martes, 31 de enero de 2012

Violencia en Siria roza la capital

El Gobierno sirio anunció ayer que sus fuerzas habían recuperado el control total de la periferia de Damasco y prometió que continuará la lucha contra los "grupos terroristas". El primer ministro británico, David Cameron, exhortó a Rusia a respaldar un llamado de la comunidad internacional para que al Assad dimita.
Violencia en Siria roza la capital
CONTINÚAN INTENSOS COMBATES entre las tropas del régimen y soldados desertores. La ONU se reúne de nuevo para buscar solución.
Diana Carolina Jiménez | Medellín | Publicado el 31 de enero de 2012

Siria amaneció hoy entre combates y apuestas diplomáticas. Mientras soldados aliados al presidente Bashar al Asad buscaron, a través de actos violentos, consolidar el control de suburbios que combatientes rebeldes tomaron a pocos kilómetros de Damasco, el gobierno de Rusia, uno de los pocos aliados sirios, aseguró ayer que el Gobierno de Asad aceptó dialogar en Moscú para poner fin a la crisis.

Todo parece encajar con la solicitud que la Liga Arabe y Francia harán hoy al Consejo de Seguridad de la ONU para que apoye un plan de paz propuesto por Marruecos, rechazado por Rusia, que estipula la salida de Asad del poder, en otro intento de detener la represión contra la revuelta que sólo ayer dejó 55 personas muertas.

Según la información suministrada por activistas y residentes sirios, soldados leales a Asad usaron vehículos blindados y artillería para combatir a los rebeldes que se habían acercado a unos ocho kilómetros de Damasco.

Un activista dijo que el Ejército Sirio Libre, una fuerza integrada por desertores con lazos con la dividida oposición política siria, realizó, a su vez, ataques contra los soldados del Gobierno que avanzaron sobre el distrito de Saqba, en manos de los rebeldes desde hace unos días.

"Se escucharon tiros por todos lados. Si Dios quiere vamos a liberar más territorios, porque la comunidad internacional sólo ha ofrecido acciones demoradas y amenazas vacías", agregó a Reuters un teniente coronel que se unió al Ejército Sirio Libre y se negó a ser identificado.

Día decisivo en la ONU
A las discusiones del Consejo, bajo la presidencia de Sudáfrica en enero, se unirán hoy la secretaria de Estado de E.U., Hillary Clinton, así como los ministros de Exteriores de Francia, Alain Juppé, y Reino Unido, William Hague. El objetivo: buscar solución a los más de diez meses de violencia en Siria, que han ocasionado más de 5.400 muertos.

Sobre la mesa de negociaciones del máximo órgano de decisiones de la ONU está la propuesta marroquí, redactada por árabes y europeos, que se centra en el plan de paz propuesto por la Liga Árabe "para facilitar una transición política que conduzca a un sistema político democrático y plural", según reza una copia del documento a la que la agencia Efe tuvo acceso.

La embajadora de E.U. en la ONU, Susan Rice, consideró que es el "momento" de que se apruebe esa resolución: "su contenido es sencillo, no hay sanciones, ni uso de la fuerza o amenaza de éste".

El texto marroquí pide a Al Asad que traspase el poder a su vicepresidente para formar un "Gobierno de unidad nacional" que lidere un proceso de transición que lleve a celebrar "elecciones transparentes y libres bajo supervisión árabe e internacional".

Condena también "las continuadas y extendidas violaciones de derechos humanos y las libertades fundamentales por parte de las autoridades sirias", y pide el cese inmediato de la violencia, la liberación de prisioneros, la retirada de las fuerzas de seguridad de la calle y el acceso de prensa extranjera, entre otros asuntos.

El papel de Rusia
Rusia, miembro permanente y con poder de veto, que es un aliado tradicional de Damasco, rechaza ese proyecto porque considera que "no sólo traspasa nuestras líneas rojas, que son la indicación de sanciones y la imposición de un embargo de armas, sino que incluye puntos inaceptables, como la idea de imponer cierto desenlace al diálogo político cuando éste ni siquiera ha empezado", según su embajador Vitaly Churkin.

Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso anunció que Siria aceptó negociaciones mediadas por Moscú para resolver la crisis, pero destacados miembros del consejo que dice representar a la fragmentada oposición indicaron que no tenía sentido dialogar con Asad, que debe renunciar.

Análisis

Rusia, el principal obstáculo de la intervención

Hasan Turk
docente y analista experto en Medio Oriente

Uno de los principales obstáculos de cualquier intervención militar a Siria es Rusia, porque los dos países tienen las relaciones políticas, económicas, militares de la misma intensidad de la Guerra Fría. Todo el armamento del ejército sirio es de fabricación rusa y ese país aún tiene una base militar en el territorio sirio. Hasta ahora, Rusia ha vetado todas las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad y vetaría más todavía cualquier intervención militar. Otro obstáculo es Irán pues Asad y Ajmadineyad pertenecen a la misma secta.

Es interesante y curioso, pero otro país que no le gustaría ver la caída del régimen de Asad es Israel. El Estado hebreo anexó a su territorio los Altos de Golán en la Guerra de los Seis Días en 1967. Hasta ahora, el Gobierno sirio no ha puesto mayor problema para recuperar ese territorio.

El día que caiga Bashar el Asad, llegarán al poder los partidos islamistas como ocurrió en Egipto, Túnez y Libia, y los islamistas van a querer luchar por los Altos de Golán para poder tener la legitimidad ante su pueblo. Por ende, Estados Unidos prefiere estar callado frente la situación en Siria. Además, el presidente Barack Obama está buscando la reelección a finales de este año, con una economía no tan favorable y con un problema "prioritario" en Irán.

E.U. quiere solucionar el problema sirio sin ser el protagonista; quiere aplicar la misma política que ejecutó en Libia, pues en ese entonces los actores principales fueron Francia e Inglaterra. En este caso, E.U. quiere ceder el liderazgo en una intervención militar a Turquía.

El régimen sirio de Bashar el Asad ha aceptado la invitación para negociar con la oposición en Moscú, con el fin de lograr un arreglo político del conflicto en el país árabe sin injerencia exterior, según la Cancillería rusa.

Al Asad tiene la oportunidad de aplicar el mismo camino del presidente yemení Ali Abdulá Saleh, garantizando la inmunidad parlamentaria y dejando el poder a la oposición. En caso contrario, la oposición irá creciendo hasta vencer a Al Asad de la misma manera en que ésta venció a Gadafi: con la muerte.

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