miércoles, 21 de septiembre de 2011

El primer ministro turco Erdogan suspende las conversaciones con Siria


No habrá más diálogo entre Ankara y Damasco. Así lo anunció este miércoles el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, en una rueda de prensa en Nueva York, tras su reunión con Barack Obama, el presidente de Estados Unidos. "He interrumpido las conversaciones con el Gobierno sirio. No quería llegar a este punto, pero el régimen allí nos ha empujado a esa decisión", dijo el mandatario.

Diferentes cargos del Gobierno turco se habían quejado ya en las últimas semanas de que Bashar Asad, el dirigente sirio, "no escuchaba" las recomendaciones. Al cansancio se une ahora el enfado. "El Gobierno sirio ha lanzado una campaña de propaganda negra contra Turquía. Es realmente detestable. No tenemos ninguna confianza en el gobierno actual", añadió Erdogan.

El último detalle quizás fueran las declaraciones de un desertor sirio "arrepentido" en la televisión oficial siria, que acusaba a "contrabandistas turcos" de llevar armas para la oposición a través de la frontera turco-siria. Una afirmación no corroborada por otros testimonios; de hecho no parece haber, de momento, una oposición armada que pudiera demandar esas armas.

Erdogan prometió visitar un campo de refugiados sirios en la provincia de Hatay, donde se hacinan desde junio unos 10.000 fugitivos. "Quiero ver las condiciones de vida allí", remachó. Señaló que Siria había sido un tema en su conversación con Barack Obama, además de la colaboración de ambos países contra el PKK, la guerrilla kurda y la instalación del sistema de misiles de la OTAN en la provincia kurda de Malatya, en el sureste.

Algo antes, Ben Rhodes, viceasesor de Seguridad de Obama, ya había adelantado que los dos dirigentes habían acordado consultar futuros pasos para presionar a Siria, que "podrían incluir sanciones". Al mismo tiempo, el primer ministro de Irán, Nuri Maliki, pidió por primera vez a Asad que dimitiera. Y Abdallah Tawfik, miembro del Parlamento Árabe, un órgano de la Liga Árabe, sugirió que esta unión de países suspendiera a Siria y Yemen como miembros, mientras no pusieran fin a la violencia.

De momento, nada ha hecho efecto. El martes, ocho personas murieron en las protestas, y este miércoles continuaban las operaciones de las fuerzas de seguridad en la ciudad de Homs, con fuego de metralleta y morteros, según los grupos de oposición.

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