viernes, 16 de diciembre de 2011

Fin de una guerra cara e impopular

Fin de una guerra cara e impopular
Mohammed Ameen, Reuters, Bagdad - Irak | Los soldados de E.U. arriaron la bandera de las fuerzas del país en Irak y la guardaron en un estuche camuflado en una breve ceremonia al aire libre, poniendo fin simbólicamente a la incursión militar más impopular del país.

Fin de una guerra cara e impopular




Estados Unidos cerró con su salida de Irak una guerra impopular, cara y que ha causado más de 100.000 muertos en 9 años. Los enfrentamientos sectarios persisten.

AP | Bagdad, Irak | Publicado el 16 de diciembre de 2011

No hubo ningún cartel que se jactara de una "Misión cumplida". Tampoco hubo ningún desfile por el centro de Bagdag, esta capital dañada y recompuesta después de casi nueve años de guerra. Tampoco multitudes de iraquíes entusiasmados de haberse librado de Saddam Hussein.

Los militares estadounidenses declararon ayer el fin de su misión en Irak con una discreta ceremonia detrás de los muros de un complejo fortificado en el aeropuerto de Bagdad. La bandera que usaron los norteamericanos en Irak fue arriada y guardada durante una ceremonia de 45 minutos. Ningún dirigente político iraquí estuvo presente.

De ese modo, y con breves palabras de altos funcionarios estadounidenses que vinieron custodiados por estrictas medidas de seguridad debido a la violencia persistente en Irak, Estados Unidos bajó el telón de una guerra que dejó 4.500 estadounidenses y más de 100.000 iraquíes muertos, en su gran mayoría civiles.

El conflicto también dejó otros 32.000 estadounidenses y muchísimos más iraquíes heridos, exprimió más de 800.000 millones de dólares del tesoro de Estados Unidos y causó resentimiento en una mayoría de estadounidenses, por una guerra que muchos apoyaron inicialmente como una prolongación de la guerra antiterrorista después de los ataques del 2001.

Poner fin a la guerra fue una de las prioridades de Barack Obama en campaña, y ayer la cumplió. Sin embargo, los últimos soldados que se retiran de Irak dejan tras de sí una nación libre de Saddam, pero acosada por la violencia y temerosa del futuro.

Los ataques con bombas y los tiroteos siguen siendo comunes, y los expertos están preocupados por la capacidad de las fuerzas de seguridad iraquíes para defender la nación de amenazas extranjeras.

"Ustedes se retiran con gran orgullo", dijo el secretario de defensa Leon Panetta a los soldados en el aeropuerto. "Seguros de saber que vuestro sacrificio ha ayudado al pueblo iraquí a iniciar un nuevo capítulo de su historia".

Muchos iraquíes, sin embargo, no saben qué les depara el futuro inmediato. Su alivio por el fin del régimen de Saddam, ahorcado el último día del 2006, se vio contrarrestado por una guerra larga y enconada, lanzada para hallar las inexistentes armas de destrucción masiva y que casi precipita a Irak en una guerra civil sectaria.

"Con este retiro, los estadounidenses dejan detrás un país destruido", se lamentó Mariam Jazim, una chií cuyo padre fue muerto por un disparo de mortero en la Ciudad Sadr.

"Los estadounidenses no dejaron escuelas modernas ni grandes fábricas. Dejaron en cambio miles de viudas y huérfanos. Los estadounidenses no dejaron detrás un pueblo y un país libre, sino un país arruinado y una nación dividida"., concluyó.

» Una guerra sin ganadores


Hasan Turk
Docente de Relaciones Internacionales

Estados Unidos no es el ganador de la guerra con Irak. Además de que los enfrentamientos le costaron a E.U., según la pagina web www.iraqbodycount.org, entre 100.000 y 115.000 muertos y más de 4.5 millones personas desplazadas, las tropas dejan atrás un Irak en caos.

Nueve años después de la guerra que empezó el 20 de marzo de 2003, ese país quedó convertido en un Estado fallido; existe una guerra tribal y sectaria y hay problemas económicos y sociales incurables por lo menos en las próximas décadas. Sin duda, algunos iraquíes están anhelando la época de Saddam Hussein, porque la guerra humanizada por Estados Unidos no llevó democracia ni tampoco riqueza, sino el caos al pueblo iraquí.

Quedan muchas preguntas sin responder: ¿Dónde está el dinero de Saddam Hussein o de los bancos iraquíes? Al final de la guerra no encontraron armas nucleares pero Irak, como cualquier otro país, tenía un ejército armado. ¿Qué pasó con tantas armas? ¿Están en manos de quién? ¿Si Saddam Hussein fue juzgado y ahorcado por lo que hizo, por qué no aplican la misma ley a los que iniciaron una guerra sin justificación?

¿Qué pasara con los soldados que torturaron a la población civil en cárceles secretas? El mundo se dio cuenta de que el presidente George W. Bush aprobó estas torturas.

Obama quiere cumplir su promesa de retirar sus soldados del suelo iraquí porque sabe muy bien que esa guerra no tiene un fin y están en un callejón sin salida. Además, el líder quiere buscar la reelección y no puede salir ante sus electores sin cumplir sus promesas.

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