martes, 23 de agosto de 2011

Las consecuencias de Libia para la revuelta siria


Manifestaciones en contra del régimen sirio en Ankara. | Reuters

Manifestaciones en contra del régimen sirio en Ankara. | Reuters


La eventual caída del líder libio Muamar Gadafi probablemente prepare el camino para un incremento de la atención occidental sobre Siria y anime las protestas contra el presidente Bashar Asad.

La implosión del Gobierno de Gadafi, después de seis meses de guerra civil en los que los rebeldes se beneficiaron con las sanciones contra Gadafi, una zona de exclusión aérea y ataques aéreos de la OTAN, puede tener implicaciones para la revuelta de seis meses de Siria y los esfuerzos de Asad para aplastarla.

"La comunidad internacional ahora va a pensar que su fuerte intervención en la lucha (en Siria) va a resolver la situación", dijo el opositor Louay Hussein.

"Libia ha elevado la moral de Occidente y tendrá una mayor excusa para intervenir. Pero rechazamos cualquier acción militar en Siria", agregó.

Hussein y otros activistas de la oposición dijeron, sin embargo, que los hechos en Trípoli podrían revivir las esperanzas de los manifestantes sirios.

"Lo que ocurrió en Libia significa mucho para nosotros, significa que la Primavera Árabe está llegando sin dudas (...) no hay solución a ningún problema sin la voluntad del pueblo", dijo Michel Kilo, una prominente figura de la oposición.

Ningún país ha propuesto el tipo de acción en Siria que las fuerzas de la OTAN han llevado a cabo en Libia. Pero Occidente ha pedido a Asad que renuncie y Washington ha impuesto nuevas sanciones por su represión, en la que Naciones Unidas dice que murieron 2.200 civiles.

Siria tiene una alianza con Irán y un papel clave en el Líbano, a pesar de poner fin a una presencia militar de 29 años en ese país en el 2005. También tiene influencia en Irak y apoya a los grupos militantes de Hamas, la Yihad Islámica y Hezbollah.

Asad no se deja hacer

Asad dijo el domingo que Siria no cederá ante las presiones externas, que indicó que sólo podrían afectar a "un presidente hecho en Estados Unidos y a un pueblo sumiso que recibe sus órdenes desde el exterior".

"En cuanto a la amenaza de acción militar (...) cualquier acción contra Siria tendrá mayores consecuencias (en quienes las ejecutan), mayores de lo que pueden tolerar", dijo.

Asad ha respondido a la agitación con una mezcla de reformas y fuerza. Concedió la ciudadanía a cientos de miles de kurdos, puso fin a una situación de emergencia y prometió la participación en elecciones a otros grupos más allá de su partido Baath.

Los analistas y figuras de la oposición dijeron que prevén que la situación en Siria se deteriorará aún más, mientras las autoridades aumentarían la represión y los manifestantes no darían marcha atrás.

"Después de lo que ocurrió en Libia creo que él (Asad) será más duro con la alternativa de seguridad que está tomando", dijo Boumonsef.

"Él ve que (lo que él llama) la conspiración internacional en su contra será más fuerte y ahora que Gadafi está fuera de juego se moverá contra ella con toda su fuerza (...) Esto es inminente", agregó.

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