jueves, 4 de agosto de 2011

La ONU condena la represión en Siria, ¿servirá de algo?



Tras meses de divisiones entre los países miembros, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas condenó en una declaración los abusos de derechos humanos y el uso de la fuerza contra civiles por parte del gobierno de Siria.

La declaración no contiene sanciones ni solicita que los líderes sirios sean procesados por la Corte Penal Internacional, como solicitaban algunos grupos de derechos humanos.

Un día después de esta condena, el presidente sirio, Bashar al-Assad, aprobó un decreto que permitiría la creación de un sistema político multipartidista, una de las principales demandas de las protestas que han tenido lugar en el país en los últimos meses.

Protestas en Hama

La declaración de la ONU se produce después de días de ataques del ejército sirio en Hama.

La oposición cree que este decreto trata de desviar la atención sobre presuntos asesinatos de protestantes por parte de las fuerzas de seguridad del estado.

La condena del Consejo de Seguridad de la ONU se produjo después de varios días de ataques del ejército sirio en la ciudad de Hama, uno de los bastiones de los opositores al gobierno del presidente Bashar al Asad y que en las últimas semanas ha sido escenario de las principales manifestaciones en su contra.

Grupos de derechos humanos en el país aseguran que al menos 140 personas han muerto desde que comenzaron los ataques el domingo, algo que no ha podido ser verificado independientemente debido a las fuertes restricciones que impone el gobierno sirio a los medios de comunicación internacionales,

clicLea también: Siria y la violencia en Hama contada desde dentro

La declaración de la ONU fue apoyada por 14 de los 15 países del Consejo de Seguridad, incluyendo Rusia, que desde el inicio de las conversaciones había presionado para que la ONU redactase un texto "más equilibrado", que responsabilizase por la violencia tanto a las autoridades sirias como a la oposición.

El único país que se distanció de la declaración fue Líbano, miembro temporal del órgano, vecino de Siria y sobre el cual Damasco ejerce una fuerte influencia.

BBC Mundo analiza qué significado tiene esta resolución de la ONU que se produce tras cinco meses de conflicto en Siria.


El Consejo de Seguridad de la ONU acusa al presidente Bashar al Asad de cometer violaciones de los derechos humanos de quienes protestan desde marzo para exigir reformas democráticas.

"El Consejo de Seguridad expresa su fuerte preocupación por la deteriorada situación en Siria y expresa su profundo rechazo por la muerte de cientos de personas", recoge la declaración.

El documento pide "el fin inmediato de toda la violencia" en Siria y exhorta "a todas las partes a que actúen con la máxima moderación".

Además, exige que se eviten "las represalias, incluidos los ataques contra los órganos del Estado" e indica que los responsables de la violencia deben rendir cuentas ante la justicia.

La declaración también lamenta "la falta de progresos" en la puesta en marcha de "los compromisos de reforma anunciados por las autoridades" y pide al Gobierno de Al Asad que cumpla con las promesas anunciadas en distintas ocasiones desde que empezaron las protestas.

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