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Hasan Turk*
Pakistán está viviendo la época más crítica y dolorosa de sus 60 años de existencia. En un lado la lucha contra los talibanes, en otro lado la presión y exigencias de Estados Unidos para solucionar los conflictos en la región, la inestabilidad política después de Musharraf, las peleas internas entre sectas, la presión internacional por el control de armas nucleares, y lo peor la inexistencia de un líder que pueda solucionar todos estos problemas, todo esto acerca más a Pakistán a un caos peor.
Este país por la situación inestable y por su inseguridad está reemplazando a Afganistán e Irak. ¿Entonces que está pasando en Pakistán?, ¿Por qué están creciendo los talibanes a pesar de una guerra que se está llevando a cabo desde hace ocho años por Estados Unidos, la OTAN y La Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (Isaf)? ¿Qué peligro está esperando a Pakistán? ¿Y si está invadido por los talibanes? Todas estas preguntas nos demuestran que a Pakistán le espera una lamentable situación y un camino oscuro.
La guerra que ha iniciado contra los talibanes en nombre de Estados Unidos ya está tocando las puertas de Islamabad. Las regiones de Bunner y Dir donde los enfrentamientos están ocurriendo, apenas están a 100 kilómetros la capital del país. Las nuevas políticas del presidente Zerdari en la región del Valle de Swat están mostrando que no están dando un resultado positivo y lo peor, Zerdari ya no tiene una popularidad dentro del pueblo pakistaní.
Cada día se empeoran los enfrentamientos en la región de Swat y Waziristán. El asesor de la Casa Blanca para Pakistán, Holbrooke, hizo una declaración reciente donde sostuvo que Pakistán aún no es un estado fallido y que hay la posibilidad de salvarlo, además agregó que están con toda su voluntad para apoyar al pueblo pakistaní. Una declaración así, quiere decir que Pakistán debe seguir con esta lucha contra los talibanes dentro de su territorio hasta al final. Las preparaciones del ejército pakistaní en la región nos demuestran qué tan largo va a ser ese conflicto. Las autoridades locales ya pidieron a la población del Valle de Swat que desocupen la zona.
Escuelas - Madrazas | |
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Situación de extrema pobreza, casi mendicidad es lo que ha dejado hasta ahora la guerra en el Valle de Swat. Foto: AP |
Una de las razones principales es la existencia de las fuerzas extranjeras en Pakistán y Afganistán, los muertos civiles de los bombardeos hechos por los aviones Dron (aviones espías sin personal) a los pueblos de la región de Waziristán hace crecer más el odio y fobia a los Estados Unidos. Cada vez en los atentados y bombardeos se mueren más los civiles, y estos acontecimientos les brindan más apoyo y fuerza a los talibanes y los que sobreviven automáticamente pasan a las filas de los talibanes. La población que habita a la región de Waziristán son los pashtunes, que son un grupo etnolingüística de lengua irania con poblaciones ubicadas básicamente en el este y sur de Afganistán y en las provincias pakistaníes de Frontera del Noroeste, áreas tribales bajo administración federal y Beluchistán.
Fortalezas
En general los pashtunes se caracterizan por su pashto (es un idioma hablado por los khans o pashtunes que habitan Afganistán y el oeste de Pakistán) y la observancia del pashtu wali (un código de honor religioso y cultural, pre islámico). Los pashtunes jugaron un rol destacado durante la Invasión soviética a Afganistán (1979-1989), ya que muchos se unieron a los muyahidín. Una de las características de los pashtunes es la venganza, aún entre el pueblo hay venganzas que vienen desde sus bisabuelos y en ese sentido Estados Unidos está luchando en Pakistán y Afganistán contra un enemigo del cual no tiene mayor conocimiento, ni siquiera en la historia, los grandes conquistadores como Alejandro Magno, los británicos y los soviéticos fueron capaces de derrotarlos. En otros términos, los talibanes retoman su fuerza gracias a la existencia de las
fuerzas militares de Estados Unidos en la región.
La desconfianza a los gobiernos de Afganistán y Pakistán, Hamid Karzai y Zerdari se convirtió en otra razón más para alterar la situación interna pakistaní porque ambos presidentes son vistos por sus pueblos como unos títeres de Estados Unidos y los culpan por trabajar por los intereses de ese país. Esta desconfianza a sus propios gobiernos hace crecer más el poder de los talibanes.
¿Qué hay que hacer para poner fin al conflicto o mucho menos para controlarlo?
Para poder controlar la situación, primero que todo las fuerzas extranjeras deben desocupar la región y llevar la paz a través de la Organización de la Conferencia Islámica, ya que conoce la sensibilidad del mundo musulmán.
Hacer reformas y acuerdos mutuos con las madrazas de Pakistán, porque no todas apoyan la lucha armada.
No pensar que la única solución es la lucha armada, sino que hay que poner sobre la mesa otras opciones como el diálogo y un proceso de paz.
Consultar a los Ulemas (eruditos islámicos) y ponerlos como mediadores, ya que en el pueblo y en los talibanes tienen credibilidad.
Ayudar a recuperar la estabilidad política a los gobiernos de la región.
*Estudiante de la maestría en Estudios Políticos UPB
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