domingo, 20 de febrero de 2011

UE, Estados Unidos y la Liga Árabe pidieron cese de la represión en Libia

UE, Estados Unidos y la Liga Árabe pidieron cese de la represión en Libia

Reuters | Trípoli, Libia | Publicado el 20 de febrero de 2011

Estados Unidos, La Unión Europea y la Liga Árabe pidieron este domingo al régimen libio de Muamar el Gadafi que ponga fin a la violenta represión contra los miles de manifestantes que reclaman reformas democráticas en el país.

Los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes han causado la muerte de por lo menos 173 personas en Libia, según la organización pro derechos humanos "Human Rigths Watch" (HRW), aunque testigos presenciales estiman que sólo en la ciudad de Bengasi hay más de 200 muertos y unos 900 heridos.

Llamado de emergencia
Ante el rápido deterioro de la situación en Libia, en la últimas horas se han sucedido las criticas y los llamamientos al régimen de Trípoli para que ponga fin a la represión.

"Estoy realmente preocupada por lo que pasa en Libia, seguimos pidiendo calma", afirmó la responsable de Política Exterior de la UE, Catherine Ashton, al llegar a una reunión de ministros de Exteriores comunitarios que discute la ola de protestas democráticas en países árabes.

La condena europea llegó después de que Libia haya amenazado a la UE con dejar de cooperar en materia de inmigración si sus representantes, en referencia a Ashton, no dejan de hacer comentarios sobre las protestas y manifestaciones en el país.

La ministra española de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, aseguró que para la UE es "una obligación" denunciar el uso de la violencia contra los manifestantes en Libia y ha expresado su "enorme preocupación" por las víctimas durante las protestas.

"Lo que pasa en Libia es catastrófico, más de 200 muertos", lamentó, por su parte, el ministro luxemburgués de Exteriores, Jean Asselborn, el más duro en sus declaraciones en la entrada de la sede del Consejo de la UE, en las que criticó a los "regímenes que matan a su propia población".

El ministro finlandés, Alexander Stubb, condenó el uso de la violencia contra los manifestantes en Libia, y reconoció que ese país "es un enigma" porque no se sabe exactamente qué está pasando allí.

El secretario de Estado alemán de Exteriores, Werner Hoyer, sostuvo que en Libia, igual que en Túnez, hay "gente valiente que quiere tomar las riendas de su destino".

Hoyer advirtió de que los que están en el poder en los países árabes con protestas democráticas "no deben tener la impresión de que esto es un movimiento organizado desde el extranjero, está en las manos de los pueblos".

El titular italiano de Exteriores, Franco Frattini, reconoció que en su país están "extremadamente preocupados por las consecuencias sobre la inmigración", después de que la isla de Lampedusa haya recibido en la última semana más de 5.000 inmigrantes ilegales, muchos de ellos procedentes de Túnez.

La situación en Libia "es realmente preocupante, pedimos (a las autoridades) que se escuche al pueblo y sigan también la vía de las reformas", apuntó por su parte el ministro chipriota, Markos Kyprianou.

"Libia restringe las comunicaciones con el exterior pero no puede ocultar la gran cantidad de víctimas al reprimir a los manifestantes pacíficos", denunció el portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Philip Crowley, en Twitter.

Estamos muy preocupados por los informes de ataques violentos a los civiles. Condenamos esta violencia", dijo la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, en el programa "Meet the Press" de la cadena NBC.

En un comunicado, la Liga Árabe condenó también "el uso de la fuerza contra las manifestaciones pacíficas", en alusión a la actuación violenta de las fuerzas de seguridad en los países árabes y expresó su pesar por las "víctimas inocentes" en Libia, Bahréin y Yemen.

Por su parte, la organización pro derechos humanos Amnistía Internacional (AI) advirtió de que puede haber "mercenarios extranjeros" participando en la represión armada de las protestas ciudadanas en Libia.

"Las últimas informaciones hablan de libios en Bengasi muertos por armas automáticas y otras armas que manejan nuevas tropas más contundentes, que posiblemente incluyan mercenarios extranjeros enviados expresamente a sofocar las protestas", dijo Malcolm Smart, director de AI para Oriente Medio y el Norte de África.

» Contexto

Protestas y violencia en Libia dejan más 173 muertos

Decenas de miles de libios acudieron este domingo a los funerales de manifestantes que murieron a manos de las fuerzas de seguridad en Benghazi, y un grupo activista dijo que los violentos enfrentamientos con activistas han dejado por lo menos 173 muertos en cuatro días.

Los disturbios, los peores en cuatro décadas de mandato de Muammar Gaddafi, comenzaron como una serie de protestas inspiradas en las revueltas de Egipto y Túnez, pero fueron abordadas con una feroz represión por agentes de seguridad.

Las autoridades vetaron el acceso de periodistas a la ciudad, pero relatos de testigos sugieren que Benghazi está sumergida en el caos, dado que las fuerzas de seguridad disparan contra las personas que acuden a funerales para enterrar a manifestantes muertos en los tumultos.

"Aquí ocurrió una masacre anoche", dijo el domingo por teléfono a Reuters un residente de Benghazi que no quiso ser identificado.

También señaló que las fuerzas de seguridad utilizaron armas pesadas, agregando que "muchos soldados y policías se unieron a las protestas".

Otro residente, quien tampoco quiso ser nombrado, dijo que "unos 100.000 manifestantes se dirigen ahora a un cementerio a enterrar a decenas de mártires".

Un médico de un hospital en Benghazi afirmó que las víctimas tenían heridas graves hechas con rifles de alta velocidad.

En las calles
Otro testigo, una importante figura tribal que solicitó el anonimato, sugirió que las fuerzas de seguridad permanecían confinadas en su centro de control.

"La presencia oficial del Estado está ausente en la ciudad y las fuerzas de seguridad están en sus barracas y la ciudad está en un estado de amotinamiento civil", declaró a Reuters.

El grupo con sede en Nueva York Human Rights Watch dijo que unas 90 personas murieron el sábado en enfrentamientos en Benghazi y ciudades aledañas durante la noche, elevando la cifra de muertos en los cuatro días de disturbios a 173.

Había relatos contradictorios a través de malas conexiones telefónicas, pero al parecer las calles estaban bajo el control de los manifestantes y las fuerzas de seguridad se habían replegado hacia un recinto de altas murallas, conocido como el Centro de Comando, desde donde disparaban.

El testigo que habló de la reunión para una procesión funeraria dijo que se temía "una nueva masacre porque el camino que lleva al cementerio no está lejos de una barraca de las fuerzas de seguridad.

"No nos rendiremos hasta que el régimen caiga. Llamamos a Naciones Unidas a intervenir de inmediato para detener la masacre", agregó.

Otro testigo en Benghazi dijo a Reuters que miles de personas realizaron rezos rituales frente a 60 cuerpos tendidos cerca de la corte del norte de Benghazi.

El testigo comentó que cientos de miles de personas, contando a mujeres y niños, salieron al malecón del Mediterráneo y al área que rodea el puerto. "Los manifestantes estarán aquí hasta que el régimen caiga", declaró.

El Gobierno libio no ha dado a conocer ninguna cifra de víctimas ni ha hecho comentario oficial alguno sobre los actos de violencia.

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