miércoles, 2 de febrero de 2011

Un Cambio Histórico en Oriente Medio Pone a Prueba a Estados Unidos

Un Cambio Histórico en Oriente Medio Pone a Prueba a Estados Unidos

El mundo ahora es testigo de un cambio histórico que se está dando en Oriente Medio. Las protestas iniciaron el 17 de diciembre de 2010, cuando un joven diplomado y desempleado de 26 años se incendió en un acto de desesperación frente a la alcaldía de la ciudad de Sidi Bouzid, después de que oficiales gubernamentales le confiscaron la carreta de verduras que vendía para ganarse la vida. Rápidamente este joven se convirtió en símbolo de protesta de las frustraciones de los miles de jóvenes tunecinos, que viven en el desempleo y enfrentan un futuro sin esperanzas de mejora. Las movilizaciones espontáneas se gestaron primero en Sidi Bouzid y rápidamente se expandieron a todo el país, sumando las demandas, reformas políticas, denunciando al régimen de Ben Ali, la corrupción de la élite cercana al presidente, la falta de libertades políticas y el control total de los medios. El dictador, Zine Abidine Ben Ali, que estaba en el poder hace veinte tres años tuvo que escapar del país. Estas manifestaciones que se inició en Túnez hizo un efecto dómino en otros países como Yemen y en especial en Egipto.
Pero lo más importante de estas manifestaciones es la de Egipto. Este país a lo largo de la historia tomó el liderazgo del mundo árabe. Fue líder de la ideología panarabista, tiene una población con más de ochenta millones de personas, es vecino y también tiene el rol de ser protector de Israel en la región. Por ende cualquier cambio político en este país puede afectar más rápido a otras naciones árabes.
Norte América derrocó al régimen de Saddam Husein declarándolo un dictador, porque no respetaba los derechos humanos, pero en otro lado sigue ayudando a otros regímenes que existen en la región como el caso de Hosni Mubarak. Estados Unidos ayuda económicamente a Egipto y es el segundo país que más recibe ayuda económica después de Israel y antes de Colombia, porque este país es un aliado de Israel, además, tiene intereses energéticos en la zona. Pero ahora, Estados Unidos tiene una gran prueba, en un lado tiene que pensar por su aliado principal en la región que es Israel, para que en Egipto no llegue al poder un líder islamista (de la Hermandad Musulmana), por otra parte sus intereses energéticos o ser el portador de la democracia.
Para muchos en Occidente, los orientales no son capaces de asimilar o vivir en un sistema democrático, a veces culpan al Islam y a veces a la cultura oriental; por eso, algunos países como Estados Unidos no tienen otra opción que llevar la democracia en forma bélica. Estas movilizaciones sociales ahora muestran al mundo que los musulmanes sí quieren vivir en un sistema democrático. Ahora lo que debe hacer Estados Unidos es respetar la decisión del pueblo egipcio y no entrometerse en asuntos internos de este país.
Se está viendo una transformación, una movilización diferente en Oriente Medio. No se ven acciones terroristas por parte de la población civil. El pueblo sólo quiere una verdadera democracia y quiere que sus líderes y las élites del país estén más cercanos y los representen. Porque para muchos, sus líderes y las élites llevan una vida faraónica, es, por eso; que algunas personas ingresaron a un museo del Cairo y lamentablemente saquearon las momias, destruyendo una historia milenaria.
No se sabe Hosni Mubarak hasta cuándo aguantará la presión del pueblo y la opinión internacional. Es muy factible que se quede en el poder unos días más, porque el pueblo hasta que él no se vaya del país no cesará en las protestas. Además el presidente de Estados Unidos pidió una transición en Egipto. La preocupación que tienen Norte América e Israel es el grupo, los Hermanos Musulmanes, pero el líder de la organización anunció que no presentará candidato a las elecciones y apoyará al único probable candidato Muhammad El Baradei (Entre 1997 y 2009 fue el Director General de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA). Baradei es un candidato interesante, en su presidencia seguiría respetando los tratados que hay entre Egipto e Israel y traería la democracia al país. Lo único preocupante de Baradei es que muchos años vivió fuera de Egipto y no conoce los problemas internos, ya que este país tiene muchos problemas sociales y económicos.
En resumen, los musulmanes árabes también buscan la democracia y pueden solucionar sus problemas sin inmolaciones y sin actos terroristas. La movilización que se inició en Túnez, Yemen y en especial en Egipto, es muy probable que pase a otros pueblos que son gobernados por dictadores en Oriente Medio. Lo que se espera de las potencias es que respeten la decisión de los pueblos a pesar de sus intereses políticos y económicos.

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