miércoles, 28 de septiembre de 2011

Los palestinos confían en impulsar el debate para crear un nuevo Estado


El delegado de la Autoridad Palestina abre formalmente el proceso en la ONU


El Consejo de Seguridad de Naciones Unidos dio ayer el primer paso -requerido por las normas de la institución- para considerar la petición de los palestinos de ser considerados como un Estado miembro de la organización internacional. Según informó el embajador libanés, Nawaf Salam, que asume la presidencia rotatoria del Consejo este mes, ya ha procedido a enviar la propuesta de la Autoridad Nacional Palestina al comité de nuevas admisiones, que incluye a los 15 miembros del Consejo. Ese comité mantendrá mañana su primera reunión.

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      El proceso de revisión de una candidatura para lograr el estatus de Estado miembro suele extenderse por unos 35 días, pero fuentes diplomáticas consultadas por Reuters aventuran que ese periodo se puede alargar y el proceso podría prolongarse casi indefinidamente. Aunque el hecho de que la petición cuente con la férrea oposición de Estados Unidos hace pensar que la propuesta está llamada a fracasar, el jefe de la delegación palestina para Naciones Unidas, Riyad Mansour, aplaudió el primer paso dado por el Consejo de Seguridad para un eventual reconocimiento del Estado palestino. "Esperamos que este proceso no tome mucho tiempo antes de que veamos algún resultado positivo", declaró.

      El negociador palestino no se refirió al más que probable veto estadounidense y evitó la cuestión declarando: "Como ven, el proceso avanza paso a paso y esperamos que el Consejo de Seguridad cargue con su responsabilidad y apruebe nuestra petición".

      El embajador israelí ante Naciones Unidas, Ron Prosor, repitió ayer la posición de su país de que la única manera en la que los palestinos pueden obtener el reconocimiento de la organización internacional y el derecho a ser un Estado es a través de negociaciones directas con Israel dentro de un proceso de paz.

      Mientras la diplomacia seguía su curso, Israel aprobaba la construcción de otras 1.100 viviendas judías en los territorios ocupados. La respuesta de Estados Unidos fue inmediata y rotunda contra los nuevos asentamientos. "Hemos urgido a ambas partes a evitar cualquier tipo de acción que pueda minar la confianza, en concreto a que no hagan movimientos en las cercanías de Jerusalén que puedan considerarse provocativos", dijo la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton. La anunciada construcción de 1.100 nuevos hogares hebreos está concebida para Gilo, a las afueras de Jerusalén Este, lugar que los palestinos reclaman como futura capital de un estado independiente.

      Por su parte, un portavoz de la Casa Blanca manifestó que el presidente Barack Obama se sentía "profundamente decepcionado" por la decisión del Gobierno de Benjamín Netanyahu, que aleja aún más la posibilidad de que israelíes y palestinos inicien pronto conversaciones bilaterales. Clinton, en constante consulta con la Unión Europea, insistía ayer, sin embargo, en buscar vías para conseguirlo.


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