De acuerdo con este periódico, que basa su información en fuentes militares anónimas, dentro del gobierno de David Cameron, formado por una coalición de conservadores y liberales, hay disenso con respecto a la conveniencia de atacar Irán, pero el Ministerio de Defensa está trabajando para tener todo a punto si se precipitan los supuestos planes de EE UU para hostigar militarmente al régimen islámico.
The Guardian' afirma que hay disenso dentro del gobierno de Cameron con respecto a la conveniencia de atacar Irán
La opción del conflicto iraní ha subido de temperatura principalmente en Israel, donde el primer ministro, Benjamin Netanyahu, está presionando a los militares para emprender una campaña de ataques a las instalaciones nucleares de Irán, con el objetivo de impedir que el país islámico use estas infraestructuras para producir armamento nuclear, la gran pesadilla del Ejecutivo israelí.
En cuanto a Reino Unido, su papel, tal y como informa The Guardian,sería de refuerzo. Militares británicos estarían analizando a qué lugares deberían desplazar sus barcos y submarinos cargados con Tomahawk –misiles de guerra de largo alcance- para acompañar una estrategia de bombardeos desde mar y aire.
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