Hosni Mubarak. | Reuters
Hosni Mubarak podría enfrentarse a la pena de muerte si es condenado por el crimen de haber ordenado la represión que resultó en la muerte de cientos de manifestantes durante las protestas populares que pusieron fin a su Gobierno el pasado mes de febrero.
"Se le acusa, entre otras cosas, de haber dado las órdenes que acabaron con la vida de manifestantes", explica Mohamed Abdelaziz al Juindy, el nuevo ministro de Justicia egipcio, durante una entrevista con la 'CNN'. "Si su implicación en estos crímenes se comprueba, el tribunal no dudará en sentenciar a Mubarak a la pena de muerte", asegura.
"En ciertos casos un juez le puede dar pena un acusado en ciertas ocasiones; en éste caso, sin embargo, creo que no hay motivo para ello", concluye el ministro. Según él, a Mubarak se le acusa de un "crimen horrible en el que murieron más de 800 civiles. Lo único que se hace es reclamar sus derechos y derrocar un presidente corrupto".
Acusado por corrupción
El frágil estado de salud en el que se encuentra Mubarak no alterará los interrogatorios a los que se enfrentará por estas acusaciones. "Será la primera vez que deberá enfrentarse a un interrogatorio y por lo tanto es normal que le afecte psicológicamente", dice el ministro.
"Estará obligado a asistir al juicio", recalca Al Juindy. No obstante, si Mubarak no se encuentra en condiciones de asistir, "se le visitará personalmente, ya que debe tener la oportunidad de defenderse".
A Mubarak también se le acusa decorrupción y malversación del dinero del estado. "Hay informes que demuestran que el presidente derrocado se encuentra en posesión de grandes cantidades de dinero", asegura el ministro de Justicia. "No podemos asegurar la cantidad exacta".
Según Al Junidy, el juicio de Mubarak servirá para demostrar que la justicia se toma al pie de la letra en Egipto. "La ley se respeta en todo Egipto y se aplica a cualquier persona, sin excepciones", concluye.
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