La comunidad musulmana en España ha criticado con dureza la ley francesa que prohíbe llevar el burka en los espacios públicos y, más aún, las detenciones de mujeres con velo que se han producido esta misma mañana en el país galo.
El presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de España (Ucide), Riay Tatary, ha acusado al presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, de aprobar una ley con fines meramente electoralistas. "Esta medida es desmesurada y está mal planteada. Además, esta ley tiene fines electoralistas. Están utilizando el Islam como moneda electoral", manifestó Tatary a ELMUNDO.es.
A su juicio, la normativa "puede romper la convivencia" y no va a ayudar a resolver la situación. En su opinión, el problema del burka no se soluciona con prohibiciones, sino con pedagogía: "Cuando vemos a una mujer con burka, lo que hacemos es acercarnos a la familia, hablar con ella y aconsejarla que opte por el 'hiyab', que es el pañuelo habitual. La mayoría de los contactos que hemos tenido han resultado acertados. Así hemos zanjado este tema en España", explica.
De la misma opinión es la presidenta del Centro Cultural Islámico de Valencia (CCIV), Amparo Sánchez, quien no se muestra partidaria de utilizar el burka, pero considera abusivo que se prohíba y que se detenga a las mujeres que lo llevan. "Me parece una barbaridad. No considero que la solución sea la detención", se queja indignada.
Amparo Sánchez no cree que la iniciativa de Sarkozy persiga realmente defender los derechos de la mujer sino "criminalizar a todo un colectivo y a toda la comunidad musulmana". Para la presidenta del Centro Cultural Islámico de Valencia, si quieren realmente luchar por los derechos de las musulmanas lo que tienen que hacer es trabajar "por el acceso a la educación y darles las herramientas adecuadas para que se formen". "El Gobierno francés tiene síntomas claros de islamofobia", se lamenta.
"'Liberté, egalité et fraternité', ¿no era ése su lema? Pues a ver si se lo aplican", responde Félix Herrero, vicepresidente de la Federación Musulmana de España. "A mí no me gusta el burka ni el piercing, pero debo respetar a la señora que enseña el ombligo con un piercing en la playa y a la que lleva el burka. Debe prevalecer el derecho de toda persona a la libertad religiosa", explica Herrero.
Aunque defiende el derecho de la mujer a usar el burka, también considera que debe identificarse cada vez que la Policía se lo pida, porque es su obligación. "La ley de Sarkozy puede crear odios por parte de las personas que sufren la prohibición. Están haciendo algo que va en contra de la convivencia", añadió.
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