Razones a favor y en contra de mostrar a Bin Laden muerto
El presidente Barack Obama anunció que no presentará las fotos que muestran a Osama bin Laden con un agujero de bala en su cabeza, desatando un acalorado debate en Estados Unidos sobre si deberían ser mostradas al público.
EE.UU. dijo que arrojó el cadáver de Bin Laden al océano porque habría sido difícil conseguir un país que lo aceptara a tiempo. También ha habido especulaciones sobre el deseo de evitar que el lugar del eventual entierro se convirtiera en un santuario.
Los funcionarios del gobierno dicen que tienen pruebas irrefutables de su identidad. Indican que que el ADN del líder de al-Qaeda coincide en un "virtual 100%" con el ADN de sus familiares.
Pero la atención se ha centrado en la existencia de fotografías tomadas después de la muerte de Bin Laden. La Casa Blanca tendría una foto del líder de al-Qaeda con una herida grande entre los ojos además de otras de su cuerpo y del funeral en el mar.
En una entrevista dada a la cadena CBS, Obama dijo que no entregarían las fotos, asegurando que las "muy gráficas imágenes" podrían incitar a la violencia y convertirse en instrumentos de propaganda.
"Error presidencial"
León Panetta, director de la CIA, había sugerido un día antes en una entrevista que las fotos se harían públicas eventualmente, aunque no dio fechas.
"Todo el objetivo de enviar a nuestros soldados al lugar, en vez de realizar un bombardeo aéreo, era obtener una prueba irrefutable de la muerte de Bin Laden"
Lindsey Graham, senador republicano.
"Obviamente el gobierno ha estado hablando sobre cómo hacer esto de la mejor manera, pero no creo que haya dudas de que al final una fotografía será presentada al público", dijo Panetta antes de que la Casa Blanca desautorizara su declaración.
El senador Lindsey Graham, republicano por Carolina del Sur, dijo que la decisión presidencial de no mostrar las fotos era un error que "prolonga este debate innecesariamente".
"Todo el objetivo de enviar a nuestros soldados al lugar, en vez de realizar un bombardeo aéreo, era obtener una prueba irrefutable de la muerte de Bin Laden", afirmó Graham.
"Yo sé que Bin Laden está muerto, pero la mejor manera de defender y proteger nuestros intereses fronteras afuera es probar ese hecho al resto del mundo".
Libertad de información
Existe la posibilidad de que alguien presente un desafío legal a la decisión de la Casa Blanca bajo la Ley de Libertad de Información, un caso que tendría posibilidades según algunos abogados consultados por el corresponsal de la BBC en Washington, Tom Geoghegan.
El gobierno de EE.UU. ha estado en ese punto antes. En julio de 2003 fue criticado por presentar las fotos de los cuerpos de los hijos del depuesto líder de Irak, Saddam Hussein, Uday y Qusay para probar que las fuerzas estadounidenses los habían matado.
"Pero la decisión fue sin duda un éxito que logró silenciar a la mayoría de las teorías conspirativas", afirma nuestro corresponsal.
Tres años después, una foto del miembro de al-Qaeda, Abu Musab al-Zarqawi, fue hecha pública luego de que su escondite fuera bombardeado por fuerzas estadounidenses.
"Los riesgos de presentarlas sobrepasan los beneficios. Los teóricos de la conspiración de todo el mundo van a decir que las fotos están retocadas de todos modos, y hay un riesgo real de que su presentación sólo sirva para inflamar la opinión pública en el Medio Oriente"
Mike Rogers, jefe del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes del Congreso de EE.UU.
Geoghegan explica que antes de que el presidente anunciara su decisión, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el secretario de Defensa, Robert Gates, le estaban aconsejando que no revelara las fotos por el temor de que diera la impresión de que Washington se deleitaba con la muerte de Bin Laden y desatara represalias en el mundo árabe.
Una de las personas que ha visto las fotos, el republicano Mike Rogers, jefe del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, dijo que la publicación de las imágenes podría hacer el trabajo de las tropas estadounidenses en Irak o Afganistán "más difícil de lo que ya es".
"Los riesgos de presentarlas sobrepasan los beneficios. Los teóricos de la conspiración de todo el mundo van a decir que las fotos están retocadas de todos modos, y hay un riesgo real de que su presentación sólo sirva para inflamar la opinión pública en el Medio Oriente".
"Imaginen cómo reaccionaría el pueblo estadounidense si al-Qaeda mata a uno de nuestros soldados o a un líder militar y pusieran esas fotos en Internet", dijo Rogers asegurando que "Osama bin Laden no es un trofeo".
Autorretrato violento
También hay quienes aseguran que hay un principio en juego: mostrar el cuerpo de Bin Laden podría comprometer la manera como se ha comportado hasta ahora EE.UU. y que la foto se convertiría en una imagen sucia, definitoria del relato de la muerte de Bin Laden.
En la revista New Yorker clic Phillip Gourevitch se pregunta: "¿Aprendimos algo de la década pasada acerca del abrumador poder de las imágenes de violencia cruda para definir o polarizar un momento histórico?".
"Las fotografías de la cárcel iraquí de Abu Ghraib fueron el documento no oficial de una política no oficial que se suponía que se mantendría secreta, pero nos enseñaron que la foto de la violencia que uno inflige siempre es, en gran medida, un autorretrato".
"Al deshacerse de Bin Laden, Obama ha dado el mayor paso para dejar esa era detrás de nosotros. ¿Queremos una foto del cráneo agujereado de Bin Laden para eclipsar ese momento?", se preguntó el columnista Gourevitch.
La operación proyectó un profesionalismo sin temor y se realizó sin arrogancia ni regodeos -considera Gourevitch- y marcó un distanciamiento de la retórica de "los sacaremos del escondrijo" del gobierno de Bush.
"La muerte de Bin Laden nos permite pasar la página, pero no si esa página queda impresa con una fotografía oficial del trofeo con su cabeza destrozada".
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