lunes, 13 de agosto de 2012

interés cuánto vales




He aquí los amigos de conveniencia de Sudán del Sur, todos ellos en competencia por los hidrocarburos y las tierras fértiles.
El 75% de los campos petrolíferos se encuentran ahora bajo dominio de Sudán del Sur, aunque las refinerías y oleoductos más importantes continúan en el norte, y además el nuevo Estado posee el 10% de las tierras más fértiles de África. En un mundo con 7.000 millones de habitantes, la competencia por los hidrocarburos, el agua y los alimentos ponen a prueba el vigor de las superpotencias, cuya estrategia, que antes consistía en desestabilizar a la región rica en recursos, ha cambiado radicalmente y la mayoría coincide en respaldar la armonía con tal de asegurarse el normal desarrollo de su propia producción. En este contexto, entran en escena las amistades interesadas de Sudán del Sur.

CHINA
   
   
AFP/Getty Images
   El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, y su homólogo chino, Hu Jintao, brindan en Pekín, abril de 2012.
El mejor paradigma de unamigo por interés. Desde el principio China se lo ha vinculado con el sector norte de Sudán, y como uno de los grandes socios del régimen de Al Bashir. Según la ONG Human Rights First, entre 2003 y 2006, durante el espeluznante conflicto de Darfur, donde más de 300.000 personas perdieron la vida y cerca de 2,7 millones debieron abandonar sus hogares, y a pesar de un embargo impuesto por el Consejo de Seguridad de la ONU impidiendo la venta de armas a la región, elgigante asiático suministró cerca de 55 millones de dólares en armas a la fuerzas armadas de Jartum. Años posteriores Amnistía Internacional informó que “Entre 2008 y 2009, China vendió a Sudán, artillería por 23 millones de dólares y tanques de guerra por 11 millones”.  Causalmente, el comercio de China en África excede  los 150.000 millones de dólares y es Sudán uno de sus más acérrimos camaradas en los negocios, el Imperio del Centro importa más del 60% del crudo sudanés que representa más del 6% del consumo de su energía. Por otra parte el suelo fértil que caracteriza a Sudán, también constituye un sustancial atractivo para Pekín, que busca en varios continentes tierras fructíferas a fin de cultivar alimentos para abastecer a sus 1.350 millones de habitantes y producir biocombustibles.
Pero con la partición de Sudán en dos Estados, y como buen amigo interesado que persigue su rédito, la lealtad china a Al Bashir ya no es prioridad, pues con la mayoría de los recursos petrolíferos al otro lado de la frontera, Sudán del Sur es indiscutiblemente más rentable. Causalmente, y como muestra de su codiciosa amistad, Beijing anunció en abril que ha decidido honrar a Sudán del Sur con un préstamo por 8.000 millones de dólares para obras, entre ellas la construcción de oleoductos que permitan prescindir de la infraestructura sudanesa.
Esta nueva predilección en los vínculos de China, provocaron también un cambio en su táctica política, una región inestable ya no es el mejor escenario para la prosperidad de las inversiones. Irónicamente, la conciliación entre Sudán y Sudán del Sur comienzan a desvelar a quien fuera en el pasado uno de sus principales saboteadores.   
         

RUSIA
Junto con China, Turquía y otros, Rusia fue uno de los países que ignoró la condena de la Corte Penal internacional y estrechó sus vínculos con Al Bashir. Forma parte del grupo de los mejores amigos por interés de Jartum, este lazo lo convierte en rival de Estados Unidos por defender a la facción opuesta, pero a su vez también  lo posiciona como adversario de China, que se esfuerza por seducir al nuevo Estado, pero sin dejar de perder su lugar en el viejo Sudán.
Según Human Rights First aproximadamente 30 fueron los países que exportaron armas con destino Sudán durante el conflicto, y Rusia ocupauno de los primeros lugares. Dentro del arsenal se detectaron 33 aviones militares, que se suman a 36 helicópteros Mi-24, misiles, lanzamisiles y tanques de guerra, y miles de armas de largo alcance, menciona Amnistía Internacional en su último informe presentado en 2012. La venta de armas parecería ser una de las principales causas de la intromisión rusa en el conflicto, y uno de los motivos por los cuales no ha querido sancionar a Sudán en el Consejo de Seguridad de la ONU, situación que se asemeja bastante a lo que ocurre actualmente con Siria.
En otro contexto, Rusia con más de 9.900 millones de barriles diarios pelea el primer puesto en la lista de los más grandes exportadores de crudo en el mundo junto con Arabia Saudí, en consecuencia, no deja de estar pendiente de la tensión existente entre Sudán y Sudán del Sur, ya que varios países de Europa y Asia los consideran posibles fuentes de energía en el futuro, es decir, sus potenciales competidores en el negocio.

ESTADOS UNIDOS
 
AFP/Getty Images 
La secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton, en la Conferencia para Sudán del Sur, diciembre de 2011. 
También miembro del grupo de amigos por conveniencia del país africano, y aunque muchos creen que en esta contienda siempre ha permanecido fiel a sus ideales, la historia demuestra lo contrario. En 1978, una importante compañía estadounidense descubrió petróleo en el sur de Sudán, posteriormente el período de paz entre el sur y el norte del país se quebró, y el entonces dictador Gaafar Nimiery tomó el control de las jurisdicciones petroleras, disolvió la autonomía del sur e impuso la sharia. Los intereses económicos de Estados Unidos no fueron alterados, por lo cual no dudó en permanecer al lado del gobierno de Jartum hasta principios de 1990, cuando Omar Al Bashir sí modificó las políticas petroleras perjudicando las ganancias de EE UU. Desde aquel momento se fracturó la amistad.En 1993 el presidente Bill Clinton calificó a Sudán como “Estado terrorista”, declarando a EE UU ferviente adversario de Omar Al Bashir,  quien además fue acusado por dar asilo en su territorio a Osama Bin Laden a principio de los 90.
Con un Sudán agobiado por el desorden institucional y el desequilibrio humanitario, Estados Unidos se alistó como uno de los principales aliados y amigos del sur del país, y le brindó su apoyo militar, económico y diplomático hasta conseguir la división de la nación. Según un informe de Amnistía Internacional correspondiente a 2011: “El gobierno de Estados Unidos suministró al SPLA (Ejército de Liberación del Pueblo Sudanés) 100 millones de dólares por año en asistencia militar. A su vez, el Departamento de Estado aseguró que desde 2005, ha contribuido con más de 8.000 millones de dólares para el desarrollo y el auxilio de las poblaciones de Sudán y Chad.
Al igual que China, y como buen amigo por conveniencia, Washington ahora también esta absolutamente interesado en preservar la paz y la seguridad en la región, entiende que mientras el gobierno de Sudán no logre desestabilizar el noreste del continente los recursos naturales y mineros permanecerán a salvo. Las proyecciones indican que para el 2015 EE UU va a importar el 25% del petróleo desde África.  

KENIA
Un amigo y aliado importante de Sudán del Sur que fue un apoyo clave para conseguir la independencia en 2011. En este caso los lazos étnicos entre ambos países juegan un rol trascendente en la relación. Kenia asistió al país no solo a través de las provisiones destinadas a la población, sino que además colaboró técnicamente, con el entrenamiento y la capacitación de los funcionarios públicos que hoy trabajan para encaminar el Estado. El vínculo entre ambos promete ser aun mejor en el futuro, y ya están trabajando en proyectos comunes que optimizarán el desarrollo económico de la región con la construcción de carreteras, aeropuertos y oleoductos para el traslado del crudo. Claramente, Kenia es uno de los amigos que estuvo presente en los malos momentos, Sudán del Sur no olvida esos gestos y confía en que podrá devolverle los favores, por supuesto, sin resignar sus propios beneficios.

UGANDA  
   
   
AFP/Getty Images
   Un grupo de sudaneses son repatriados a Sudán del Sur desde el campo de refugiados de Madi Okollo, en Uganda.
Los une una historia, negocios y la frontera. Uganda más que un fiel amigo de Sudán del Sur ha sido prácticamente su hermano y, por supuesto, esta relación esta basada en intereses mutuos. Si hay alguien que ansía la paz sudanesa es precisamente Uganda, que junto con Kenia han estado suministrando alimentos, agua, medicamentos y equipamiento militar para socorrer a la población y ayudarlos a enfrentar los ataques del norte. Más allá de las conveniencias, a estos dos pueblos también  los unen los lazos sanguíneos, la raza, el idioma,  todo lo que el régimen de Al Bashir ha tratado de abolir imponiéndoles la lengua, las leyes y las creencias musulmanas. Uganda continúa sufriendo el impacto de la guerra civil sudanesa, en sus tierras acoge a más de 200.000 refugiados que han huido de su país, y que si no se logra el armisticio nunca intentarán regresar. A su vez, Uganda sueña con la estabilidad en la región, dado que desde 2007 Sudán del Sur es su principal socio en los negocios, exporta al nuevo país productos agropecuarios y textiles, aceites, agua y alcohol entre otros. Según el Banco Mundial, el monto por las exportaciones formales en 2008 se acercó a los 246 millones. Uganda da, pero también recibe.  
      
Si algo hay que reconocerle a Sudán y a Sudán del Sur es que a lo largo de la historia no han podido resolver sus disputas, pero si han tenido la capacidad de cosechar amigos y enemigos extranjeros. A los ya mencionados, considerados entre las relaciones más afines, se suma una lista de amigos secundarios que son: India, Malaisia, Etiopía, Francia, Reino Unido, Europa del Este, y ciertas capitales de Medio Oriente, entre otros.
En las relaciones internacionales como en las personales, cuando abundan los amigos, es preciso considerar que con el paso del tiempo habrá algunos que serán traicioneros, otros que buscarán enriquecerse aprovechando la vulnerabilidad ajena, otros pasajeros, mezquinos, ambiciosos y embusteros, pero también habrá muchos otros que buscarán cooperar y compartir un mejor mañana. Eso sí, en las relaciones internacionales, aun el que coopera y comparte, indefectiblemente es porque en el fondo siempre tiene intereses por medio.

domingo, 12 de agosto de 2012

LOS FUTUROS CIUDADANOS JUDÍOS DE PALESTINA





¿Tratar al otro como te gustaría que te trataran a ti? Israel debe examinar el concepto de los derechos colectivos de sus ciudadanos palestinos, por el bien de la posible existencia de una minoría judía en un futuro Estado de Palestina.

AFP/Getty Images

Existen tres posibles soluciones para el problema de los colonos cuando se firme un verdadero acuerdo de paz con los palestinos.
Quienes escojan la primera opción tendrán derecho a recibir unas indemnizaciones completas y generosas que les ayuden a establecerse en cualquier lugar que elijan del Estado de Israel. El Gobierno israelí debe aprender la lección de la retirada de Gaza y no asumir la responsabilidad de los futuros planes de reasentamiento; el Estado lo hace muy mal. Las indemnizaciones deben ser muy generosas, pero también estar sujetas a un calendario; cuanto más esperen, menos obtendrán. Una vez que se firmen los acuerdos de indemnización, habría que fijar una fecha de evacuación y entregar las llaves al Estado.
Quienes escojan la segunda opción y deseen quedarse en Judea o Samaria pero bajo soberanía israelí, podrán hacerlo en las zonas que se anexionarán. Todos los cálculos realistas hablan del 4-5% del territorio de Cisjordania. Eso permitiría que entre el 75 y el 80% de los colonos permanezcan donde están.
Los colonos de fuera de las zonas anexionadas podrán decidir trasladarse a ellas y así permanecer en Judea o Samaria. Recibirán una indemnización generosa por los hogares que hayan tenido que abandonar con el fin de que puedan comprar una vivienda similar en uno de los asentamientos anexionados.
A aquellos que consideran que permanecer en Judea o Samaria es más importante que vivir bajo la soberanía israelí, debería permitírseles que se queden donde están (con la condición de que sus hogares no estén construidos en tierra privada). Si deciden quedarse, deben ser conscientes de que se convertirán en ciudadanos del Estado Palestino. Tendrán que aceptar vivir con arreglo a la soberanía y las leyes palestinas.
Debería permitírseles que posean la doble nacionalidad, es decir, que sigan siendo ciudadanos del Estado de Israel. Hay que contar con que el Estado palestino no les permitirá llevar armas y que su seguridad será responsabilidad directa del Estado. Aunque es probable que sean muy pocos los que escojan esta opción, si yo fuera negociador en nombre de los palestinos, insistiría en que se acepte el principio de la existencia de una minoría judía en su Estado.
Recientemente di una conferencia en una academia de preparación para el Ejército en Aderet. Uno de los estudiantes me preguntó si reconocía al pueblo judío el derecho a poseer toda la tierra de Israel. Le respondí que sí. Soy consciente de que, cuando nuestros dedos recorren las páginas del Antiguo Testamento, están viajando por las colinas de Judea y Samaria. La cuna de nuestra civilización no está en las playas de Tel Aviv sino en esas colinas donde caminaron los profetas y en las que se han establecido asentamientos desde 1967.
También dije que, según esa lógica, podríamos muy bien hablar de las “fronteras prometidas” de la Biblia, que llegan hasta Irak, y sin embargo no lo hacemos. No es lo mismo tener unos derechos que ejercerlos. También tenemos el derecho (y la obligación) de garantizar las vidas de nuestros ciudadanos, y eso nos exige llegar a acuerdos con nuestros vecinos. No podemos ejercer el derecho de los judíos en todas esas tierras. Tendremos que hacer concesiones.
Cuando nació Israel, y después de la guerra de 1949, nos encontramos con una población palestina de unas 156.000 personas. Entonces eran alrededor del 12% de la población. Hoy son más de un millón y representan el 20% de la población.
      
El Estado de Palestina tratará a su minoría judía exactamente de la misma manera que Israel trata a su minoría palestina
      
Esas personas no escogieron ser ciudadanos israelíes. El Estado de Israel les otorgó la nacionalidad y les mantuvo bajo la autoridad militar hasta 1966. La ley les concede igualdad de derechos como individuos, pero como colectivo sufren discriminación desde el nacimiento del Estado. Su situación y su condición son mucho mejores que hace decenios, y se ven señales constantes de que algunas diferencias se acortan, pero también existen otras que son cada vez mayores.
Israel no reconoce a sus ciudadanos palestinos como “minoría nacional” ni aborda la cuestión de sus derechos colectivos, aparte del derecho a vivir en comunidades exclusivas y estudiar en escuelas segregadas, en árabe. Su plan de estudios lo controla el Estado y se les exige que estudien una serie de materias fundamentales, como historia (de Israel y el pueblo judío), educación cívica, hebreo, Biblia y más. No estudian su propia historia y aprenden muy poca cultura y literatura palestina.
La demanda de que los palestinos permitan la existencia de una minoría judía e israelí en el Estado de Palestina nos obligará a todos a mentalizarnos sobre lo que significan los derechos colectivos de una minoría nacional. El Estado de Palestina debería exigir a todos sus ciudadanos que estudien la historia, la lengua y la cultura del Estado junto a los temas particulares de cada minoría nacional.
En una conversación que mantuve una vez sobre este tema con el primer ministro palestino, Salam Fayyad, después de que él dijera que no se oponía a la idea de los judíos en el Estado palestino, le animé a que anunciara que el Estado de Palestina tratará a su minoría judía exactamente de la misma manera que Israel trata a su minoría palestina.
Sigo pensando que esta es una buena fórmula y que debería empujarnos a todos a examinar con cuidado, por el bien de los futuros ciudadanos judíos del Estado palestino, todo el concepto de los derechos colectivos de las minorías nacionales. El desarrollo de dicha idea podría ser una auténtica revolución, porque prácticamente todos los Estados-nación del mundo tienen problemas con grandes grupos nacionales minoritarios.

Israel: del derecho positivo o una pretendida concesión divina ?

Para cuando la ONU acceptó la partición de Palestina en 1947 los judíos constituían el 32% de la población y poseían el 5,6% de la tierra.En 1949, y producto de las "actividades"de organizaciones paramilitares como la Haganah, Irgun y Stern, Israel controlaba el 80% de la tierra palestina, después de haber expulsado a 770.000 nativos.
La pretensión de un derecho divino a poseer la tierra viene recogida de una cita bíblica unto thy seed have I given this land, from the river of Egypt unto the great river, the Euphrates, que dicen unos que dijo Abraham, y que después Golda Meier repitiera en sus palabras This country exists as the accomplishment of a promise made by God Himself. It would be absurd to call its legitimacy into account."
Es decir, viven con una creencia de que han sido los elegidos por su dios, y por tanto, ello les impide desarrollar modelos de coexistencia basados en la igualdad y los derechos humanos porque están "patrocinados" por el todopoderoso, y de esta manera, todo lo que hagan es lícito. Uno puede creer lo que le dé la gana, siempre y cuando, dicha creencia imaginaria no sirva para autoarrogarse un derecho sobre los demás o investirse de un status superior, ellos, y los demás que somos los "goyims".
La mala reputación, y la poca estima, por utilizar un understatement que se ha ganado Israel es debida a las atrocidades que con impunidad se han venido cometiendo durante cinco décadas y con una arrogancia y una crueldad extremas. Ignoran las resoluciones de la ONU, llegan a bombardear campos de refugiados de ésta y ni siquiera piden perdón, utilizan el prohibidísimo y terrible gas fósforo, para quemar los pulmones y las entrañas de quienes respiren trece veces por minuto cuando caen sobre el cielo de Gaza, etc etc.
Ninguna persona decente en el mundo podría (ni debería nunca) ignorar la tragedia y el horror de la II Guerra Mundial, pero me parece que es añadir más ignominia utilizar la tragedia del pasado para masacrar a un pueblo que nunca les hizo nada y que no tuvo nada que ver con los actos monstruosos del Holocausto. Claro que algunos palestinos cometen atrocidades, porque han perdido la razón después de tanta desesperación.
Aquí tenemos las noticias de hoy que no leerán en ninguna parte:
The Israeli Supreme Court has ruled in favor of the demolition of eight Palestinian villages on the West Bank. The Israeli Defense Ministry says it needs this land for military exercises and will displace some 1,500 Palestinians.
La Corte Suprema de Israel a fallado a favor de la demolición de ocho localidades palestinas del West Bank. El Ministro de Defensa israelí informa que necesita esta tierra para ejercicios militares y que desplazará a unos 1500 palestinos.