martes, 1 de marzo de 2011

Gadafi dará la batalla en Trípoli


LOS OPOSITORES AL régimen libio avanzan hacia la capital. Allí Gadafi los espera con más de 100.000 hombres a su servicio.
John Eric Gómez Marín | Medellín | Publicado el 25 de febrero de 2011
El control de Muamar el Gadafi sobre Libia se debilita con el transcurso de las horas. Las principales ciudades, a excepción de Trípoli, ya están en manos de los opositores, quienes se acercan con pasos de gigante a la capital para sacar a Gadafi de su trinchera y reclamar la libertad tras 41 años de régimen.
Aunque ayer, a unos 50 kilómetros de Trípoli, se registraban enfrentamientos entre fuerzas leales al líder libio y manifestantes dispuestos a morir por el cambio en su país, todavía es incierta la caída de Gadafi.

Esto, pese a que los opositores y los militares que se han unido a la causa tomaron el control de unas 1.000 millas sobre la línea costera del país, donde se encuentran ubicados pozos petroleros claves cerca al golfo de Sidra.

"Gadafi está resguardado en Trípoli, custodiado por los soldados más leales. Allí, el pueblo podría chocar contra una barrera inquebrantable", indicó el experto en conflictos africanos del instituto de paz de E.U, Abiodun Williams.

Según Williams, en este momento el escenario libio es lo más parecido a una guerra civil, pues la posición de Gadafi es la de un hombre a la espera de que "las ratas", como él mismo calificó a los sublevados, vayan a él y caigan en la trampa.

"Me he comunicado con personas en la zona que indican que las cifras de muertos son inciertas. Algunos hablan de cinco, otros de más de 600 y hasta hay informaciones que elevan esa cifra a más de 10.000", afirmó Williams.

La artillería pesada de Gadafi está apostada en las puertas de Bab al Aziziya, en el sur de Trípoli. Esto, sin contar las denuncias sobre miles de mercenarios contratados por el líder libio para que lo protejan.

Respecto a un eventual cambio de opinión de Gadafi para abandonar el poder sin causar más derramamiento de sangre, Williams lo ve poco probable: "No tiene aliados cercanos, Venezuela le está cerrando las puertas y es improbable que viaje a Cuba", aseguró.

A las escasas probabilidades de que tome la vía pacífica, se suma la muralla de hombres en frente de su fortaleza. Se habla de que, mínimo, Gadafi cuenta con 100 mil militares, fuertemente armados, cercando la entrada a Trípoli. Sin embargo, los manifestantes no están dispuestos a retroceder y siguen su camino para enfrentar cara a cara a su principal objetivo.

Pese a que la mayoría de países rechazan la forma en que Gadafi enfrenta esta crisis, y se han pronunciado con preocupación por el alza incesante del precio del petróleo, Williams descarta una intervención internacional: "La única intervención posible es la de intentar evacuar a todos sus ciudadanos. Pero ningún país, menos Estados Unidos, quiere enfrentar una nueva guerra".

"A Gadafi le quedan las sanciones, pero vemos que hasta ahora este tipo de castigos han sido insuficientes para países como Irán o hace algún tiempo Cuba", agregó Williams.

Algunos sostienen que la furia de Gadafi ha develado su talón de aquiles: la ejecución de varios de sus hombres y la deserción de otros seducidos por la oposición, pueden ser la causa de que el líder libio haya decidido poner su seguridad personal en manos de los mercenarios, y no del Ejército.

Hasan Turk, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Antioquia, afirmó que lo que sucede Libia es un hecho histórico y sin precedentes.

"Esta región fue de las últimas en despertarse de la Guerra Fría, estaban gobernadas por los dictadores que habían llegado al poder durante esa época", dijo.

Para Turk, caiga o no el gobierno de Gadafi, está claro que estos regímenes avergüenzan al mundo árabe: Hosni Mubarak, Ben Ali, Rey Abdala II y Rey Abdala de Arabia Saudí, entre otros, han pasado a ser cosa del pasado: "Medio Oriente está preparado para un nuevo renacer democrático", concluyó.

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