políticas en su patio trasero, en otro lado, Brasil está jugando por lo grande.

Estamos viendo unos hechos históricos y sin precedentes en Oriente Medio. Esta región fue el último en despertarse de la Guerra Fría, fue el último, porque estaban gobernados por los dictadores que habían llegado al poder durante la Guerra Fría. Los asesores y políticos de la Casa Blanca pensaron que el pueblo de Oriente Medio se va a quedar en ese sueño eternamente, pero se equivocaron y los árabes sorprendieron al mundo. En Oriente Medio inició un movimiento que va a ir hasta al final, porque la derrota de los dictadores está animando a los jóvenes y a la población en general y estamos viendo que lo que inició en Túnez, hizo un efecto dómino en la región.

Estados Unidos tiene muchos amigos que lo están avergonzando como Mubarak, Ben Ali, Rey Abdala II y Rey Abdala de Arabia Saudí entre otros y también Estados Unidos con sus aliados autócratas en la región están avergonzando a sus ciudadanos y en general al mundo entero. Obviamente en ésto, los ciudadanos norteamericanos no tienen culpa, pero sí tienen responsabilidad a la hora de elegir sus dirigentes. Los ciudadanos de Estados Unidos hace unas décadas andaban en Oriente Medio, en América Latina y en el resto del mundo con sus cabezas en alto, pero ahora no se qué van a hacer. Hablaban de su país con orgullo, como el sueño americano, el país de las libertades, siempre está al lado de los justos, como el foro de la humanidad, que están en el mundo para guiar a la humanidad, acabar con el oscurantismo y que son los portadores de la democracia. Pero los mismos ciudadanos norteamericanos y los ciudadanos del mundo se están dando cuenta que las cosas no son así, muchos lo sabían, pero ahora los hechos una vez más lo están confirmando. Que ironía, Cómo va a ser posible que el portador de la democracia es el mismo obstaculizador de la democracia en muchas regiones del mundo. El autor del libro “Los Próximos Cien Años” George Friedman, claramente lo confiesa en su obra diciendo: “Estados Unidos no necesita ganar guerras, le basta con trastocar y enemistar entre sí a sus enemigos y competencias, para que no puedan emerger como potencias”. Hemos visto claramente esto durante décadas, a veces enemistando los vecinos entre sí y a veces enemistando los líderes de un país con sus propios ciudadanos, como está ocurriendo en Oriente Medio y como ocurrió durante décadas en América Latina.

¡Despiértate Norte América!, porque antes las palabras de los líderes norteamericanos hacían eco positivo en el mundo, ahora también, pero esta vez está haciendo un eco negativo. Porque muchas personas en el mundo no confían en las políticas de Estados Unidos, si los políticos de Estados Unidos dicen blanco, el mundo dice negro, todo lo que dicen funciona contra ellos. Por eso; ahora los políticos norteamericanos deberían despertarse de ese sueño. Obviamente, el despertar va a ser doloroso, aceptar la realidad es duro, pero no son únicos, simplemente miren la historia, hay muchos cementerios de imperios en el mundo.

Señores políticos de todo el mundo, ya llegó la hora de despertarse, en mundo ya no es el mismo de hace unas décadas, ojalá que sí se puedan adaptar al nuevo despertar.

Hasan Turk

Profesor Relaciones Internacionales

y Estudios Orientales

Universidad de Antioquia

Universidad de Medellín

hasturco@gmail.com

https://hsnturco.blogspot.com

El Ejército de Bahréin dispara contra los manifestantes

Hay, al menos, un muerto y varias decenas de heridos.- El rey le encarga al príncipe que inicie un diálogo nacional "con todas las partes" para solucionar la crisis.- Miles de opositores habían lanzado esta mañana gritos contra el rey y exigido el fin de la dinastía suní

La dura respuesta del régimen de Bahréin a los manifestantes que reclamaban mayores libertades políticas está transformando a los reformistas en revolucionarios. Durante el funeral de tres de los muertos el día anterior, volvieron a oírse los gritos de "Muerte a los Al Khalifa", en referencia a la familia real. Cuando algunos de los participantes quisieron dirigirse a la plaza de la Perla, de donde fueron desalojados a sangre y fuego el día anterior, las fuerzas de seguridad (el Ejército, según algunas fuentes) abrieron fuego para impedírselo. El príncipe heredero, Salman Bin Hamad al Khalifa, pidió a los ciudadanos que vuelvan a sus casas y prometió dialogar con la oposición una vez que se restablezca la calma.

"Muerte a Al Khalifa. Abajo el Gobierno", repetía la multitud que volvió a congregarse anoche en el hospital Salmaniyah, a donde trasladaban a los heridos en el choque con las fuerzas de seguridad. Fuentes hospitalarias dijeron que estaban desbordados, aunque resultaba difícil obtener una cifra de víctimas. Según un responsable médico citado por Reuters, 66 personas habían sido hospitalizadas y cuatro se encontraban en estado crítico.

"El Ejército ha disparado con munición real contra más de mil personas que querían llegar a la plaza de la Perla", denunciaron varios diputados de la oposición chií. También algunos testigos citados por las agencias de noticias atribuían los disparos a miembros de las Fuerzas de Defensa. La manifestación, la primera desde que la policía desmantelara la acampada que pedía reformas políticas y los militares tomaran el lugar, se organizó al concluir los funerales por tres de los muertos en ese asalto.

"No han podido llegar a la plaza porque los antidisturbios han establecido tres anillos de seguridad", explicó a este diario un residente en la zona, que para llegar a su casa tuvo que demostrar que vivía allí. A última hora de anoche, medio centenar de coches de policía permanecían en la plaza, junto a los carros de combate y los blindados, según podía ver desde su ventana.

Por la mañana, decenas de miles de personas acudieron a la isla de Sitra, una de las 30 que forman este pequeño archipiélago, de donde eran originarios los tres fallecidos. Los asistentes agitaban banderas negras y rojas, símbolo del martirio, y repetían los eslóganes antigubernamentales. La policía se mantuvo alejada.

Casi a la misma hora, miles de partidarios del Gobierno se congregaron en la avenida costera para expresar su apoyo al rey. A última hora de la tarde, muchos de ellos todavía recorrían las calles de Manama y de la vecina isla de Muharraq agitando banderas de Bahréin. Los sucesos de los últimos días han abierto una peligrosa brecha entre la población de este pequeño, pero estratégico país.

"Bahréin atraviesa hoy un estado de división que es inaceptable", declaró el príncipe Salman durante una entrevista en la televisión estatal. "No hago ninguna diferencia entre un bahreiní y otro; todos son nuestros hijos", aseguró el heredero, que insistió en que "Bahréin nunca ha sido un Estado policial", pidió una y otra vez que vuelva la calma y ofreció diálogo con la oposición "desde esta misma noche si es posible".

Pero tal vez sea demasiado tarde. Si el lunes, cuando se convocó la primera protesta, los manifestantes reclamaban una monarquía constitucional, la indignación por los muertos y la represión les ha radicalizado y ahora piden que se cambie por completo el sistema. Tanto la mayoría chií como la oposición liberal suní llevan tiempo quejándose de que bajo la pátina de democracia que dan las elecciones, el rey Hamad sigue gobernando como un monarca absoluto. De hecho, la familia real copa todos los puestos de decisión, entre ellos 11 de las 23 carteras ministeriales, y designa a los miembros de la Cámara Alta, que actúa de freno del Parlamento electo.

De hecho, muchos de los asistentes al sermón del viernes del jeque Isa Qasem se mostraron decepcionados al ver que no hacía un llamamiento expreso a que continúen las manifestaciones. Qasem, el más respetados clérigo chií de Bahréin, calificó de "matanza" la actuación policial del jueves en la plaza de la Perla y dijo que las autoridades habían cerrado la puerta al diálogo.

"La matanza tenía como objetivo matar y herir, no dispersar una manifestación", declaró el religioso, que sigue la línea quietista del chiísmo. Pero la denuncia se quedó corta para los miles de fieles que habían acudido a escucharle esperando que condonara un reforzamiento de las protestas. "El pueblo quiere la caída del régimen", le interrumpieron repitiendo el eslogan acuñado durante las revueltas populares de Túnez y Egipto.

los arabes piden cambio

Hasan Turk, egipcio y profesor de relaciones internacionales de la Universidad de Antioquia, indicó que los jóvenes egipcios abrieron un camino a través de las redes sociales, "mostraron una valentía inmensa, mostraron al mundo que los orientales también son capaces de hacer una revolución, pedir, buscar y luchar por sus derechos y libertades".

"Es una revolución del pueblo y para el pueblo, no hay un actor visible, no hay un partido político de oposición, no hay un grupo religioso que estuvo liderando las manifestaciones", dice.

Turk está convencido de que el nuevo liderazgo es de los jóvenes. "Los que lideran son los jóvenes a través de las redes sociales. La primera revolución del siglo XXI viene desde Oriente Medio y desde las masas, gritando más democracia".

Para él, los árabes no están levantando la voz y mostrando su molestia hacia los dictadores sino al sistema colonizador moderno que está detrás de estos "títeres hace siglos".

10 TEMAS MUNDIALES DE LOS QUE OBAMA DEBERÍA HABLAR

10 TEMAS MUNDIALES DE LOS QUE OBAMA DEBERÍA HABLAR

El discurso del martes sobre el estado de la Unión se centró sobre todo en la política interior de EE UU. Pero si Obama quiere que su Gobierno empiece a tomarse en serio la política exterior, quizá debería echar un vistazo a estas pistas que le da FP.


México: La cuestión de política exterior más importante para Estados Unidos no es Irán, ni Afganistán, ni China, sino el vecino México, donde han muerto casi 35.000 personas en los últimos cinco años como consecuencia de la guerra contra el narcotráfico. Desde que el presidente mexicano, Felipe Calderón, empezó a tomar serias medidas contra los cárteles de la droga en 2006, el país se ha transformado, y no necesariamente para mejorar. Washington está de forma íntima involucrado en el conflicto. Por un lado, la demanda de los consumidores de droga estadounidenses es la que sostiene el narcotráfico mexicano; por otro lado y de forma aún más directa, se calcula que el 90% de las armas de fuego empleadas en el enfrentamiento proceden del norte de la frontera.

Hasta ahora, la Administración Obama se ha centrado en los problemas de seguridad en el límite con México, en ofrecer ayuda militar al país y contribuir a reducir el tráfico de armas estadounidenses hacia el sur. El pasado mes de mayo, la Casa Blanca anunció que iba a enviar 1.200 soldados más para vigilar la zona fronteriza. Obama ha visitado a su vecino, y la secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton, estuvo allí recientemente.

¿Por qué no habló de ello? Porque México es un pararrayos, no sólo por las drogas sino por la inmigración, un tema que los dos partidos se han esforzado en abordar en los últimos años. El presidente estadounidense, que ha dicho que quiere elaborar una ley integral y pensó en avanzar en este campo con una nueva estrategia inmediatamente después de que su Gobierno planteara la reforma sanitaria, advirtió en otoño que probablemente tardará en tener los apoyos políticos necesarios para que aprueben esa ley.

Unas banderas rojas yacen delante de fuerzas antidisturbios tras una manifestación contra las medidas de austeridad en Atenas, el 2 de diciembre de 2010. AFP/Getty Images

La crisis de la deuda europea: Después de los rescates de Grecia e Irlanda que llevó a cabo la Unión Europea el año pasado, cada vez preocupa más la posibilidad de que otros países endeudados de la eurozona necesiten pronto sus propios fondos de rescate. Los nuevos enfermos del Viejo Continente son Portugal, Italia y España. Pese a que los tres aseguran que no van a necesitar ninguna ayuda, los inversores se muestran escépticos. Pimco, el gigante inversor en bonos, predice que Francia y Alemania tendrán que dedicar todavía más dinero para salvar el euro, a pesar de que en mayo se creó un fondo de previsión de un billón de dólares (casi mil millones de euros) para la eurozona con el fin de prevenir futuras crisis de la deuda.

Obama no podía hablar de manera directa de esto, entre otras cosas por las comparaciones desfavorables que podrían hacerse con el endeudamiento de Estados Unidos. Pero la quiebra de la zona euro causaría un enorme perjuicio a la economía estadounidense y la global. Casi la cuarta parte de las exportaciones de Washington va a parar a Europa. Además, los economistas temen que pueda crearse un efecto dominó que afecte a los bancos de EE UU y contagie a todo el sistema financiero, como ocurrió con la caída de Lehman Brothers hace dos años y medio. Y no estamos en el mundo de la posguerra; La Casa Blanca no va a acudir al rescate del Viejo Continente. En su lugar, es China la que se ha ofrecido a ayudar, por ejemplo con la compra de 6.000 millones de euros de deuda española.

Obama tenía demasiadas presiones para hablar del déficit de Estados Unidos como para mencionar a Europa. Los republicanos recién elegidos para la Cámara de Representantes han pedido grandes recortes del gasto federal, 2,5 billones de dólares en los próximos 10 años. Y, aunque no todo el mundo está de acuerdo en cómo hacerlo, los sondeos de opinión pública muestran una gran preocupación por la deuda federal.

Cachemira: Aunque el discurso de Obama hubiera mencionado las relaciones con India y Pakistán (y entre los dos), era poco probable que hablase de Cachemira, la turbulenta región montañosa que es el epicentro de las tensiones entre las dos potencias nucleares. Ambos países reivindican el territorio, y Nueva Delhi cuenta con unas 350.000 tropas desplegadas allí. El debate sobre quién debe controlar qué se remonta a hace 60 años, pero éste es fundamental para los objetivos antiterroristas de Estados Unidos. Islamabad se resiste a dedicar su Ejército a la lucha contra los talibanes en las provincias del noroeste y cita la “amenaza india” en sus otras fronteras como excusa.

Pero Cachemira no es sólo un tablero en el que se desarrolla el conflicto entre ambos países. Los 5,4 millones de habitantes del territorio, casi en su totalidad musulmanes, tienen sus propias reivindicaciones. Y en los últimos meses, los jóvenes –muchos de ellos, parados y sin posibilidad de encontrar trabajo– se han lanzado a la calle a protestar, a arrojar piedras contra los soldados indios y reclamar la independencia respecto a los dos Estados. En 2008, las autoridades de India dijeron que habían muerto aproximadamente 47.000 personas en los 20 últimos años de disturbios en la región.

Hasta ahora Estados Unidos ha tratado de mantenerse al margen del debate sobre Cachemira. Washington ha hecho poca cosa y algunos analistas opinan que incluso un empeño mayor no habría servido para nada. La conflictiva región ni siquiera estaba en la cartera del difunto Richard Holbrooke, representante especial de la Administración Obama para Afganistán y Pakistán. Aun así, a la Casa Blanca le interesa que haya una resolución pacífica y duradera para la crisis de la zona, y seguramente estará alerta cuando Nueva Delhi e Islamabad se sienten a negociar, por fin, el próximo mes.

Unos funcionarios electorales cuentan los votos en Juba el 15 de enero, tras el histórico referéndum de independencia en Sudán del Sur. AFP/Getty Images

Sudán: El 9 de enero, sucedió algo increíble en este país. Seis años después de que un acuerdo de paz negociado por Estados Unidos pusiera fin a decenios de guerra civil, el sur votó si quería independizarse del norte, una opción que fue la que escogió nada menos que el 99% de sus ciudadanos, según los resultados provisionales. Y casi tan increíble como la existencia de un Sudán del Sur nuevo e independiente es el propio hecho de que el referéndum se celebrara, y además, con puntualidad y sin violencia. En gran parte se debió a la enorme presión diplomática que la Administración Obama había ejercido sobre el Gobierno de Jartum en los últimos meses.

EE UU podría haber mencionado todo esto. Pero lo que seguramente no iba a decir era que no todas las noticias son buenas. Antes de que el sur proclame la independencia, tanto éste como del norte tendrán que llegar a acuerdos sobre mil detalles llenos de complejidad, desde el trazado de la frontera hasta las definiciones exactas de la ciudadanía. El presidente de Sudán, Omar Hassan al Bashir, es un experto en políticas arriesgadas, y es posible que aplace las negociaciones hasta el último minuto posible para obtener concesiones sobre el reparto de la riqueza del petróleo, por ejemplo. Tampoco existen garantías de que un Sur, nuevo e independiente, sea más capaz de autogobernarse como lo hizo su antiguo amo del norte. Pero lo peor es que ahora, aprovechando que todas las miradas internacionales están puestas allí, Bashir puede querer reforzar su control de Darfur, la región occidental separatista que tanto ha sufrido en años recientes.

Yemen: Diez años después del atentado contra el portaaviones USS Cole, Yemen sigue siendo un foco de tensiones en medio de una región muy peligrosa. Este diminuto país situado frente a Somalia, a orillas del Golfo de Adén, ha pasado a ser una de las principales preocupaciones de los responsables de la lucha antiterrorista en los últimos años. Con un Gobierno débil, lleno de divisiones internas, en bancarrota económica y geográficamente maldito, el país se ha convertido a su pesar en anfitrión de Al Qaeda en la Península arábiga, con personajes tan carismáticos como el yihadista de origen estadounidense Anwar al Awlaki, idolatrado por el autor de la matanza de Fort Hood, entre otros.

Yemen ocupó también los titulares hace un año, después de que el terrorista del día de Navidad, Umar Farouk Abdulmutallab, que se había entrenado en este país, intentase hacer estallar un avión de pasajeros con destino a Estados Unidos. Y a finales del año pasado, los cables de WikiLeaks revelaron que los estadounidenses habían llevado a cabo ataques aéreos en el territorio contra presuntos guerrilleros. Los documentos dicen, asimismo, que el Gobierno ha desviado otras ayudas militares de Washington para fines sin especificar, como mantener a raya a los rebeldes de oposición. Es un ejemplo significativo de las dificultades de tener que cooperar con unos aliados imperfectos en la guerra contra el terrorismo, un aspecto del que, como es natural, Obama se resiste a hablar.

Existe un motivo más para tener presente a Yemen en estos momentos: Guantánamo. El presidente de EE UU está recibiendo muchas presiones de sus bases más izquierdistas por no haber sido capaz de cerrar la prisión antes del plazo que él mismo se había marcado, enero de 2010, y por haber reanudado las comisiones militares. Y resulta que muchos de los presos en cuestión son yemeníes.

Billetes de dólar y yuan en un banco de Pekín el 15 de mayo de 2006. China Photos/Getty Images

El dólar: El billete verde ya no es tan popular como antes. Desde hace dos años, todo el mundo, desde el Banco Mundial hasta Naciones Unidas, ha advertido que el dólar estadounidense no puede seguir siendo eternamente la divisa de reserva global. El último, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que se refirió a esta cuestión durante su encuentro con Barack Obama en Washington en enero. Y la semana pasada, durante su visita a la Casa Blanca, el mandatario chino Hu Jintao calificó el sistema con denominación en dólares como un “producto del pasado”.

Si el planeta acaba por diversificar su sistema de visitas y se aleja de esta divisa, eso supondría grandes cambios para Estados Unidos. En la actualidad, goza de enormes ventajas cuando pide préstamos en los mercados internacionales. Sus exportaciones no se enfrentan a las mismas barreras monetarias que sufren muchos otros países, que tienen que pagar una prima para comprar dólares con los que hacer operaciones comerciales. Desde luego, queda mucho para que nos apartemos verdaderamente de él. Todavía no existe ninguna alternativa suficientemente tentadora para los inversores, y los bancos centrales manejan ya tan bien la técnica de hacer negocios con esta moneda que tardarían años en cambiar. Pero tampoco puede seguir Washington dando por sentada su diplomacia del dólar.

Para Obama (y para cualquier otro político estadounidense, independientemente de su afiliación política), la idea de una nueva divisa mundial evoca el derrotismo y la teoría del declive estadounidense. Y el mensaje del martes pretendía ser todo lo contrario. Como dice el periódico Politico, fue cuestión de“atmósfera más que de política”.

Red de distribución del norte: Durante la primera mitad de 2010, los convoyes de la OTAN que se dirigían a Afganistán –con todo tipo de suministros, como combustible y alimentos—sufrieron cada vez más ataques en el camino desde Karachi (Pakistán), hasta la frontera norte con el país. A finales de septiembre, Islamabad cerró la carretera en protesta por las muertes de civiles por los ataques de los aviones no tripulados estadounidenses, aunque la reabrió en octubre. Entre los combatientes y la situación política, hace tiempo que el Ejército de EE UU y sus aliados buscan otras vías para entrar en la zona.

Como consecuencia, para complementar la ruta de Pakistán, han empezado a utilizar la llamada red de distribución del norte, que transporta los suministros a Afganistán a través de Rusia y Asia Central. Lo bueno es que Moscú, y los Gobiernos de Uzbekistán, Tayikistán y Kirguistán han permitido el paso de los cargamentos estadounidenses. Lo malo es que este trayecto también está lleno de escollos, desde retrasos insoportables hasta sobornos y extorsión.

Los problemas de abastecimiento son otra señal más de las precarias relaciones que deben mantener EE UU y sus aliados para proseguir los combates en Kabul. Son ya conocidos los lamentos por la intransigencia paquistaní en la lucha contra los talibanes. Ahora, la Administración de Obama, muy a su pesar, tiene que llevarse bien con Estados de Asia Central como, por ejemplo, Uzbekistán, gobernado por el autócrata Islam Karímov, y Kirguizistán, donde unos sangrientos disturbios derrocaron al caudillo ex soviético Kurmanbek Bakiyev el año pasado.

Washington no tiene más remedio que sonreír y tolerar a sus aliados, no le quedan muchas más opciones. En octubre de 2010, la mitad de todos los suministros para las tropas en Afganistán estaba entrando a través de Pakistán, un 30% a través de Asia Central y el 20% restante por aire.

El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, sale de una rueda de prensa en el Frontline Club de Londres, el 17 de enero.
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WikiLeaks: Se ha derramado mucha tinta sobre lo que significa WikiLeaks para los esfuerzos diplomáticos de la Administración de Obama en todo el mundo. Muchos de los cables son embarazosos; otros revelan negociaciones entre bastidores con aliados difíciles como Yemen y Pakistán que a los diplomáticos de EE UU, seguramente, les habría gustado mantener secretas. Desde luego, si la administración estadounidense llamó a los aliados para avisarles de que iba a producirse la publicación de los documentos y prevenir daños, fue por algo.

Sin embargo, el Gobierno de Obama dice –al menos en público—que WikiLeaks no ha perjudicado gravemente su capacidad de ejercer una política exterior. El secretario de Defensa, Robert Gates, lo resumió así: “¿Es embarazoso? Sí. “Es incómodo” Sí. ¿Tiene consecuencias para la política exterior de Estados Unidos? En mi opinión, muy modestas”.

Eso no ha impedido que la Administración esté tratando de preparar bien sus argumentos para demandar al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, y a Bradley Manning, el soldado del Ejército acusado de descargar y filtrar los cables diplomáticos, archivos sobre Irak y Afganistán. (En la actualidad, Manning está detenido en Estados Unidos; Assange está sujeto a arresto domiciliario en Gran Bretaña mientras aguarda una decisión sobre su posible extradición para responder a unos cargos de delitos sexuales en Suecia.)

Ahora bien, al margen del resultado de las querellas pendientes contra Assange y Manning, lo que parece claro es que la idea de WikiLeaks -obtener secretos del Gobierno y hacerlos públicos en la red- va a echar raíces. Ya hay muchos imitadores. De modo que lo que debería preocupar a Obama no son quizá los hechos pasados que revelan los cables diplomáticos, sino el futuro de las relaciones de Estados Unidos en un mundo dedicado a WikiLeakear.

Palestina: Durante la última década, en las conversaciones de paz de Oriente Medio, ha habido mucho más frío que deshielo. Hoy están en una cámara de congelación. Los intentos norteamericanos de mediar en unas negociaciones directas fracasaron hasta tal punto el otoño pasado que Washington no consiguió ni que las dos partes volvieran a la mesa. Ahora existen indicios de que la Casa Blanca se ha rendido y no cree ya que pueda contar con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, como un negociador verdaderamente deseoso de lograr la paz. Para empeorar aún más las cosas, las autoridades palestinas están indignadas por unos documentos filtrados a Al Yazira y hechos públicos hace poco, en los que se revela que los negociadores palestinos estaban dispuestos a hacer concesiones importantes y posiblemente impopulares a Israel. La falta de voluntad o de capacidad de los israelíes para llegar a un acuerdo, por un lado, y la fragmentación política y la debilidad negociadora de los palestinos, por otro, parecen obstáculos insuperables.

Por eso merece la pena llamar la atención sobre un movimiento inesperado en la región que está cobrando fuerza: el intento de Palestina de obtener un reconocimiento unilateral como Estado en Naciones Unidas. Hace unas semanas, Guyana se sumó a otros siete países latinoamericanos en su propuesta de reconocer Palestina. Rusia anunció el 18 de enero que también va a hacerlo. Aunque el presidente palestino, Mahmud Abbas, ha dicho que Palestina no va a proclamar la independencia de forma unilateral, el debate sobre una posible resolución de la ONU está abierto. No parece probable que la Casa Blanca respalde una resolución así, si es que alguna vez llega a someterse a votación. Y, aunque el Gobierno de Obama está muy dedicado al objetivo de la paz en Oriente Medio, es de suponer que no será uno de sus temas prioritarios ahora que el Presidente tiene que empezar a preparar su reelección, en una campaña electoral que estará muy centrada en temas internos.

El presidente chileno, Sebastián Piñera, y el líder chino Hu Jintao. AFP/Getty Images

Suramérica: ¿Cuándo fue la última vez que oímos a un presidente de Estados Unidos pronunciar las palabras “Suramérica” en un discurso sobre el estado de la Unión? Si no se acuerdan, es porque fue hace bastante; en 1998, para ser exactos.

Desde el final de la guerra fría, durante la que Washington estaba pendiente de la influencia soviética en su patio trasero, la política suramericana de Estados Unidos ha perdido toda su importancia. Como explicó en 2006 Moisés Naím, exdirector de Foreign Policy, “El peso de Latinoamérica en el mundo ha disminuido. No es un motor económico, una amenaza de seguridad ni una bomba demográfica. Hasta sus tragedias quedan empequeñecidas al lado

La verdad es que algunos países sí se han vuelto más prioritarios. Colombia, por ejemplo, donde EE UU ha invertido 8.000 millones de dólares en los últimos 10 años para combatir a la guerrilla narcotraficante, recibió una mención en el discurso de Obama de 2008, en el que dijo que era uno de los principales aliados del país. Ahora bien, en conjunto, Latinoamérica ha dejado de ser un foco de atención en un mundo en el que Afganistán, Irak, Pakistán, China, Irán, Europa y otros muchos países y problemas son más urgentes. Ni siquiera la retórica enardecida del presidente venezolano, Hugo Chávez, merece más que un interés rutinario de Washington.

¿Entonces qué? Podríamos destacar que, aunque EE UU haya abandonado en gran parte Suramérica –durante tanto tiempo su patio trasero—a su suerte, China no. No es que los países latinoamericanos necesiten mucha ayuda para salir adelante hoy. Las economías de la región han prosperado de tal manera después de su crisis económica que algunos autores hablan de los próximos años como la década latinoamericana.

LOS OTROS ALIADOS QUE PODRÍAN AVERGONZAR A EE UU

Mantener buenas relaciones con los autócratas es un lamentable pero a menudo necesario componente del delicado ejercicio de equilibrio que es la política exterior estadounidense. Pero, como Washington aprendió una vez más con los últimos acontecimientos, apoyar a un líder tiránico por el bien de la estabilidad puede presentar sus propios riesgos. He aquí ocho alianzas más que podrían resultar embarazosas.

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ARABIA SAUDÍ

Líder: Rey Abdalá

Historial: El rey ha gobernado Arabia Saudí desde 2005. Como dirigente de un país que carece de elecciones, Parlamento y partidos políticos, Abdalá y su familia ejercen un poder sin restricciones dentro del reino y también —gracias a su control de un quinto de las reservas de petróleo del mundo y dos de los lugares más sagrados del islam— bastante influencia más allá de sus fronteras. Abdalá sorprendió a muchos al acometer algunas reformas menores de las altas esferas del establishment religioso del país en 2009. Aunque esto pudo deberse más a un deseo de consolidar su poder que a algún tipo de iluminado impulso pluralista. El rey, de 86 años, ha sufrido un deterioro de su salud en los últimos años, lo que ha provocado especulaciones sobre cuál de sus parientes le sucederá.

Arabia Saudí sigue siendo uno de los países más represivos de la Tierra, en especial para sus 9 millones de ciudadanas, a quienes se les impide ejercer muchos trabajos o conducir, y por ley son consideradas de manera legal sometidas a sus maridos. Esta vetado practicar cualquier religión que no sea el islam. La tortura y la detención sin juicio son habituales. Alrededor de 2.000 personas fueron arrestadas sólo en 2009 por acusaciones políticas.

Apoyo de Estados Unidos: Ya sea con besos y apretones de manos o haciendo reverencias, se puede contar con que los presidentes estadounidenses de ambos partidos muestren siempre su afecto por la Casa de Saud, una tradición que se remonta a la Administración de Franklin Roosevelt. Siendo el único país en el mundo con una “capacidad de producción adicional” —suficiente petróleo extra como para poder influir en los precios globales de la energía a voluntad—, la cooperación saudí es crucial para mantener en ebullición a la economía en EE UU.

Desde el 11-S los saudíes también han proporcionado asistencia e información de inteligencia para la guerra contra el terror liderada por Washington y tomado duras medidas contra los extremistas violentos, tanto en el reino como al otro lado de la frontera con Yemen. No obstante, siguen en el aire las preguntas sobre el grado en que los miembros de la familia real saudí todavía proporcionan ayuda económica a Al Qaeda. Estados Unidos depende también de la estabilizadora influencia de Arabia Saudí en Oriente Medio como contrapeso a Irán y de su papel como mediador con la Autoridad Nacional Palestina. En 2010, la relación se consolidó aún más gracias a un acuerdo armamentístico por valor de 60.000 millones de dólares (unos 43.000 euros) que incluía cazas, helicópteros y misiles.

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YEMEN

Líder: Alí Abdullah Saleh

Historial: Saleh primero se hizo con el poder en Yemen del Norte en un golpe militar en 1978 y ha gobernado el país entero desde su unificación en 1991. Los partidos de la oposición son marginados, las elecciones parlamentarias han sido pospuestas indefinidamente y los civiles frecuentemente se ven alcanzados por las ofensivas militares en el anárquico Sur.

Yemen es tanto uno de los países menos estables del mundo —con una insurgencia de rebeldes chiíes actualmente activa en la región sur— como uno de los más represivos: las detenciones arbitrarias y la tortura están generalizadas, y los asesinatos de honor de mujeres a manos de miembros de sus familias con frecuencia queda impunes. Inspirados por los acontecimientos de Túnez y Egipto, los manifestantes han comenzado a lanzarse a las calles de la capital, Saná, para celebrar protestas casi diarias desde mediados de enero, exigiendo la salida de Saleh como presidente.

Apoyo de Estados Unidos: Saleh podría parecer un insólito aliado estadounidense. Además de su estilo autocrático y tolerancia de la corrupción oficial, fue un estrecho aliado de Saddam Hussein y apoyó la invasión de Kuwait por parte de Irak en 1990. Pero el antiterrorismo hace extraños compañeros de cama, los grupos extremistas presentes en el interior de Yemen han sido la fuente de numerosos ataques anti americanos, desde el atentado contra el U.S.S. Cole en 2000 al complot de la bomba del día de Navidad de 2009 o al intento de atentado con una bomba escondida en una impresora en 2010. Además, es el hogar del renombrado terrorista Anwar al Awlaki y de Al Qaeda en la Península Arábiga. Dados los peligros que emanan de Yemen, los responsables de las políticas de EE UU han decidido que los esfuerzos del mandatario yemení por restaurar el orden en el país son la mejor apuesta para prevenir más ataques, y la ayuda miliar destinada a la región se ha, más que, doblado desde el complot de Navidad. Es probable que la ayuda de Washington a Yemen para el Ejército alcance los 250 millones de dólares en 2011, lo que se sumaría a un sustancial aumento en la asistencia al desarrollo.

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JORDANIA

Líder: Rey Abdalá II

Historial: Cuando Abdalá, que había disfrutado de una educación occidental, llegó al trono en 1993, despertó grandes esperanzas de que se produjeran reformas políticas. El Gobierno levantó 20 años de ley marcial en 1989, restaurando el Parlamento. Pero a esto no le siguió una democracia abierta. El sistema electoral del país sigue estando plagado de fallos, con los distritos electorales configurados de manera que favorezcan a los candidatos tribales y a aquellos que son leales al Estado. El mayor partido de la oposición, el Frente de Acción Islámica, vinculado a la Hermandad Musulmana, ha boicoteado las dos últimas elecciones parlamentarias alegando que el fraude y la compra de votos eran generalizados. La Administración jordana ha citado el éxito electoral de Hamás en los cercanos territorios palestinos para justificar el lento ritmo de las reformas políticas en el país.

El cambio en las medidas económicas de Abdalá han dado como resultado un crecimiento constante del PIB pero, como en Egipto, esto no se ha traducido en una mejora en la calidad de vida de los ciudadanos más pobres. El desempleo puede llegar al 30% en el reino, y la tasa de pobreza es de alrededor del 25%. Miles de personas protestaron contra las políticas económicas del Gobierno con una sentada en el exterior del Parlamento el 16 de enero.

Apoyo de Estados Unidos: La Casa Blanca confía en Jordania para que le preste asistencia en la lucha contra el terrorismo, así como en su a menudo constructivo papel en el proceso de paz palestino-israelí. Bajo la familia real, Jordania ha seguido una de las políticas exteriores más sistemáticamente pro estadounidenses de Oriente Medio. Ésta se ha visto recompensada con más de 6.000 millones de dólares en ayuda al desarrollo desde 1952, es el segundo mayor receptor de ayuda exterior de EE UU per cápita. En 2010, Washington y Ammán firmaron un acuerdo de desarrollo por valor de 360 millones de dólares. El primero también ha proporcionado una significativa ayuda al Ejército jordano, incluyendo una nueva flota de cazas F-16 en 2007.

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ETIOPÍA

Líder: Meles Zenawi

Historial: Las elecciones de 2010, en las que el partido del primer ministro Meles Zenawi logró un sorprendente 99,6 % de los votos, fueron la culminación de lo que la organización Human Rights Watch llamó “la estrategia de cinco años de cierre sistemático del espacio para la disidencia política y la crítica independiente”. Ésta incluía ataques y arrestos de importantes figuras de la oposición, la clausura de periódicos y los ataques a periodistas críticos con el Gobierno, y el reparto de la ayuda alimentaria internacional como incentivo para hacer que los etíopes pobres se unieran al partido gobernante.

Además de los ataques a los medios de comunicación nacionales y las ONG, el Estado también interfirió las emisiones de Voice of America y Deutsche Welle en el periodo previo a las elecciones. La ONG estadounidense Freedom House rebajó la clasificación de Etiopía a No libre por primera vez este año en su estudio anual Libertad en el mundo.

Apoyo de Estados Unidos: Etiopía, que comparte fronteras con Sudán y Somalia, se beneficia de ser, al menos en teoría, un Gobierno pro estadounidense en un vecindario muy peligroso. En 1998, el presidente Bill Clinton describió a Zenawi como el líder de un “Renacimiento africano”. El fuerte apoyo de Washington a Addis Abeba continuó bajo el mandatario George W. Bush, que veía al Estado, fundamentalmente cristiano, de Zenawi como un baluarte contra el extremismo islámico en África Oriental, y proporcionó una lluvia de millones de dólares en ayuda militar. Bush se opuso a leyes que vinculaban la asistencia bélica para Etiopia con los derechos humanos y dio un apoyo tácito a su invasión de Somalia en 2007.

La retórica es algo menos entusiasta bajo la Administración Obama —el Departamento de Estado criticó con dureza las elecciones de 2010, por ejemplo— pero Estados Unidos continuará financiando a Etiopia con hasta 583,5 millones de dólares este año, a pesar de las evidencias de que el Gobierno está usando directamente esta ayuda para sofocar la disidencia.

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UGANDA

Líder: Yoweri Museveni

Historial: A Museveni se le llena la boca hablando de democracia, desarrollo económico y medidas anti corrupción. Para ser justos, sí que instituyó varias reformas prometedoras al comienzo de su presidencia, fomentando el desarrollo de la prensa libre y de elecciones tras décadas de gobiernos autoritarios. Pero ahora el presidente ha comenzado a parecerse a sus predecesores, aboliendo las limitaciones de duración de los mandatos tras casi tres décadas en el poder, lanzando ataques legales contra periodistas independientes, acosando a los partidos de oposición y volando en un jet privado de 50 millones de dólares mientras más de un tercio de su pueblo vive con menos de 1 dólar al día, habiendo criticado con anterioridad a otros líderes africanos por permitirse lujos similares. Las ONG han documentado también numerosos casos de detenciones ilegales y torturas por la Fuerza Conjunta Antiterrorista del país.

Uganda se ganó la condena internacional en 2010 por una propuesta de ley, todavía pendiente de aprobación, que castigaría la homosexualidad con duras condenas, incluyendo la pena de muerte. Museveni apoyó inicialmente la ley pero más tarde se echó para atrás, cuando varios países en Europa amenazaron con retener sus ayudas. El más destacado activista a favor de los derechos de los homosexuales, David Kato, murió tras recibir una paliza el 27 de enero, sólo semanas después de que un popular tabloide publicara su foto junto al pie Colgadles.

Apoyo de Estados Unidos: El estable Gobierno, el desarrollo económico y la efectiva respuesta al VIH/sida de Uganda han convertido al país en una especie de emblema del desarrollo africano, y es uno de los principales receptores de la ayuda estadounidense en el continente. Además, Museveni ha ayudado a sus amigos de Washington contribuyendo con casi 3.000 soldados de mantenimiento de la paz a la misión internacional en Somalia y llevado a cabo una gran ofensiva militar contra el Ejército de Resistencia del Señor, uno de los grupos rebeldes con peor reputación de África.

Obama en un principio pareció reticente a tratar de quedar bien con Museveni, negándose a varios intentos del líder ugandés de asegurarse un encuentro en la Casa Blanca y criticando en público la ley contra los homosexuales. Pero la Administración estadounidense permaneció prácticamente en silencio después de que el mandatario usara el atentado durante el Mundial de Fútbol de 2010 cometido por los militantes somalíes de Shabaab en Kampala, como pretexto para limitar aún más la cobertura de los medios de comunicación y a los partidos de la oposición. En lo que, muy probable, es un intento de equilibrar la preocupación por la democracia con la necesidad para el apoyo continuado de Uganda en Somalia. El secretario de Estado adjunto para Asuntos Africanos de Estados Unidos, Johnny Carson incluso manifestó a los periodistas que el país había celebrado “unas elecciones libres y limpias”, contradiciendo los propios informes del Departamento de Estado, que mencionaban numerosas irregularidades.

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UZBEKISTÁN

Líder: Islam Karímov

Historial: Karímov, el primer y único presidente del país tras su independencia, ha sofocado de forma sistemática cualquier disidencia política, proscribiendo a los grupos de oposición —especialmente islámicos—, oprimiendo a la prensa y encarcelando a miles de personas. Uzbekistán es citado como uno de los peores torturadores del mundo, y en sus abarrotadas cárceles se administran castigos que incluyen palizas, violaciones e incluso la práctica de hervir a los detenidos. Tashkent se enfrentó a la condena internacional en 2005 después de que cientos de manifestantes desarmados que protestaban para apoyar a un grupo de empresarios locales arrestados fueran disparados por las fuerzas de seguridad en la ciudad de Andiján. Karímov ha extendido en repetidas ocasiones su propia permanencia en el poder más allá del límite de dos mandatos impuesto por la Constitución y los observadores internacionales han rechazado las elecciones del país calificándolas de farsa.

Apoyo de Estados Unidos: Uzbekistán clausuró una base aérea estadounidense en el país en 2005, tras las críticas por parte de Estados Unidos a los sucesos de Andiján. Ésta sigue cerrada, pero las relaciones están mejorando. El general David Petraeus realizó una visita de perfil alto en 2009 para hablar de un posible papel de la región en la guerra en Afganistán liderada por Estados Unidos. En abril de ese año, Washington y Tashkent firmaron un acuerdo para permitir que los suministros para la actividad de la OTAN pudieran atravesar las fronteras uzbekas. En noviembre de 2010, el responsable del CENTCOM (Mando Central de Estados Unidos), el general James Mattis, visitó la zona para firmar un pacto de cooperación en materia de seguridad, incluyendo entrenamientos militares.

La Administración estadounidense ha continuado presionando a Uzbekistán para que haga mejoras en la situación de los derechos humanos, pero los terrenos del país, y su proximidad a la guerra en Afganistán, son demasiado valiosos para que a éste se le aísle en su totalidad.

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KAZAJSTÁN

Líder: Nursultán Nazarbáyev

Historial: Nazarbáyev, ex líder del Partido Comunista Kazajo, ha gobernado el país sin desafíos políticos serios desde su independencia en 1991. Las restrictivas leyes electorales hacen casi imposible que los partidos de oposición se presenten a las elecciones, a los periódicos que critican al Gobierno se les acosa sistemáticamente y son clausurados, y se dice que la corrupción —en especial relacionada con el sector de la energía— es generalizada en todo el Estado.

En enero, el sumiso Parlamento kazajo pidió a Nazarbáyev que convocara un referéndum que extendería su mandato hasta 2020, saltándose por completo las elecciones previstas para 2012 y 2017. La policía reprimió con mucha dureza las protestas de la oposición contra esta medida. Tras la condena internacional del plan, el mandatario lo descartó y en su lugar convocó unos repentinos comicios presidenciales que se celebrarían casi dos años antes de lo previsto.

Apoyo de Estados Unidos: Kazajstán y Estados Unidos han cooperado desde 1996 en un proyecto para garantizar la seguridad e irse deshaciendo del material nuclear de la era soviética que hay en el país. Kazajstán también ha proporcionado rutas de paso para la guerra en Afganistán liderada por EE UU. Los estimados 2.400 millones de metros cúbicos de gas natural de la región lo convierten además en un socio regional muy atractivo.

Para ser justos, Kazajstán no es ni de lejos tan represivo como sus vecinos de Asia Central, ha sido más efectivo logrando un desarrollo económico y es —junto a Ucrania— uno de los casos de no proliferación más exitosos desde el fin de la Guerra Fría. Pero los elogios de Estados Unidos hacia el régimen, que nunca ha celebrado unas elecciones disputadas, han sido a veces, de forma ridícula, efusivos. En una reunión en 2006 entre Bush y Nazarbayev, el presidente estadounidense describió Kazajstán como una “nación libre con un compromiso hacia las instituciones, que permitirá florecer a la libertad”.

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VIETNAM

Líder: Nguyen Tan Dung

Historial: El Partido Comunista de Vietnam es el único permitido por la ley y designa al líder del país de entre sus propias filas —Nguyen Tan Dung fue nombrado para un segundo mandato el 26 de enero—. Según Human Rights Watch, el país ha intensificado su represión de los derechos humanos durante el año pasado, encarcelando a defensores de los derechos humanos, blogueros, y activistas anti-corrupción. Los grupos religiosos, tanto cristianos como budistas, se han enfrentado a un acoso constante. La brutalidad policial y las muertes bajo custodia de las fuerzas de seguridad son habituales.

Como China, Vietnam filtra Internet dentro del país, bloqueando las websites molestas y exigiendo a los proveedores del servicio y a los cibercafés que instalen un software de seguimiento para poder rastrear la pista de los usuarios.

Apoyo de Estados Unidos: Treinta y cinco años después del final de la Guerra de Vietnam y quince después de que se restauraran las relaciones diplomáticas, la amistad entre ambos no ha sido nunca tan estrecha. Los dos países firmaron un acuerdo de libre comercio en 2006, un paso que acercaba más a Vietnam a la entrada como miembro en la Organización Mundial del Comercio (OMC). Con un ojo puesto en la ascendente China, también han reforzado la cooperación en defensa, incluyendo ejercicios de instrucción militar y un potencial acuerdo nuclear civil. En 2010, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, dijo que a pesar de las “profundas diferencias” en materia de derechos humanos, era el momento para que los dos llevaran su relación al “siguiente nivel”.

Esos impulsos pueden resultar más difíciles de conciliar de lo que Clinton hubiera esperado. En enero de 2011, Estados Unidos presentó una protesta al Gobierno vietnamita después de que un diplomático estadounidense fuera arrojado al suelo tras un forcejeo y luego arrestado por la policía mientras intentaba visitar la casa de un destacado disidente de Vietnam.